Tres semanas después que Eric Holder, fiscal general de EE.UU., hizo muestras de terminar con las redadas de la DEA contra proveedores de marihuana medicinal por primera vez, él ha reiterado esos comentarios. Como respuesta a una pregunta hecha en su rueda de prensa semanal el miércoles, Holder volvió a decir que los agentes federales estadounidenses solamente visarÃan a los distribuidores de marihuana medicinal que infrinjan tanto la legislación estatal como la federal.
âLa polÃtica es la de perseguir a la gente que infrinja tanto la legislación federal como la estatalâ, dijo Holder el miércoles en el Ministerio de Justicia de EE.UU. Pero no tardó a añadir que los federales irán tras de cualquiera que intente âvalerse de la marihuana medicinal como escudoâ para traficar con drogas.
âDados los recursos limitados que poseemos, nuestro enfoque estará en la gente, en las organizaciones que están plantando y cultivando cantidades considerables de marihuana y haciéndolo de un modo incoherente para con la legislación estatalâ.
Durante su campaña electoral, el presidente Obama prometió varias veces terminar con las redadas contra los dispensarios californianos, pero ellas siguieron tras su elección y aun poco después de tomar posesión, lo que dio lugar a la declaración inicial de Holder hace tres semanas. Ninguna redada ha ocurrido desde entonces.
Kris Hermes, vocero de Americans for Safe Access, le dijo a Associated Press que se alegraba de los comentarios de Holder. âHace muestras de una nueva dirección más razonable y sensata respecto a las polÃticas de drogasâ, dijo.
Empero, agregó, todavÃa hay cuentas que ajustar de la cruzada del gobierno Bush contra los dispensarios. Más de 20 proveedores de marihuana medicinal de California están siendo procesados actualmente en tribunales federales, incluso Charles Lynch, el gerente de un dispensario de la Comarca de San Luis Obispo (véase artÃculo aquÃ), quien puede recibir décadas de prisión cuando lo sentencien el lunes.
âFalta contestar una pregunta importante con relación a la postura del gobierno federal estadounidense en esos casosâ, dijo Hermes.
Otra pregunta es con qué agresividad la DEA y los procuradores estadounidenses determinarán que una dada operación está infringiendo la legislación estatal. Quizá en reconocimiento del apoyo general a la marihuana medicinal en California los federales hayan tendido a retratar las incautaciones en dispensarios como si estuvieran visando a ânarcotraficantesâ, no proveedores legÃtimos de marihuana medicinal.
Además, hay que ver hasta qué punto las entidades hostiles de las fuerzas públicas municipales intentarán azuzar a los federales en contra de gerentes de dispensarios, como le sucedió a Lynch.
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