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Reportaje: Crece el clamor por la libertad para el prisionero tejano Tyrone Brown

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En 1990, Tyrone Brown, con 17 años entonces, participó de un asalto a mano armada de $2 en Dallas en el cual nadie resultó herido. Fue atrapado, se confesó culpable de robo agravado y recibió una sentencia de 10 años de libertad vigilada. Algunos meses después, estaba en la corte de nuevo – porque un examen toxicológico detectó la presencia de marihuana en su orín. Por motivos aún inexplicados, su juez de condena, Keith Dean, le aplicó el rigor de la ley. El chico de 17 años fue recondenado a prisión perpetua, la cual sigue cumpliendo hasta el día de hoy.

Tyrone Brown con su hija Elaine (foto de www.november.org)
Pero ahora, gracias a los activistas pro reforma de las políticas de drogas, a un periódico de Dallas, a un programa de periodismo investigativo transmitido para todo los EE.UU. y a los ciudadanos ultrajados de todo el país, Brown finalmente puede recibir una segunda oportunidad. Un esfuerzo para lograr la conmutación de su sentencia del Gob. Rick Perry (R) y del consejo de condicionales de Tejas está bien encaminado.

A pesar de sus esfuerzos en busca de reparación y libertad, Brown aguardó desapercibido en el floreciente sistema carcelario de Tejas durante años. En desespero, en 2004 Brown envió una carta detallando su condición a The November Coalition, una organización nacional de reforma de las políticas de drogas que se concentra en los presos de la guerra a las drogas. Algunos meses después de eso – tras verificar la información de Brown -, la November Coalition añadió a Brown a la lista de presos por delitos de drogas en sus páginas web The Wall, y, unos cuantos meses después de eso, recibieron una llamada del reportero del Dallas Morning News, Brooks Egerton.

“Publicamos su historia en The Wall en Marzo de 2005 y tuve noticias de Brooks Egerton ese otoño”, dijo Chuck Armsbury de la November Coalition. “Él no podía creer en eso de recibir pena de prisión perpetua por fumar un pitillo en régimen de libertad vigilada”.

El Abril pasado, Egerton publicó un reportaje, "Scales of Justice Can Swing Wildly" [La Balanza de la Justicia Puede Oscilar Salvajemente], contrastando el tratamiento dispensado por el Juez Dean a Brown – un adolescente pobre y negro – y a John Alexander Wood – un hombre blanco, rico y bien relacionado. En tanto que Brown recibió una sentencia suspensa de 10 años por el robo, Wood recibió una sentencia suspensa de 10 años por asesinar una prostituta. Cuando Brown sacó positivo por marihuana, el Juez Dean lo mandó a la prisión por el resto de su vida. Cuando Wood sacó positivo varias veces por cocaína y fue arrestado por tenencia de cocaína, el Juez Dean no lo encarceló por el resto de su vida. En vez de eso, él permitió que Wood siguiera libre y aun lo exentó de tener que pasar por los exámenes toxicológicos o reunirse con un oficial de la libertad vigilada.

En ese artículo, el Juez Dean se rehusó a discutir los dos casos, diciendo que él podría tener que dar una decisión sobre ellos nuevamente. Pero él le dijo al Morning News que generalmente intentaba evaluar “el peligro en potencial a la comunidad” y “lo que, a la larga, va a servir al mejor interés de la comunidad y de la persona”.

De acuerdo con los observadores del tribunal citados por Egerton, el Juez Dean típicamente les daba a reos como Brown una advertencia por un teste positivo de marihuana y les daba algunos días en la cárcel por una segunda infracción. “Prisión perpetua por fumar un pitillo – eso es severo en cualquier caso”, dijo el ex oficial de libertad vigilada, Don Ford.

El artículo de Abril de Egerton no sólo ultrajó a los lectores en Tejas, llamó la atención de 20-20 de la ABC News, que transmitió un programa sobre el caso de Brown a principios de Noviembre y emitió una actualización en el Día de Acción de Gracias. Con la transmisión de los artículos en 20-20, el ultraje fue nacional.

