Millones de personas en todo el mundo sufren innecesariamente de dolores intratables, dijo Human Rights Watch en un informe publicado el viernes último. Se sacó el informe un dÃa antes de la observancia anual del DÃa Mundial de Cuidados Paliativos, que, como es lógico, busca aumentar la oferta de cuidados paliativos alrededor del mundo. El tema de este año fue âCuidado paliativo: Un derecho humanoâ.
Decenas de millones de personas en todo el mundo padecen de dolores intensos debido al cáncer, VIH, sida y demás enfermedades. Pese a que se pueda tratar la mayor parte de los dolores eficientemente con remedios baratos, la inacción o obstrucción gubernamental les niega a sus vÃctimas el acceso al tratamiento del dolor en muchos paÃses, dijo Human Rights Watch.
Los gobiernos por todo el mundo, incluso aquéllos en paÃses de bajos y medianos ingresos donde la oferta de analgésicos opiáceos es limitada, deben tomar providencias urgentes para detener el sufrimiento innecesario, dijo el grupo. âPermitir que millones de personas sufran innecesariamente cuando su dolor puede ser tratado con eficacia viola su derecho al más alto nivel posible de saludâ, dijo Diederik Lohman, investigador principal del programa de VIH/Sida de Human Rights Watch. âLos diseñadores de polÃticas de todo el mundo pueden y deberÃan afrontar estoâ.
Los paÃses de ingresos bajos y medios abrigan la mitad de los pacientes de cáncer y el 95% de las personas que viven con el HIV del mundo, pero responden solamente del 6% del consumo mundial de morfina. La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera la morfina un fármaco seguro, eficiente y absolutamente necesario para el tratamiento de dolores intensos. Con todo, un 80% de la población mundial no tiene acceso al tratamiento adecuado del dolor. Como observó Human Rights Watch: âEllo a menudo se debe a esfuerzos fervorosos de control de drogas y a una deficiente capacitación del personal de saludâ.
Los convenios y tratados internacionales sobre la fiscalización de las drogas y los derechos humanos ordenan que los paÃses aseguren la oferta de fármacos opiáceos para el tratamiento del dolor. Pero muchos paÃses no han cumplido, pese a las solicitudes de la ONU y la OMS. El informe de Human Rights Watch aludió en especÃfico a la renuencia en tratar a los dolores de los pacientes de sida en India, la carencia de analgésicos en Colombia y la aparente creencia de algunos médicos kenyanos de que los pacientes debÃan morir con dolores.
âLa falla del liderazgo es una causa principal de la brecha en el tratamiento del dolorâ, dijo Lohman. âSabemos cómo tratar el dolor y es barato producir y distribuir los fármacos esenciales. Lo que falta es la voluntad y el compromiso para mejorar el acceso. Los gobiernos no deben quedarse de brazos cruzados mientras la gente sufreâ.
El informe hizo referencia a los siguientes problemas comunes:
- Muchos paÃses no reconocen los cuidados paliativos y el tratamiento del dolor como prioridades en la atención de salud, carecen de polÃticas pertinentes, nunca han evaluado la necesidad del tratamiento para el dolor ni examinado cuán adecuadamente se satisface esa necesidad; tampoco han analizado las barreras a dicho tratamiento;
- Las regulaciones para la fiscalización de estupefacientes o las prácticas de represión a estos en numerosos paÃses imponen restricciones innecesarias que limitan el acceso a la morfina y a otros analgésicos opiáceos. Crean procedimientos excesivamente engorrosos para la adquisición, custodia y prescripción de estos medicamentos y, a veces, desalientan al personal de salud a prescribir estupefacientes por temor al escrutinio de las autoridades;
- En muchos paÃses, los currÃculos de muchas facultades de medicina y enfermerÃa no incluyen instrucciones sobre los cuidados paliativos y el tratamiento del dolor, lo que significa que muchos trabajadores de la salud tienen una opinión equivocada acerca de la morfina y carecen de conocimientos y aptitudes para tratar adecuadamente el dolor.
Human Rights Watch observó que la Comisión de Drogas Narcóticas, la principal agencia de la ONU en materia de polÃticas de drogas internacionales, está en medio de un proceso de revisión, que llamó una âoportunidad para establecer metas ambiciosas y medibles encaminadas a mejorar el acceso al tratamiento del dolorâ. SerÃa un buen primer paso, dijo el grupo.
âHuman Rights Watch exhorta a todos los paÃses a desarrollar e implementar polÃticas sobre cuidados paliativos y tratamiento del dolor, si es que aún no lo han hecho; a revisar sus regulaciones de narcóticos a fin de asegurar que no interfieran en el uso médico de la morfina y otros medicamentos opiáceos, asà como a garantizar que el tratamiento paliativo y del dolor se incluya en los currÃculos de capacitación para el personal médico y de enfermerÃaâ, concluyó el informe.
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