Los sucesos y citas de nota de los eventos de las políticas de drogas de esta semana de los años anteriores.

Human Rights Watch ha publicado un nuevo informe que acusa que millones de personas alrededor del mundo sufren innecesariamente de dolores intratables y la legislación internacional sobre la fiscalización de las drogas hace parte del problema.

A partir del 26 de enero, la marihuana será reclasificada como droga más nociva en Gran Bretaña. Los infractores primerizos por tenencia todavía van a recibir advertencias, pero una segunda infracción conllevará una multa y una tercera resultará en arresto. Hay una laguna jurídica, pero aún es un retroceso para Albión.

La semana pasada Antonio Maria Costa, director de la ONUDD, salió con unos antiguos argumentos cansados en México, D.F. mientras hacía advertencias sobre “las drogas y el crimen”, pero ignoró el rol de la prohibición en facilitarlos.

El presidente de Honduras se ha sumado a un coro cada vez más grande de líderes latinoamericanos que piden la legalización de las drogas. ¿O será que es la despenalización?

Una demanda interpuesta por una mujer de Long Island que fue cacheada al desnudo tras ser pillada por un tallo de marihuana – siendo que el cacheo era observado por policías masculinos que se la comían con los ojos vía vídeo – puede proceder, ha decidido un tribunal federal de apelaciones.

¿Será que los exámenes toxicológicos ordenados por el gobierno federal de EEUU. van a llegar a las minas de carbón? La Administración de Salud y Seguridad Minera sí los quiere, pero los sindicatos dicen que son innecesarios e inconstitucionales.

Por el quinto ciclo electoral consecutivo, los activistas pro reforma de la legislación sobre la marihuana de Massachusetts ponen cuestiones locales de políticas públicas en las urnas. Hasta el momento, cuestiones con respecto a la despenalización, la marihuana medicinal, el cáñamo industrial y la tributación y reglamentación tienen una racha de victorias de 41-0. Este año, son más cuatro sobre la marihuana medicinal.

Más policías pícaros en la Ciudad de Nueva York, un <em>sheriff</em> tejano va preso, unos agentes antidrogas manos largas en Ohío, un presunto policía cultivador de marihuana en Florida y, sí, otra empleada de prisión pillada por hacer que los reclusos se coloquen.

“<em>Dying to Get High</em>” [Muriendo para colocarse] de los sociólogos Wendy Chapkis y Richard Webb es una obra innovadora que proporciona un retrato minucioso de uno de los colectivos pro marihuana medicinal más famosos del país.