“Después que el reportaje fue transmitido en 20-20, un grupo maravilloso de ciudadanos se reunió en torno de la justicia para Tyrone”, dijo la directora ejecutiva de la November Coalition, Nora Callahan. “Las personas empezaron a discutir esto en los foros de 20-20, entonces encontraron nuestra página web. Trabajamos con aquellas personas para formar el grupo Good Luck, Mr. Brown -- ésas fueron las palabras de despedida del Juez Dean a él – y ahora estamos trabajando para conmutar su sentencia”, le dijo ella a la Crónica de la Guerra Contra las Drogas.

Estudiantes universitarios y amas de casa se reunieron para trabajar a fin de libertar a Brown, y abogados también. Uno de ellos era el abogado de Florida, Charley Douglas. “Vi el especial 20-20 de la ABC y me quedé atónito con la franca injusticia de lo que pasó en aquella sala de justicia de Tejas”, le dijo él a la Crónica. “Sabía que algo tenía que ser hecho para llevar la justicia a un hombre a quien ha sido negada durante tantos años”.

Douglas tuvo el cuidado de no desviarse de la cuestión. “Se trata de la justicia desigual, no de una campaña contra las leyes sobre las drogas”, dijo. “Tenemos mucha gente interesada en la reforma de las políticas de drogas, pero estamos intentando quedar concentrados en la meta de libertar a Tyrone. ¿Cómo un blanco rico recibe una palmada y un negro pobre recibe prisión perpetua por fumar marihuana? Es una tragedia del sistema estadounidense de justicia y estamos comprometidos y determinados a corregir ese equívoco”.

Dado lo que ha pasado desde que empezó la tempestad, eso puede suceder. La campaña ha logrado procurar cartas del Fiscal de Dallas Bill Hill, del Sherif Louie Valdez y – esta semana – del propio Juez Dean pidiendo la conmutación de la condena. (Ahora, el Juez Dean está fuera del cargo; fue derrotado en las elecciones de Noviembre.)

Esas cartas no surgieron solas, dijo Douglas. “Durante la Acción de Gracias, conversé con el director de la NAACP Dallas, Bob Lydia, y él dijo que necesitábamos la adhesión del Fiscal Hill, entonces lanzamos una campaña de correspondencia pidiéndole que haga lo que pueda para ayudar la liberación del Sr. Brown, y el 30 de Noviembre, le enviamos una carta al Gob. Perry pidiéndole el inicio del proceso de conmutación. Estamos muy, muy entusiasmados con eso”.

Lydia informó el lunes tras reunirse con el Juez Dean que Dean había prometido buscar el fin de la prisión de Brown, pero de acuerdo con el Dallas Morning News, hasta el martes por la tarde ni Lydia ni el consejo de condicionales de Tejas no habían recibido nada de él.

Así que el consejo reciba una solicitación de conmutación, considerará el caso de Brown. La principal abogada del consejo, Laura McElroy, le dijo al Morning News que no es fácil lograr una conmutación sin presentar nuevos hechos indisponibles a la corte o al jurado en el juicio, pero que ella haría lo posible. “Si la ley puede ser estirada, la estiraremos”, dijo, añadiendo que la condena de Brown era el peor ejemplo de exagero judicial a una infracción de la libertad vigilada que ella había visto. “Es legal, pero a nadie le gusta. Nadie cree que esto sea justo”, dijo ella. “Todos están bien preocupados y prestando atención”.

Mientras tanto, Tyrone Brown aguarda en la prisión. Él no es técnicamente un preso de la guerra a las drogas, pero se une a los varios cientos de miles de otros que lo son. En el caso de Brown, la guerra contra las drogas no fue la causa, sino el medio de la justicia. En los casos de personas presas durante años o décadas por acusaciones de delitos de drogas, la guerra a las drogas es tanto la causa como el medio.

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