Cae otra agente penitenciaria, un policÃa californiano pica en el anzuelo, un oficial de la PolicÃa de Nueva York recibe un tirón de orejas, un policÃa de Massachusetts es capturado, un policÃa estatal de Massachusetts acepta un acuerdo y un supervisor de exámenes toxicológicos de Houston se pone codicioso. Otra semana más en la lucha contra la droga. Vamos a ello:
En Glendora, California, el 20 de mayo arrestaron a un ex policÃa de Glendora por presuntamente robar dinero y metanfetamina durante una emboscada el año pasado. El ex oficial Timothy Radogna, 33, fue acusado de hurto mayor, tenencia de drogas para ventas y tenencia de drogas con arma de fuego. La PolicÃa de Glendora llevó a cabo una âinvestigación de integridadâ contra Radogna después de recibir información de que no registraba drogas y dinero como pruebas. La policÃa dejó dinero y metanfetamina en un auto y le pidió que registrara las pruebas. Se embolsó US$ 1.000 y una pequeña cantidad de metanfetamina. El policÃa con tres años de servicios prestados al cuerpo fue suspendido después de la emboscada el semestre pasado y lo despidieron en diciembre. Puede recibir hasta nueve años de prisión.
En Houston, el 21 de mayo arrestaron a un supervisor de exámenes toxicológicos de la Comarca de Harris por aceptar un soborno de US$ 200 para entregar un formulario fraudulento de examen toxicológico. Thomas Walker, 22, empleado de la SecretarÃa de Supervisión Comunitaria y Administración Penitenciaria, habÃa trabajado para la comarca durante solamente dos meses cuando aceptó dinero de un investigador encubierto de la fiscalÃa para presentar una muestra no contaminada de orina cuando el investigador no entregó ninguna. Lo acusan de cohecho y adulteración de documento del gobierno. Ha dimitido después que le dijeron que serÃa despedido. Puede recibir hasta 20 años de prisión por cohecho.
En Mashpee, Massachusetts, el 20 de mayo un ex policÃa de Mashpee fue arrestado por cargos de delitos de drogas después que la PolicÃa de Barnstable ejecutó una orden de registro en su casa. Acusan al ex policÃa Joseph Kelley, quien dimitió del cuerpo en febrero, de un cargo de tráfico en derivados de opiáceos después que la policÃa encontró 200 pastillas de oxicodona y varias otras pastillas y lÃquidos. La policÃa obtuvo una orden para registrar la casa de Kelley como parte de una âinvestigación de OxyContin en cursoâ, dijeron.
En la Ciudad de Nueva York, el 21 de mayo absolvieron a un sargento de la PolicÃa de Nueva York de cargos de venta de drogas, pero lo condenaron por improbidad. El sargento Michael Arenella habÃa sido acusado de supervisar a una banda de agentes antidrogas encargados de robar cocaÃna en piedra y dinero de traficantes y utilizarlos para pagar a informantes. Un juez de la Corte Suprema del estado lo declaró inocente de los cargos de venta y tenencia, pero sà lo condenó por improbidad por falsificar denuncias y robar US$ 40 de policÃas encubiertos que fingÃan ser narcotraficantes y darlos a un informante. Con su condenación, él es automáticamente despedido del cuerpo. Puede recibir hasta un año de prisión.
En Saugus, Massachusetts, el 20 de mayo un ex policÃa estatal de Massachusetts se confesó culpable de cargos de confabulación y distribución de cocaÃna. El ex policÃa estatal John Foley, 64, tras 37 años de servicios prestados al cuerpo, fue arrestado en diciembre del 2007 por agentes del FBI y de la DEA y policÃas estatales y municipales por revender cocaÃna en Saugus. Puede recibir hasta 20 años de prisión y multa de US$ 1 millón cuando lo sentencien el 29 de julio.
En la Ciudad de Nueva York, el 20 de mayo una ex agente penitenciaria de la Ciudad de Nueva York fue sentenciada a tres años de prisión por contrabandear drogas en Rikers Island. Tamar Peebles, 27, habÃa admitido aceptar US$ 1.500 de un investigador encubierto y recoger lo que creÃa que eran heroÃna y marihuana para entrega en la prisión. Se confesó culpable de un cargo del delito de tentativa de venta de sustancia fiscalizada y un cargo de cohecho. Peebles fue una de seis agentes penitenciarios municipales capturados en un montaje policial de 16 meses que descubrió a guardias dispuestos a entregar artÃculos contrabandeados a presos a cambio de efectivo. TodavÃa están en trámite los casos de los otros cinco.
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