El único local de inyección segura de Canadá, el Insite, localizado en el Downtown Eastside de Vancouver, no ha llevado a aumento en la criminalidad ni a consumo de drogas a pesar de los temores de los detractores, pero ha reducido el riesgo de sobredosis y alentado a más usuarios a buscar el tratamiento quÃmico, de acuerdo con el último estudio del programa de reducción de daños públicamente financiado. El estudio, publicado ayer en el Canadian Medical Association Journal, es sólo el más reciente a hallar que el programa experimental está beneficiando a los usuarios de drogas duras en tanto que no perjudica la comunidad.
Pese a una serie de estudios que demuestra que el insite está haciendo lo que debÃa hacer (y no haciendo lo que no debÃa hacer), el gobierno conservador del Primer Ministro de Canadá, Steven Harper, sigue contrario a financiar el local por más tiempo o permitir la expansión del proyecto a otras ciudades. El verano pasado, en vista de una fuerte campaña comunitaria de apoyo al insite, el Ministerio de la Salud de Canadá concordó rencorosamente con la extensión de la financiación hasta el fin de 2007. Pero, los defensores habÃan buscado una extensión de tres años.
âPor todos los criterios, la instalación de Vancouver tanto ha salvado vidas como ha contribuido con la disminución del consumo de drogas ilÃcitas y la reducción de la diseminación de VIH y otras infecciones sanguÃneasâ, escribió Mark Wainberg,, el director del Centro de SIDA de la Universidad McGill en Montreal, en un comentario publicado juntamente con el estudio.
âHemos demostrado los numerosos beneficios asociados con el local y también hemos descartado los impactos negativosâ, dijo el Dr. Thomas Kerr del BC Center for Excellence in HIV/AIDS, un importante investigador del local de inyección segura. âLos padrones de consumo de drogas no empeoraron. La criminalidad no aumentó. La gente pensaba que ello alentarÃa el consumo de drogas y lo permitirÃa cuando, en verdad, descubrimos que ha ocurrido un enorme ingreso de personas a los programas de desintoxicaciónâ.
El gobierno Harper ha estado equivocado en oponerse al local de inyección segura, actuando para cortar la financiación cuando deberÃa expandir el programa, dijo el informe. âLos gobiernos federales deberÃan redactar legislación para permitir que otras instalaciones asà funcionen en otros lugares en Canadáâ, concluyeron los investigadores.
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