El 08 de octubre un tribunal federal de apelaciones decidió que se violaron los derechos de una mujer de Long Island en Nueva York cuando la policÃa la cacheó al desnudo en una sala con una videocámara tras encontrar un tallo de marihuana en el vehÃculo que manejaba. La decisión de un panel de tres jueces del Tribunal de Apelaciones del 2º Circuito de EE.UU. restableció la demanda de $1 millón cursada tres años atrás por Stacey Hartline contra la Villa de Southampton y cuatro de sus policÃas.
Hartline manejaba un vehÃculo de trabajo poseÃdo por su empresa de construcción en 2001 cuando la hicieron parar el auto por no tener placa trasera. Después que el policÃa que la detuvo encontró un tallo de marihuana en la tabla del suelo, esposó a Hartline, luego registró el vehÃculo y halló una colilla y otras pequeñas cantidades de resquicios de marihuana. Hartline quedó detenida por tenencia de marihuana, la llevaron a la comisarÃa y la sometieron a un cacheo al desnudo realizado por una policÃa femenina en una sala con una videocámara mientras oficiales masculinos presuntamente la veÃan por los monitores.
Hartline âlloraba histéricamenteâ al paso que era forzada a quitarse sus trajes menores y dejar que la policÃa inspeccionara sus orificios para después tener que levantar su sostén y permitir que la oficial inspeccionara sus senos, de acuerdo con su relato.
Hartline cursó una querella que alegaba dos violaciones de su derecho a estar libre de registros e incautaciones irrazonables garantizado por la Cuarta Enmienda de la Constitución de EE.UU. Primero, argumentó, la policÃa no tenÃa causa probable para creer que ocultaba contrabando, y, segundo, el cacheo fue inconstitucional porque la Villa de Southampton tenÃa una polÃtica de cachear al desnudo a todas las arrestadas mientras que no contaba con dicha polÃtica para los arrestados.
En 2006 su demanda civil fue desestimada por el juez de distrito Denis Hurley en Central Islip. Hurley sostuvo que la policÃa sà tenÃa motivos para creer que ocultaba contrabando y que ningún tribunal superior habÃa lidiado con dichas circunstancias.
Pero en el fallo de la semana pasada del 2º Circuito, los jueces del tribunal de apelaciones discordaron de Hurley con mordacidad. Era irrelevante que ningún otro tribunal hubiese tomado una decisión bajo las circunstancias, dijeron los jueces, y saber si la policÃa tenÃa o no âuna sospecha razonable de que ocultaba contrabando en su personaâ era una cuestión que deberÃa ser solucionada por un tribunal de primera instancia, no por el juez Hurley.
âEn última instancia, si los hechos de este caso equivalen a sospecha razonable, entonces los cacheos al desnudo se banalizaránâ, prosiguieron escribiendo los jueces en un fallo de 15 páginas. âDada la naturaleza singular e intrusiva de los cacheos al desnudo, asà como de una multitud de técnicas menos invasivas disponibles a policÃas que hacen frente a infractores por delitos leves, ese resultado serÃa inaceptable en cualquier sociedad que tome la privacidad y la integridad corporal en serioâ.
Ahora, el caso de Hartline irá a juicio. TodavÃa no se ha programado una fecha para el juicio.
Después de la decisión, Hartline le dijo a la Associated Press que se sentÃa aliviada. âEs dificilÃsimo impugnar a una municipalidadâ, dijo. âEs asustador. He vivido en este municipio mi vida entera. Southampton me encanta. El alivio que siento es tremendo. Estoy tan contenta que esto no le vaya a pasar a nadie másâ.
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