Editorial: Cosas que Pasan Una y Otra Vez
Uno de los reportajes en las noticias esta semana era el ritual anual del âPerdón del Pavoâ del DÃa de Acción de Gracias. Este año, âFlyerâ y âFryerâ, sus nombres fueron escogidos en una encuesta electrónica de los lectores en la página web de la Casa Blanca, lograrán vivir el resto de sus vidas naturales en una hacienda en la rural Virginia. El Perdón del Pavo, una acción casi oficial del Presidente de los EE.UU. en ejercicio, ha ocurrido confiablemente en toda semana de Acción de Gracias durante casi 60 años.
[inline:borden12.jpg align=right caption="David Borden"]Otra ocurrencia anual ha sido el relativo desuso del Presidente actual de su poder de conceder clemencias y perdones. Cuando yo hice mis primeros comentarios sobre el Perdón a los Pavos, âStarsâ y âStripesâ en 2003, Bush aún tenÃa que usar el poder. Ahora, eso ya no es completamente verdad, pero aún está cerca de ser verdad. De acuerdo con Debra Saunders del San Francisco Chronicle, el cómputo de presos federales creció vertiginosamente desde 2003 â de 150.000 para más de 190.000 â en tanto que el presidente ha emitido meras dos conmutaciones y 97 perdones durante todo su mandato. Como vegetariano de largo tiempo, seguramente no me opongo a los perdones de los pavos. Pero, cuando se trata de otra tradición antigua del feriado en la Casa Blanca, el perdón navideño a personas, George Bush ha sido un verdadero Scrooge, si no el Grinch, y eso debe parar.
Otra cosa que pasa una y otra vez â algo que nadie se atreverÃa a llamar de tradición, pero cuya recurrencia es llanamente inevitable â es la matanza accidental en allanamientos antidrogas de personas inocentes o por lo menos no violentas por escuadrones policÃacos paramilitares. Lo que pasa es que los equipos de la SWAT, muchos de los cuales se han vuelto más o menos escuadrones antidrogas, usan tácticas increÃblemente agresivas como arietes o bombas de impacto moral para entrar en las casas de sospechosos de infracción de la legislación antidroga. Las personas de adentro, que no están esperando la intrusión ni comprendiendo que eso es diferente de un ataque, reaccionan con trauma la mayor parte de las veces, pero, a veces, se mueren de ataques cardÃacos o por sacar armas en autodefensa y recibir disparos. A veces, las personas de adentro son acribilladas sacando sus armas o no.
[inline:stars.jpg align=left caption="Perdonar a pavos no basta â porque ya basta."]Un informe del Instituto Cato este año examina el problema con detalles. Ha estado creciendo. Kathryn Johnston de Atlanta fue la última vÃctima. La mujer de 92 años disparó contra tres policÃas después que forzaron su entrada sin tocar la puerta. Los policÃas fueron heridos, pero le dispararon a Johnston, que fue muerta. La gente está nerviosa con razón, muchos con relación a la justificativa del uso del arma de Johnston en las circunstancias, pese a la tragedia que resultó. La policÃa llamó de âtrágicoâ el incidente, pero también dijo que estaba ejecutando una orden legal después que un oficial encubierto habÃa comprado drogas en su casa. Con el tiempo se sabrá si esa afirmación es verdadera o falsa. Pero, aunque lo sea, ¿cómo justifica lo que pasó?
Las matanzas de la guerra a las drogas cometidas por equipos de la SWAT de personas que son inocentes o no merecedoras de eso son apenas uno de los muchos ultrajes de la guerra a las drogas que suceden una y otra vez. En mi opinión, ya es hora de decir âya bastaâ.
Como primer paso, les pido a aquellos que leen esto, que tienen otros ultrajes de la guerra a las drogas con que se importan, a hacer publicaciones discutiéndolos en la sección de comentarios en la parte inferior de esta página web. (SerÃa estupendo si se conectaran primero, para que no fueran âanónimosâ y para que la gente, incluso nosotros en DRCNet, supiera cómo contactarlos. Vamos a rediseñar la página para facilitarlo durante las próximas semanas.)
La próxima semana, empezaremos a hablar sobre el segundo paso...
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