El presidente mexicano recién electo, Felipe Calderón, tomó posesión en diciembre tras una victoria con las justas sobre su rival izquierdista, Andrés López Obrador, y en las pocas semanas desde que ha estado en el poder, Calderón ha tomado medidas rápidas y enérgicas contra las organizaciones poderosas, ricas e impiedosas del narcotráfico del paÃs, los llamados carteles. Pero aunque las osadÃas de Calderón le hayan logrado las felicitaciones de los mexicanos ávidos de ley y orden y del gobierno Bush, los analistas de México dudan que signifique algo a la larga, especialmente sin las reformas fundamentales de los sistemas policÃaco, militar y judicial del paÃs.
El viernes pasado por la noche, Calderón tomó otra medida drástica, cuando estuvo de acuerdo en extraditar a 10 capos del narcotráfico a los Estados Unidos, el más destacado entre ellos siendo Osiel Cárdenas, que dirigió el cartel del Golfo desde una celda de prisión desde su arresto en 2003. Otro extraditado fue Héctor Palma, que tiene la reputación de ser la mano derecha del lÃder del cartel de Sinaloa, JoaquÃn âEl Chapoâ Guzmán. Guzmán habrÃa entrado en la lista, pero se fugó de la prisión en 2001. Calderón también extraditó a los hermanos Ismael y Gilberto Higuera Guerrero, secuaces en el cartel Arellano Félix de Tijuana.
âEstamos determinados a no tolerar ningún desafÃo a la autoridad del estadoâ, dijo Calderón el viernes pasado.
Los dichos y hechos de Calderón lograron rápidamente los elogios del gobierno Bush. âLas acciones por la noche del gobierno mexicano no tienen precedentes en su alcance e importanciaâ, dijo el Fiscal General de los EE.UU., Alberto R. Gonzáles, en una declaración el sábado. âNunca antes los Estados Unidos habÃan recibido de México un número tan grande de importantes reos y demás criminales por delitos de drogas para proceso criminal en este paÃsâ.
Pero a pesar de miles de búsquedas, cientos de arrestos y la aprehensión o erradicación de grandes cantidades de marihuana, puede haber menos en la ofensiva de Calderón que parece. âAl crear una imagen pública, Calderón ha mostrado que va a ponerse serio con el crimen organizado desde el principioâ, dijo Maureen Meyer, la socia para México y Centroamérica del Washington Office on Latin America. âEl alto nivel de operativos es una clara señal, como fue la extradición de miembros de los carteles a los Estados Unidosâ, le dijo ella a la Crónica de la Guerra Contra las Drogas. âPero hay que verlo en términos de resultados a largo plazo. No hemos leÃdo muchos informes sobre totales de la erradicación que sean más grande que lo normalâ, observó.
âEsta campaña objetiva tanto a Washington como a México, D.F.â, dijo Larry Birns, director ejecutivo del Council on Hemispheric Affairs en Washington, DC. âEs como que una disidencia de choque y consternación de Calderón para anunciar su presidenciaâ, le dijo Birns a la Crónica. âCalderón ha estado preocupado que su rival derrotado, López Obrador, lo haya ofuscado con sus artimañas polÃticas y él puede usar esta campaña antidroga como pieza de teatro para eclipsar a su rival. El único problema es que la idea de que México vaya a solucionar su problema de las drogas es en gran parte una ilusiónâ.
Si México quiere abordar a los carteles, va a ser necesario más que allanamientos notorios y operativos militares, dijeron los analistas. âLos pasos que México deberÃa estar tomando son reformas más estructurales del sistema judicial para que haya más transparencia en el proceso, mejores investigaciones y más mecanismos para prestación de cuentas y supervisión dentro del ejército y de la policÃaâ, dijo Meyer de WOLA. âSi no se hace acompañar estos grandes operativos antidrogas de reformas en el judiciario, la ley y el ejército, probablemente se verán los mismos resultados presenciados en el pasadoâ.
El predecesor de Calderón, Vicente Fox, lideró una campaña agresiva similar contra los carteles al inicio de su gobierno, pero sin las reformas mencionadas por Meyer, su guerra contra los carteles no llevó a una disminución, sino a un alza en la violencia. Mientras Fox lograba desordenar o decapitar varias organizaciones del narcotráfico, los carteles y capos remanecientes lucharon los unos con los otros a fin de proteger la âplazaâ o âfranquÃaâ lucrativa contra los oficiales corruptos de la ley en varias ciudades, llevando a números de muertos constantemente más altos entre los narcotraficantes y los policÃas que los combatÃan o se aliaban con ellos.
Por vuelta del año pasado, la violencia habÃa alcanzado niveles récordes, con más de 2.000 muertos en la guerra de los carteles. Eso es más que el número de efectivos estadounidenses muertos en Irak durante el mismo perÃodo. La violencia también atingió nuevos niveles de horror, o, más precisamente, terror ejemplar, con policÃas decapitados en Acapulco y las cabezas de los narcotraficantes asesinados siendo arrojados al centro de la pista de baile de una sala de fiestas en Michoacán, entre otras atrocidades.
