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Imposición de la ley: Las historias de policías corruptos de esta semana

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Un agente puertorriqueño es atrapado robando un carro blindado, una policía de Mississippi es atrapada por robar y consumir anfetamina y otro de Toledo a quien le gustaba festejar demasiado acepta un acuerdo. Vamos a ello:

En San Juan, Puerto Rico, un oficial de la policía puertorriqueña que trabajaba con la DEA fue acusado de robarse un carro blindado. Ángel Fernández Ramos, que trabajó como oficial antidroga durante los últimos cuatro años, fue uno de los cinco hombres presos el viernes pasado en el atraco de $515,000. Entre los otros estaban el padre de Ramos y dos tíos. El dinero ha sido recuperado. Los agentes del FBI dijeron que estaban buscando las relaciones entre este robo y otros robos de carros blindados en la isla.

En Gulfport, en Mississippi, una ex oficial de la policía de Moss Point fue sentenciada el 14 de junio a 41 meses de prisión por narcotráfico en el trabajo. Wendy Peyregne fue arrestada en diciembre de 2006 y acusada de seis cargos de tráfico de metanfetamina tras una investigación de dos años del FBI. Ella terminó confesándose culpable de dos cargos. De acuerdo con el FBI, Peyregne hizo transacciones en drogas mientras estaba de servicio en la comisaría de policía de Moss Point, traficó drogas desde su patrullero y consumió metanfetamina mientras estaba de servicio. Ella compartía la metanfetamina que compraba con, entre otros, un ex enamorado, que se convirtió en soplón y ayudó a agarrarla.

En Toledo, en Ohío, un ex oficial de la policía de Toledo se confesó culpable el 14 de junio de una contravención de drogas. El ex oficial Bryan Traband fue acusado primero de tenencia criminosa de drogas y de tres contravenciones – permitir abuso químico, tenencia de pertrechos para consumo de drogas y tenencia de drogas --, pero le fue permitido confesarse culpable de una sola acusación de permitir consumo de drogas. La policía de Toledo allanó la residencia de Traband después que un delator les dijo dos veces en febrero que él estaba vendiendo, teniendo y consumiendo cocaína y marihuana y que iba a dar una fiesta el 16 de marzo. La policía allanó la casa aquella noche. Traband recibió una sentencia suspensa de seis meses en el Centro Correccional del Noroeste de Ohío.

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