Esta semana, usando la ocasión de una visita a Afganistán del lÃder del Partido Conservador, David Cameron, diversos parlamentarios conservadores lo instaron a hacer presión por la producción legal y autorizada de opio en ese paÃs destrozado por la guerra, informó The Guardian. Los pedidos ocurrieron mientras por lo menos seis efectivos británicos han sido muertos este verano luchando con un resurgente Talibán en las provincias productoras de adormideras del sur de Afganistán y hacen eco de la posición explicada por primera vez el año pasado por el Consejo Senlis, un grupo internacional de seguridad y desarrollo.
"Las adormideras son lo peor del problema afgano", le dijo el azote conservador, Tobias Ellwood, al Guardian. "Estamos en un estado completo de negación del poder que los cultivos tienen en el paÃs como un todo y las tácticas de erradicación simplemente no están funcionando. El año pasado, gastamos $600 millones en la erradicación y todo el resultado fue la exportación más grande de opio de todos los tiempos del paÃs".
En vez de eso, dijo Ellwood, la agricultura de las adormideras deberÃa ser autorizada, con la cosecha siendo vendida legal y abiertamente. Eso ayudarÃa a agricultores, tratarÃa de la falta global de medicaciones opiáceas para el dolor y limitarÃa la oferta de opio para el mercado negro, donde, tras ser transformado en heroÃna, gran parte de ello llega a las venas de los viciados europeos. De acuerdo con Ellwood, el plan de autorización del opio tiene el apoyo de diversos parlamentarios conservadores y de figuras militares de alta patente en Afganistán.
Cameron, el lÃder conservador, ha sido abierto al pensamiento innovador en las cuestiones de las polÃticas de drogas. Ãl ha pedido la heroÃna prescriptible y aun ha instado a las Naciones Unidas a considerar la legalización de las drogas.
El Guardian citó a un trabajador no-identificado de una ONG que ha viajado extensamente por la provincia de Helmand que decÃa que los esfuerzos de erradicación estaban meramente haciendo con que los campesinos se juntasen al Talibán. "Los agricultores que están en mejores condiciones pagan sobornos a comandantes locales para que no tengan que erradicar, pero los otros son vÃctimas del corte de su principal fuente de renta", dijo el trabajador, que no querÃa ser nombrado a causa del peligro de ser identificado en el sur de Afganistán. "De ahÃ, el Talibán va a sus pueblos y dice, 'Le pagaremos a su hijo para que trabaje para nosotros y darle armas y alimentos'. Si se examina la oportunidad de los programas de erradicación y las irrupciones de violencia, ellos ocurren a menudo en la misma semana".
El trabajador de la ONG dijo que los miembros del Talibán habÃan sido localizados caminando por las calles armados en plena luz del dÃa en la capital de Helmand, Lashkar Gar, y que los combatientes árabes habÃan sido localizados a 10 millas de la capital. "Estamos echando gas sobre las llamas de la violencia con esta campaña de erradicación. Al alienar los habitantes locales, estamos cayendo en el plan polÃtico sofisticado de parte de la al-Qaida y del Talibán para desestabilizar el sur de Afganistán. La ingenuidad polÃtica de la comunidad internacional al hacer esto es alarmante", dijo el trabajador.
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