Es probable que en vez de reducir la violencia de los carteles, la ofensiva de Calderón vaya a, como la de Fox antes de ella, conducir a más violencia mientras los traficantes intentan restablecerse después de los golpes que han recibido. âLa tendencia ha sido que el gobierno objetive los altos rangos de los carteles, de ahà hay una lucha por el poder entre ellos, asà como dentro de los carteles mientras los capos medianos luchan por la supremacÃa. Muy probablemente, presenciaremos ahora más luchas entre los carteles y dentro de ellosâ, dijo Meyer.
Con los réditos de las drogas ilÃcitas estimados en $142 billones en los EE.UU. y Canadá todos los años y los narcotraficantes mexicanos embolsando una fracción considerable de ellos, los carteles tienen todos los motivos para combatirse unos contra otros por la supremacÃa. Y aunque ellos tradicionalmente se hayan abstenido de trabar una guerra abierta con el gobierno nacional, hay temores de que la presión de Calderón y especialmente su permiso de extradición de los capos del narcotráfico conduzcan los carteles mexicanos a seguir el liderazgo de los colegas colombianos, que a principios de los años 1980 desencadenaron una guerra contra el Estado Colombiano cuando éste los amenazó de extradición a los EE.UU.
También se teme que la corrupción que ha abarcado varias fuerzas policÃacas mexicanas se trague a los militares mientras son lanzados a la guerra a las drogas de Calderón. âMiembros del ejército no están inmunes a la corrupciónâ, observó Meyer de WOLA, señalando el surgimiento de los Zetas, un grupo de ex militares entrenados por los EE.UU. para volverse oficiales antidrogas que cambió de lado para unirse a las fuerzas del Cartel del Golfo y que es culpado por parte de la violencia más horrenda.
âCuando eres un policÃa o un militar que recibe un cincuentavo de lo que puede ganar trabajando para los narcos, todas las probabilidades están contra tiâ, dijo Birns. âPor eso se ve la subversión de las fuerzas de seguridad y la dimisión periódica de toda la policÃaâ.
Con tanto que la realidad subyacente del apetito insaciable de los Estados Unidos por las drogas ilegales siga, dijo Birns, la más reciente cruzada antidroga mexicana no pasa de teatro. âEso es más decorativo que cualquier otra cosaâ, dijo él. âEs parecer hacer algo. Con todo ese dinero involucrado, ¿cómo es posible cerrar el caño? Se va a tener que pensar en lo impensable e investigar la polÃtica y la economÃa de la legalización de las drogasâ.
En un editorial aún no publicado y escrito mientras Calderón estaba a punto de asumir el poder, el director ejecutivo de la Drug Policy Alliance, Ethan Nadelmann, tuvo una presciencia inquietante de los eventos en México. âEl nuevo presidente prometerá desbaratar a los narcotraficantes y hará todo lo posible para tranquilizar a Washington en lo tocante esoâ, escribió Nadelmann. âÃl nombrará a personas nuevas para cargos de suma importancia en el ejército y la justicia criminal y les dirá que hagan lo que sea para reducir la violencia relacionada con las drogas. Algunos de los narcotraficantes más notables terminarán presos o muertos. La violencia se aquietará. Los medios en ambos lados de la frontera conmemorarán la nueva solución. Y entonces... Empezará todito otra vez. Las pandillas del narcotráfico se reagruparán con nuevos lÃderes y nuevas conexiones. Los oficiales antes incorruptibles serán corrompidos. Los policÃas de todos los rangos y con toda la apariencia de probidad temblarán de miedo ante las balas de los asesinos. Y más una vez los mexicanos se preguntarán por qué el ciclo nunca se detiene de verasâ.
Y asà van las cosas en la frente mexicana de nuestra guerra a las drogas.
Comentarios
implementacion de nuevas politicas
De acuerdo con todo el tiempo de dedicacion al narco trafico mi manera de pensar es de acavar antes posible con esta organizacion se save que todas las personas lideres de estas orgnizaciones ya los tienen identificados y contra ellos no con los estan digamos encargadillos me explico
nesesito urgente
para ahorita necesito que me manden tres priodicos distintos que hablen sobre la misma guerra pero que al imprimir parescan periodicos se los pido por favor siiiii comprendanme es para una tarea de una viejita de la prepa que nos pide cosas de este tipo que gran gasto no cren se los pido CONTESTEN AHORITA NO TARDEN ATENTAMENTE yes
Buena Referencia
Hola!... antes que nada... gracias por la informacionincluida en este reportage...
ya que sirve de mucho para los trabajos escolares y para de paso informarnos hacerca de los sucesos de interes social en mexico. como lo indica este ejemplo.
GRACIAS...
Es una buena referencia para una investigacion.
Add new comment