Solemos reseñar libros solamente cuando acabaron de salir de la prensa, pero vamos a hacer una excepción para âBeat the Heatâ de la abogada Katya Komisaruk. Ãste es uno de los mejores libros de autodefensa que hemos visto en algún tiempo y creemos que nuestros lectores necesitan conocerlo.
Es triste que, en nuestra sociedad, necesitemos livros que nos digan cómo protegernos de la policÃa. Pero, con el número de arrestos por delitos de drogas subiendo inexorablemente todos los años para la marca de dos millones y con la prohibición siendo, a nuestro parecer, moralmente indefendible, aquellos de nosotros que consumen sustancias ilÃcitas (o que tienen amigos o entes queridos que las consuman) necesitan toda la protección posible.Este libro ayudará a los usuarios de drogas a evitar el arresto. No voy a tener medias palabras: Creo que esto es bueno. Llámenlo aplicar los principios de la reducción de daños al sistema de justicia penal de los EE.UU. Aunque reconozcamos los posibles daños que los usuarios de drogas pueden provocar a sà mismos o infligir a otros, creemos que los daños de ser arrestado y, bien posiblemente, preso, exceden con mucho los del consumo de drogas. La gente que perjudica a los demás puede ser castigada según otros tipos de leyes que aquellas que penalizan las drogas. Cualquier cosa que pueda tirar un poco de arena en los engranajes de la máquina de guerra a las drogas es algo para conmemorar.
âBeat the Heatâ tira arena en los engranajes de la máquina de guerra a las drogas. Lo hace enseñando a los lectores a cómo ejercer sus derechos constitucionales básicos. He ahà otro trazo triste en sà mismo. Tenemos polÃticas de drogas proibicionistas que confÃan en la renuncia ciudadana, consciente o inconsciente, de sus derechos en vista de hombres uniformizados e intimidantes con armas. Al fin, no es como si el consumo o la venta de drogas fuera un crimen en que hay una vÃctima denunciante. Los usuarios o vendedores de drogas tampoco ostentan normalmente sus artÃculos contrabandeados. La única manera por la cual muchos arrestos por drogas son hechos es dejando que la policÃa las intimide a hacer alguna estupidez â como admitir que fumaron marihuana o permitir que la policÃa busque su vehÃculo cuando saben que hay artÃculos ilÃcitos adentro.
Katya Komisaruk muestra cómo ejercer sus derechos de una manera fácil y realista, llena de escenas ilustradas en que ella le demuestra qué hizo mal y qué hacer en cambio. No es algo aparatoso: Ella aconseja a nunca conversar con la policÃa y a nunca consentir con una búsqueda. No hay nada que ganar y mucho que perder.
La policÃa no conversa para pasarla charlando. Están investigando, buscando posibles crÃmenes y cuanto más usted abre su boca, tanto mayores son las chances de terminar preso. En respuesta a las solicitaciones de la policÃa para conversar, Komisaruk recomienda esta frase: â¿Puedo irme?â
Si la respuesta es âsÃâ, entonces váyase. Si la respuesta es ânoâ, usted ya está siendo detenido o arrestado. La respuesta correcta a todas las preguntas siguientes de la policÃa es: âVoy a quedarme quieto. Quiero consultar a un abogadoâ.
Y cuando se trata de solicitaciones para pasar a usted, su casa o su vehÃculo en revista, la respuesta es siempre: âNo consiento con búsquedasâ.
Son derechos constitucionales básicos y parece sencillo ejercerlos. Pero, los policÃas son expertos en hacer que la gente renuncie a sus derechos. Una parte valiosa de âBeat the Heatâ es dedicada a explicar cómo la policÃa hace que la gente renuncie a sus derechos â intimidación, falsa simpatÃa, mentiras â y a cómo evitar caer en esas trampas.
Pero âBeat the Heatâ es mucho más que cómo no ser preso. También es un texto básico para aquellos que han sido presos y que ahora están a la merced del sistema de justicia penal. Komisaruk cubre todo eso, de ser puesto en libertad bajo fianza y trabajar con su abogado a qué hacer si todo lo demás ha salido mal y si la prisión es su destino. También hay un capÃtulo sobre cómo presenciar e informar con precisión la mala conducta de la policÃa y también capÃtulos sobre los derechos legales de menores y no ciudadanos.
No me entiendan mal: âBeat the Heatâ no ha sido escrito como un libro para ayudar a los usuarios de drogas a evitar la cárcel. No es una diatriba contra la guerra a las drogas. Simplemente enseña a las personas a cómo protegerse contra arrestos innecesarios conociendo sus derechos y a cómo ejercerlos con eficiencia. Y eso lo convierte en un libro que ayuda a los usuarios de drogas a evitar la cárcel. Soy completamente a favor de eso.
Hay 20 millones de usuarios de drogas sueltos en el paÃs actualmente. Si usted es uno de ellos o conoce a uno de ellos, usted necesita este libro. Komisaruk le hará comprender fácilmente lo que usted necesita para protegerse.
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