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Reportaje: Local de Inyección Segura de Vancouver Recibe Solamente Exención Limitada de Continuación

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El Insite, el local pionero de inyección segura de Vancouver, logró un indulto del gobierno conservador del Primer Ministro Steven Harper el viernes pasado – pero un indulto limitado. La exención de tres años del local de las leyes sobre las drogas de Canadá iba a caducar la próxima semana y el gobierno Harper había demorado meses para saber si aprobaría nuevamente el experimento polémico de reducción de daños. Los defensores, incluso la ciudad de Vancouver, el actual alcalde y dos ex alcaldes, activistas locales, investigadores de todo el mundo y políticos canadienses habían buscado una renovación de la exención de tres años, pero el gobierno Harper anunció que renovaría la exención solamente hasta Diciembre de 2007.

InSite (cortesía Autoridad Costera de la Salud de Vancouver)
En un pronunciamiento el viernes pasado por la tarde – aparentemente, calculado para hacer con que el reportaje desapareciera durante una eliminación de noticias del feriado prolongado de tres días --, el Ministro de la Salud Tony Clement dijo que los resultados de los primeros tres años de la operación del Insite plantearon nuevas preguntas que deben ser contestadas antes que el gobierno Harper tomara una decisión sobre el futuro del Insite a la larga o aprobara cualquier otro local de inyección segura en Canadá.

“¿Los locales de inyección segura contribuyen con la disminución del consumo de drogas y la lucha contra la adicción? Ahorita, la única cosa que la pesquisa ha probado concluyentemente hasta el presente momento es que los drogadictos necesitan más ayuda para librarse de las drogas”, dijo el Ministro Clement. “Dada la necesidad de más hechos, soy incapaz de aprobar la solicitación actual de extender el local de Vancouver durante más tres años y medio”.

Los comentarios de Clement reflejaron el antagonismo ideológico del gobierno Harper hacia las prácticas de reducción de daños en general y hacia cualquier forma de trato de los consumidores de drogas que no involucre a la abstinencia en particular. “Creemos que la mejor forma de reducción de daños es ayudarles a los adictos a romper el ciclo de la dependencia”, dijo Clement, “También necesitamos mejores concienciación y prevención para asegurar que los canadienses no se vuelvan adictos a las drogas, en primer lugar”.

Pese a que el Insite y la Autoridad Costera de la Salud de Vancouver, la entidad gubernamental encargada de operar el local, hayan producido resmas de pesquisa mostrando que el local ha reducido las sobredosis de drogas, ha atraído a los usuarios que corren riesgo de contraer VIH/SIDA y hepatitis C, ha aumentado el número de usuarios que buscan tratamiento o asesoramiento y ha reducido la partilla de jeringas – todo eso sin llevar a aumentos ni en la criminalidad ni en el consumo de drogas --, el Ministerio de la Salud insiste que quiere más.

“Echamos un vistazo a la pesquisa publicada por la Real Policía Montada Canadiense”, le dijo el vocero del Ministerio de la Salud, Erik Waddell, a la Crónica de la Guerra Contra las Drogas. “Queremos que se haga más pesquisa para mostrar que esta forma de reducción de daños ayudará realmente a los adictos a librarse de las drogas”.

Aunque el Ministro Clement y el gobierno Harper estén pidiendo más pesquisa sobre la eficacia del Insite, no están dispuestos a sufragarla. El gobierno federal ha estado auspiciando la pesquisa en el Insite hasta la suma de $500.000 por año, pero Waddell dijo que eso había llegado a su fin. “No vamos a dar más ninguna financiación a la pesquisa”, dijo.

Eso era novedad para la Autoridad Costera de la Salud de Vancouver y los defensores del Insite. “No sabíamos de eso”, dijo Viviana Zanocco, vocera de la Autoridad Costera de la Salud de Vancouver. “Aún estamos intentando contactarlos a ellos y aguardamos detalles”, le dijo ella a la Crónica de la Guerra Contra las Drogas. “Pero, estamos satisfechos que la extensión haya sido concedida, pese a que no sea para los tres años y medio que solicitamos”.

