Han fracasado dos intentos distintos de imponer exámenes toxicológicos aleatorios e infundados a grupos diferentes en Luisiana â uno gracias a una impugnación judicial, el otro merced a la polÃtica. Los resultados deben poner un fin a la barahúnda acerca de los exámenes toxicológicos en el Bayou State en los últimos meses, pero, si uno conoce la clase polÃtica de Luisiana, puede que eso no suceda.
El caso se referÃa a Peggy Reno, quien llegó a ser maestra del año de East Baton Rouge. En septiembre del 2008 un estudiante le dio un puñetazo. Pese a que no hubiera indicios ni sospechas de que estuviera bajo los efectos de drogas o alcohol, el distrito escolar le exigió que se tomara un examen toxicológico invasivo.
âLa Constitución [de EE. UU.] requiere correctamente que tales cacheos invasivos se fundamenten en sospechas razonablesâ, dijo Adam Wolf, abogado de ACLU. âLos servidores públicos, como todos nosotros, no pueden ser forzados a probar su inocencia cuando no hay pruebas de que hayan hecho algo equivocadoâ.
âEn este caso, tanto el buen sentido como la Constitución [de EE. UU.] pedÃan un cambio de direcciónâ, dijo Katie Schwartzmann, abogada de ACLU Luisiana. âEs un desperdicio de tiempo y dinero, ni hablar de una burda infracción de los derechos de los educadores, el hacer exámenes toxicológicos sin sospechasâ.
Como si ese escollo no bastara, el lunes se estranguló un proyecto de ley en el Legislativo de Luisiana que habrÃa exigido la realización de exámenes toxicológicos con los beneficiarios de prestaciones sociales por 11 votos contra 5 en el Comité de Presupuestos de la Cámara. Su ponente, el diputado John LaBruzzo (R-Metairie), habÃa argumentado que su propuesta podÃa ahorrar dinero para el estado con problemas de salud duraderos ocasionados por la toxicomanÃa y ayudarÃa a las familias a conseguir tratamiento para la adicción.
Según el proyecto de ley, se exigirÃa que las personas que recibieran beneficios en efectivo del Programa de Asistencia Temporal Independencia de la Familia pasaran por exámenes toxicológicos a fin de permanecer en el programa. Si se constatara la presencia de drogas en sus organismos, tendrÃan que tratar su adicción o perderÃan sus beneficios.
âExaminamos para asegurar que los niños estén en un ambiente seguro en que sus padres no estén consumiendo drogas abusivamenteâ, dijo LaBruzzo en comentarios citados por Associated Press.
Pero otros legisladores atacaron el proyecto de ley con base en principios fiscales y constitucionales. âUsted visa a un grupo especÃfico de individuosâ, dijo la diputada Patricia Smith (D-Baton Rouge). El diputado Jim Fannin (D-Jonesboro), presidente del comité, cuestionó el costo del proyecto, calculado en US$ 625.000 para el primer año y US$ 2,6 millones a lo largo de cinco años. El estado con problemas de liquidez no puede permitirse el lujo de nuevos programas costosos, dijo, al depositar su voto en contra del proyecto.
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