La Administración de Represión a Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) de EE.UU. tiene una flota de 106 aviones, pero en vez de utilizar uno de ellos, la agencia gastó US$ 123.000 para que la administradora en funciones Michele Leonhart viajara a Colombia el semestre pasado, informaron los McLatchy Newspapers el lunes. Ah, y pagó otros US$ 5.830 a un contratista para que providenciara el vuelo con una empresa externa.

[inline:micheleleonhart.jpg align=right caption="la Gran Gastadora: Michele Leonhart, administradora en funciones de la DEA"]El viaje sucedió mientras EE.UU. se deslizaba hacia su peor crisis económica en los últimos tiempos y el déficit presupuestario federal estadounidense se acercaba a un territorio desconocido hasta este momento. Ocurrió pocas semanas después que los ejecutivos de las ensambladoras de Detroit fueron regiamente reconvenidos por el Congreso de EE.UU. por viajar a Washington en sus reactores corporativos para rogar que los rescaten.

“¿Fue excesivo? Creo que se lo puede entender de ese modo, pero a mí no me parece”, dijo William Brown, el agente especial encargado de la división de aviación de la agencia. Él explicó que el avión que normalmente transportaba a Leonhart estaba pasando por un mantenimiento programado. “Comprendo la preocupación por los costos de estas cosas. Pero hacemos lo máximo para mantener los costos bajo control. Creo que la DEA es muy conservadora si la comparan con otras agencias”.

Si un avión de la DEA no está disponible para los viajes oficiales, la agencia suele tomar uno prestado de otra agencia federal. Pese a que Brown tuviera una semana para preparar el viaje, él dijo que ni siquiera pensó en ello. “Seguro que sería más rentable para nosotros tomar prestado el recurso ajeno”, dijo. “Pero ellos también tendrán que pagarlo”.

Otra opción habría sido la de un avión comercial, pero Brown dijo que Leonhart y otros funcionarios estaban sufriendo “amenazas específicas” en Colombia. Pero se negó a ser más específico y un funcionario innominado de la Embajada de EE.UU. en Bogotá dijo que desconocía cualesquier amenazas específicas.

Aunque el vuelo de US$ 123.000 fuera apenas un pedacito del presupuesto de la DEA, llamó la atención, dijo Steve Ellis, vicepresidente de Taxpayers for Common Sense. “Queda mal”, dijo Ellis. “Claro está que la DEA o cualquier agencia federal debería estar observando sus presupuestos más de cerca en estos tiempos difíciles”.