La DEA ha denegado aún otra petición que busca sacar la marihuana de la Clase I de la Ley de Sustancias Fiscalizadas [Controlled Substances Act (CSA, por sus siglas en inglés)], ésta de Carl Olsen, el reformador pro marihuana de Iowa. Se trata solamente de la última denegación de petición de parte de la agencia en una lucha morosa para reclasificar la marihuana que ha estado sucediendo desde 1972.
Richard Nixon justo empezaba su segundo mandato cuando la National Organization for the Reform of Marijuana Laws (NORML, por sus siglas en inglés) interpuso la primera petición de reclasificación. Fueron necesarios 22 años y varias impugnaciones judiciales para que la DEA por fin la denegara. En ese Ãnterin, la DEA reclasificó el principal principio psicoactivo de la marihuana, el THC, como droga de Clase II en 1985 y relajó los controles sobre el THC todavÃa más al ponerlo en la Clase III en 1999. Eso permite que los médicos prescriban Marinol, pero no marihuana.
Otra petición de reclasificación cursada por Olsen en 1992 fue denegada años después, bien como una de 1995 presentada por Jon Gettman, ex director de NORML, investigador y profesor de polÃticas públicas. En 2002 Gettman y una larga lista de partidarios presentaron aún otra Petición de Reclasificación del Cannabis, que sigue por resolverse.
Según la CSA, argumenta, las sustancias deben cumplir varios criterios para ser incluidas en la Clase I, la más restrictiva de las categorÃas. La sustancia debe tener alto potencial para consumo abusivo, no debe tener âningún uso médico reconocido actualmenteâ en EE.UU. y debe haber falta de seguridad reconocida para su consumo. Tanto la petición de Olsen que fue rechazada el mes pasado (pese a que la decisión sólo fuera publicada esta semana) como la pendiente de Gettman argumentan que la marihuana ya no cumple los requisitos para ser puesta en la Clase I porque sà tiene un âuso médico actualmente reconocidoâ en EE.UU. y citan, en particular, el número cada vez más grande de estados que han legalizado su consumo medicinal.
Pero las dos peticiones difieren en la manera por que tratan de remediar la situación y esta diferencia es la que responde del ritmo tremendamente distinto por el cual han sido manejadas por la DEA. Aunque la petición de Gettman todavÃa aguarde un fallo seis años después que fue interpuesta, la de Olsen fue presentada este año apenas. La de Gettman busca reclasificar la marihuana a través del proceso administrativo, la de Olsen argumenta que el problema es una cuestión de derecho positivo. Conforme a la CSA, si se descubre que la marihuana tiene un âuso médico reconocido actualmenteâ, ella no puede estar en la Clase I.
âLa presenté en mayo, cursé una querella federal en septiembre y conseguà un fallo en diciembreâ, dijo Olsen. âLa DEA nunca ha actuado tan rápido respecto a una petición en su historia y, al denegar la petición, evita la posibilidad de tener que tratar de ella otra vez porque ahora, en cambio, ello va a regresar al tribunal de apelacionesâ.
La petición de Olsen no era una solicitud, sino una exigencia de que la DEA reconociera la realidad de que la marihuana no puede ser una droga de Clase I, dijo. âNo pedà nada; exigà que cumplieran la ley. No es una droga de Clase I y están infringiendo la ley al mantenerla allÃâ, manifestó. âEl estatuto dice que ella no puede ser una droga de Clase I si tiene uso médico reconocido y 13 estados dicen que tiene uso médico reconocido. ¿Será que eso no quiere decir algo?â
De acuerdo con la DEA, no. âSu petición y notificación se fundan en su punto de vista de que la legislación federal sobre la droga les da a los estados autoridad para determinar, para efectos de la CSA, si una droga tiene un âuso médico reconocido actualmente en el tratamiento en Estados Unidosâ y que la marihuana posee dicho uso médico reconocido actualmente porque 12 estados han aprobado leyes relacionadas con el consumo de marihuana para fines medicinalesâ, escribió Michele Leonhart, viceadministradora de la DEA, al denegar la petición.
Leonhart hizo mención del caso Raich de marihuana medicinal al argumentar que la marihuana no tiene ningún âuso médico reconocidoâ porque el gobierno federal de EE.UU. no lo reconoce y aun citó la decisión: âLa Cláusula de SupremacÃa estipula de modo inequÃvoco que si hay algún conflicto entre las legislaciones federal y estatal, la federal prevaleceráâ y âEl Congreso de EE.UU. decidió expresamente que [la marihuana] no tiene usos médicos aceptablesâ.
Leonhart también refutó rápidamente otros argumentos presentados por Olsen y resumió su opinión al fallar que âla existencia de la legislación estatal no es relevante para una determinación de reclasificaciónâ. Por consiguiente, âno hay fundamento jurÃdico para que la DEA autorice su petición a entablar las diligencias para reclasificar la marihuana. Tampoco hay fundamentos para iniciar cualquier providencia con base en su notificación del 05 de agosto. Se deniega la solicitud del Peticionarioâ.
