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Reportaje: Ed Rosenthal es condenado otra vez en victoria pírrica para los federales

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El miércoles, un jurado federal declaró a Ed Rosenthal, el “Gurú de la Ganja”, culpable por segunda vez de cultivar cientos de plantas de marihuana en lo que no es más que una victoria simbólica para los fiscales federales. Como Rosenthal ya ha cumplido una sentencia indulgente de un día después que fue condenado por primera vez por las mismas acusaciones en 2003, el juez de juzgado distrital de los EE.UU., Charles Breyer, el juez que presidía el caso, ya ha decidido que él no puede ser sentenciado otra vez.

Ed Rosenthal en el palacio de justicia junto con sus simpatizantes, septiembre de 2006 (por cortesía de indybay.org)
La primera condenación de Rosenthal fue revocada bajo apelación. Los fiscales federales vengativos se enojaron con sus críticas públicas de sus métodos y lo reenjuiciaron sabiendo que no podían castigarlo más. Ellos aun presentaron más acusaciones que el juez Breyer desestimó por ser vengativas.

El propio juicio fue digno de nota por la rehúsa en masa de la gente del movimiento pro marihuana medicinal citada a deponer a favor del gobierno en hacerlo. Igualmente digno de nota fue su escapada sin citaciones por desacato – por lo menos hasta el momento.

Rosenthal cultivaba las plantas para producir marihuana medicinal para el consumo en California, donde ella es legal, pero su defensa no pudo explicarlo al jurado porque fue prohibida de hacerlo por el juez Breyer. La ley federal y los tribunales federales no reconocen la marihuana “medicinal”. Breyer tampoco estuvo dispuesto a dejar que los abogados defensores fueran demasiado lejos en instar al jurado a votar con su conciencia.

“Hay cosas que no podemos hacer... Hay respuestas demasiado realistas, preguntas razonables que se puede tener que no puedo darles”, les dijo el abogado defensor Robert Ampranan a los jurados durante la argumentación final. “Temo a mi gobierno porque no siempre nos dice la verdad. El gobierno federal ha tenido casi seis años para llenar esta receta... y, con todo, su receta, señoras y señores, contiene ingredientes contaminados, sucios y malogrados”, dijo. “Si huele a algo que te va a hacer vomitar, tienes el derecho a rechazarlo”.

Poco tiempo después, mientras Amparan comparaba el proceso de Rosenthal a injusticias pasadas cometidas bajo la apariencia de la ley, como la esclavitud y el internamiento de nipoamericanos durante la II Guerra Mundial, Breyer echó al jurado de la sala de justicia y acusó a Amparan de intentar conducir el jurado a cuestionar la propia ley federal. Cuando Amparan contestó que no lo estaba haciendo, pero que pretendía citar los pretextos falsos para la guerra en Irak y la respuesta desastrosa al Huracán Katrina como otros ejemplos de equívocos del gobierno, la sala de justicia llenecita estalló en aplausos. Breyer advirtió que él iba a mandar evacuar la sala si otros arrebatos ocurrieran, de ahí ordenó que Amparan no hiciera ese argumento al jurado.

Tras deliberar durante dos días, el jurado condenó a Rosenthal por cultivar más de 100 plantas de marihuana, de asociarse delictuosamente para cultivar la droga y de mantener un cultivo en un almacén. Él fue absuelto de una cuarta acusación y Breyer ordenó con severidad que los fiscales sobreseyeran la quinta acusación cuando el jurado dijo que había llegado a un callejón sin salida.

“Es una vergüenza que el gobierno federal siga poniendo a los ciudadanos de California en la posición de tener que dejar sus propios votos en las urnas a un lado y fingir que no saben nada sobre la ley estadual o la ciencia médica”, dijo William Dolphin, vocero del fondo de defensa de Rosenthal, Green Aid. “Después que 60% del jurado simplemente se rehusó a tomar parte en un caso como éste, terminamos con un jurado que sintió la necesidad de seguir las instrucciones del tribunal”.

”El gobierno ha mostrado que puede realmente conseguir una condenación en un caso de marihuana medicinal en el distrito más simpatizante de la marihuana en el país”, dijo Dale Gieringer, director de la NORML California. “Por supuesto, cuando tenemos que jugar de acuerdo con sus reglas y no podemos ni mencionar el elemento principal de la defensa, es un caso sencillo. Ed estaba claramente cultivando marihuana, como fue demostrado por el gobierno”.

Si el veredicto fue algo decepcionante, hubo mucho drama y desobediencia civil en el tribunal el viernes pasado. Fue cuando seis testigos del movimiento pro marihuana medicinal citados por el gobierno a atestar contra Rosenthal simplemente se rehusaron. Cinco otros que estaban preparados para unirse a ellos fueron descartados con base en detalles técnicos.

Uno por uno, los testigos tercos Debbie Goldsberry, James Blair, Etienne Fontan, Evan Schwartz, Brian Lundeen y Cory Okie le dijeron a la corte que no iban a participar de un proceso inmoral. (Lea la trascripción en inglés aquí.) “Les dije que no podía participar e ir en contra de los deseos de la comunidad”, dijo Goldsberry.

El juez Breyer elogió a los seis por su conducta digna y les preguntó si ser enviados a la cárcel para el fin de semana los haría cambiar de opinión sobre testificar. Cuando ellos contestaron que no, él los mandó a casa para el fin de semana. Ellos reaparecieron el martes, reiteraron su rehúsa a atestar y Breyer simplemente los excusó.

La acción exitosa de desobediencia civil merece atención, dijo Gieringer de la NORML California. “Es importante que esto reciba alguna atención porque es una de las pocas acciones en que la gente ha tenido el coraje de correr el riesgo de ir a la cárcel por rehusarse a testificar a favor del gobierno”, dijo Gieringer. “El fiscal puede presentar acusaciones de desacato si quiere, pero creo que el juez se quedaría muy descontento. Rosenthal no irá a la cárcel de todos modos, entonces hacer que alguien vaya a la cárcel sería una verdadera parodia”.

“La comunidad se está hartando”, dijo Dolphin de Green Aid. “El jurado no estaba satisfecho, el juez no estaba satisfecho y una docena de personas citadas a testificar simplemente dijeron ‘no voy a hacerlo y no pueden forzarme’”.

El gobierno federal venció al conseguir varias condenaciones contra Rosenthal, pero la victoria puede ser pírrica. El Ministerio de la Justicia y los fiscales federales locales han logrado irritar a casi todos en Alta California, del juez para abajo. Y la persecución seguida de Rosenthal y otros proveedores de marihuana medicinal sólo ha fortalecido a la comunidad y la ha envalentonado a intentar nuevas tácticas provocativas.

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