Drug War Chronicle

Ha habido cierta preocupación por que la Corte Suprema de EE. UU. dejara impune a un distrito escolar de Arizona por cachear al desnudo una colegiala para buscar pastillas de ibuprofeno. No lo hizo.

Con el movimiento para reducir o terminar con la disparidad condenatoria entre los delitos federales relacionados con la piedra y el polvo de cocaína, el gobierno Obama ha decidido firmemente ponerse del lado de la eliminación de la disparidad por completo.

Un equipo SWAT de la Comarca de Prince Georges en Maryland allanó la casa de un alcalde en julio del año pasado, disparó contra sus dos perros y maltrató al alcalde y a su suegra porque creía que eran traficantes de marihuana. No lo eran y la policía lo ha reconocido. Ahora el alguacil de la comarca ha investigado el incidente y ha concluido que su gente no hizo nada mal. El alcalde discrepa – y contenderá en juicio.

Por lo menos 16 países asiáticos y un número igual de otros, incluso EE. UU., aplican la pena de muerte a ciertos delitos de drogas. Ya es hora de detenerlo, dijeron organizaciones de derechos humanos y reducción de daños. Ellas se valen del Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas de la ONU para ejercer presión tanto sobre la comunidad internacional como sobre los países transgresores a fin de que tomen providencias ya.

Al paso que las Naciones Unidas publican su Informe Mundial sobre las Drogas de cada año, Antonio Maria Costa, director de ONUDD, finalmente se da cuenta de sus críticos antiprohibicionistas y contraataca. Los críticos se alegran de entablar una discusión. Más importante aún, el ataque de Costa indica que el movimiento pro legalización cobra fuerzas.

Cuando recibió una sentencia de 93 años por un pequeño cultivo de marihuana medicinal en Oklahoma, Will Foster se convirtió en un emblema de los abusos de la lucha contra la droga. Una campaña nacional ayudó a libertarlo y lo encaminaron a los climas más amistosos de Alta California, que lo dispensó de la condicional después de tres años. Pero Oklahoma quiere que lo devuelvan y hace 15 meses que Foster está en una cárcel californiano luchando contra la extradición. Él necesita su ayuda.