“Es una buena noticia que la exención haya sido extendida y que ellos no lo hayan cerrado”, dijo Gillian Maxwell de Insite for Community Safety, una coalición creada para ayudar a asegurar la continuación de la existencia del local. “El Insite sigue abierto a causa del amplio apoyo en pro de ello y en razón de la profundidad de la pesquisa llevada a cabo que muestra lo que ya ha logrado”, le dijo ella a la Crónica.

Pero, Maxwell también reclamó que el gobierno Harper está mudando los postes de la portería. “Ellos nos han dificultado las cosas”, dijo. “Tenemos un programa de reducción de daños que ayuda a las personas a entrar al tratamiento, pero ahora el gobierno Harper quiere que muestre que ayuda a las personas a parar de consumir drogas. Nunca podremos hacer que todos paren de usar drogas. Esto significa que tenemos harto trabajo que hacer para proteger al Insite”.

Maxwell dijo que ella estaba chocada, pero no sorprendida, por la rehúsa del Ministerio de la Salud a financiar la pesquisa adicional que pide. “Ellos son ideológicamente opuestos a esto, entonces intentan dificultar las cosas lo máximo posible. Ellos pueden pensar que las cosas deberían ser de cierta manera, pero la realidad y la pesquisa dicen lo contrario”.

Aunque la extensión de corto plazo de la exención sea mejor que cerrar la instalación, dijo Maxwell, ella puede muy bien ser una señal de que el gobierno Harper intentará cerrar el local permanentemente después. “Ellos no se sentían lo suficientemente confiados para intentar cerrarlo ahora, pero ellos ya han dejado claro que favorecen un abordaje de tres, no cuatro, pilastras. No se importan mucho con la reducción de daños y creo que ellos creen que de aquí a 16 meses habrá habido otra elección y que ellos tendrán la mayoría y, entonces, podrán cerrarlo”.

Los representantes del Insite y de la secretaría municipal de políticas de drogas de Vancouver se fueron de vacaciones esta semana y no fueron encontrados.

Ann Livingston de la Vancouver Area Network of Drug Users (VANDU) predijo hace meses que el gobierno Harper buscaría una solución interina. “Creo que estaba correcta”, le dijo ella a la Crónica de la Guerra Contra las Drogas. “Yo los conozco y ellos no quieren dejarnos armar una campaña. Si ellos hubieran dicho no francamente, eso habría sido estupendo, podríamos habernos movilizado de veras”.

Pero Livingston y la VANDU no están solamente de brazos cruzados esperando el mes de Diciembre de 2007. A fines del mes pasado, el grupo entró con una acción que busca un interdicto para mantener abierto el local y acusa al gobierno Harper de discriminar a la gente con enfermedades diagnosticables como la drogadicción. “Penalizar un grupo de personas que es adicto a las drogas es impedirlos de acceder a los cuidados médicos, y ése es un derecho garantizado por la Carta”, dijo ella. “La acción judicial seguirá”.

La acción judicial también acusó que el Insite no necesita una exención de las leyes canadienses sobre las drogas y que aun si la necesita, el gobierno no ha dado un proceso de solicitación. “El personal en el Insite no manosea las drogas, entonces no debe necesitar una exención”, debatió Livingston. “Si ellos van a debatir que necesitan un permiso, tienen que decirnos cómo hacer eso. Ahorita, no hay proceso de solicitación; todo está al capricho de un ministro”.

El local de inyección segura ha sobrevivido a una fecha de ejecución, pero los pretensos carrascos en Ottawa aún siguen afilando sus hachas. Afortunadamente, el Insite tiene un montón de amigos y antecedentes probados. Esta batalla va a seguir durante algún tiempo.

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