Ahora le tocará a la Justicia federal de EE.UU. decidir quién tiene razón. âEl tribunal tiene que tomar una decisión respecto a mi querella para prohibir que la DEA imponga la Clase Iâ, comunicó Olsen. âSi deciden en mi favor, la DEA no puede afirmar que ella es una droga de Clase I; tendrá que sacarla de la Clase Iâ.
En cualquier caso, el perdedor apelará. Aguarde la resolución del caso Olsen en algún momento de un futuro no tan próximo.
Eso planeaba Olsen, dijo Gettman. âNo me sorprendà con la decisión de la DEA y creo que a Carl tampoco lo cogió de sorpresaâ, dijo. âEl propósito de su petición era llevarlo a la Justicia federal, y, para hacerlo, tenÃa que ser rechazado administrativamente. La verdad es que éste es el comienzo, no el fin, de la impugnación legal de Carlâ.
Gettman dijo que Olsen era responsable por abrir camino con la petición y aun por inspirar al mismo Gettman a involucrarse en la reclasificación. âLos argumentos de Carl clarifican y se fundamentan bastante en el reconocimiento estatal del consumo medicinal y crean el marco para una mayor atención a este asuntoâ, dijo. âDebo decir que, en primer lugar, la actividad y labores pioneros de Carl son unas de las cosas que me inspiraron a presentar la petición de 1995â.
Mientras tanto, la petición de Gettman todavÃa está por resolverse, pese a que ya haya pasado por varias etapas de un prolongado proceso burocrático que implica a la DEA, al Ministerio de Sanidad y Servicios Humanos de EE.UU. y a la Administración de Alimentos y Drogas (FDA, por sus siglas en inglés). âLa última vez que recibimos un informe de situación de la FDA estaba casi terminando su revisiónâ, informó Gettman.
Ahorita no tiene prisa, dijo. âHemos decidido no presionar al gobierno a propósito para que concluya la revisión. Preferimos tratar con el próximo gobierno en vez del actualâ, explicó. âA pesar del resultado de la elección, habrÃa un nuevo personal para supervisar el proceso y nos parece que una perspectiva nueva serÃa benéficaâ.
Aun si la FDA propusiera una revisión favorable, hay muchas etapas entre eso y reclasificar la marihuana de veras, y, aun asÃ, la lucha por la marihuana todavÃa estará en marcha, dijo Gettman. âLa reclasificación no dejará la marihuana medicinal a disposición de inmediato y no es el fin de la decisión del estado regulador de la marihuana, es el comienzoâ, dijo. âPero ello cambiarÃa el ambiente regulador y facilitarÃa la realización de estudios con humanos y el desarrollo de la marihuana como sustancia medicinal de parte de las empresas. El estado de Clase I disuade a las compañÃas de hacerloâ.
Keith Stroup, fundador de NORML, quien estuvo en el primer intento de reclasificación en 1972, aplaude las labores de Gettman y Olsen, pero dijo que ha perdido la fe en que un dÃa obtendrá reparación a través de ese proceso. âSimplemente ya no creo que un dÃa el proceso reglamentar vaya a funcionar a nuestro favorâ, dijo. âHemos estado intentando desde 1973 y me parece que vamos a tener que lograrlo como antiguamente, a través del proceso legislativo o de iniciativas electorales. Simplemente no me parece que en esas agencias la gente tenga el coraje lleno de principios para hacer lo correctoâ, añadió Stroup.
âCon todo, me agrada que Carl y Jon sigan intentando por estas vÃasâ, dijo. âNos beneficia ejercer presión sobre el sistema dondequiera que podamosâ.
Ya sea improbable o no, el intento de cambiar la legislación sobre la marihuana a través de la reclasificación no va a desaparecer. ¿Quién sabe? Puede compensar bastante de veras un año de éstos.
Comentarios
marihuana cannabis sativa
la marihuanna es un alucinogeno quiera o no sus componentes del tetrahidrocanabinol demuestra que de los 187 elementos que tienen nada mas se conocen 14 que no liberan nada si fuera una droga que inhibiera el cerebro pero ella cuando se fuma da sensacion de sentir hambre la traba es ayudar al hipotalamo a desarrollar mas la memnte y jugar una serie4s de elemntos que describen un aumneto de memoria al 500% porqu no hacen un experimento con perros amaestrados en conocer la cocaina o otras suistancias y veran que el resultado es sorprendente analizenlo ok. no es una droga dañina pero si es perjudicial en el sentido que hay cerebros cobrdes que con ella adquieren valor de hacer atracos y cosas que no harian en sano juicio por eso no se puede bajar su toxidad,una persona comida no el hace efecto pero una persona sin comida ella le hace efecto
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