Policial: Las historias de policías corruptos de esta semana

Dos policías de Atlanta son presos por la matanza de Kathryn Johnston, un agente de la Policía de Nueva York cae por entregar drogas y un policía flipado de Pensilvania es reducido a prisión por revender pastillas. Vamos a ello:

En Atlanta, el lunes dos policías atlanteños recibieron órdenes de presentarse en la prisión para empezar a cumplir sus sentencias por sus roles en la matanza de Kathryn Johnston, 92, en una redada de drogas estropeada hace un año esta semana. En ese incidente, los oficiales involucrados le mintieron a un juez para obtener una orden de búsqueda para la casa de Johnston, le dispararon 39 veces después que ella les disparó una vez mientras derrumbaban su puerta, plantaron marihuana en su sótano e intentaron hacer que un informante dijera que había dado la información para la orden. Además de la marihuana plantada, no se encontró ninguna otra droga en su hogar. Los policías Jason Smith y Gregg Junnier se confesaron culpables de homicidio voluntario y otros cargos estaduales y de alegaciones federales de asociación delictuosa para infringir los derechos civiles de una persona que terminó en muerte. Ellos han estado cooperando con las autoridades federales en una investigación corriente del incidente y de cuestiones generales de improbidad en la brigada antidroga de Atlanta, pero ahora un juez federal ha ordenado que se presentaran en la prisión hasta 03 de diciembre. Ellos todavía no han sido sentenciados, pero en sus acuerdos de confesión de culpabilidad, la resolución era la de que Smith no recibiría más de 12 años y Junnier diez, con posibles reducciones en sus condenas dependiendo de su grado de colaboración. Un tercer oficial involucrado en el incidente, Arthur Tesler, responde por cargos estaduales. Su juicio probablemente empezará en abril.

En la Ciudad de Nueva York, el viernes pasado un agente antidroga de la Policía de Nueva York fue arrestado por acusaciones de haber utilizado informaciones confidenciales para entregar drogas para una banda que traficaba cocaína y heroína en el Bronx. El detective James Calderón, después de 13 años de servicios prestados, fue enjuiciado por cargos de tenencia de drogas y asociación delictuosa. Los fiscales alegan que Calderón contrabandeó un total de ocho kilogramos de cocaína desde la Ciudad de Nueva York a Virginia en dos viajes en 2004 y 2005. Calderón fue pillado después de intentar liberar un monovolumen incautado de la custodia policíaca. Oficiales de la Policía de Nueva York del 44º Distrito Policial se rehusaron a liberar el vehículo a Calderón, luego lo revistaron y encontraron un kilogramo de heroína adentro.

En Scranton en Pensilvania, el martes un ex policía de Scranton fue sentenciado por acusaciones de entrega de Oxycontin [oxicodona]. El entonces oficial de la Policía de Scranton, Mark Conway, fue arrestado en marzo después que un informante le dijo a la policía que había comprado drogas de Conway en más de una ocasión. En agosto, él se confesó culpable y dimitió de la corporación. Ahora, va a cumplir un mes de prisión en una sentencia de tres a 18 meses, luego será dispensado del trabajo. El abogado defensor de Conway dijo que él no era un “pasador de drogas”, sino un consumidor que, ocasionalmente, vendía drogas a los demás.