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Canadá: Gobierno conservador promueve severo paquete contra la delincuencia y parlamentaria liberal contesta con proyecto de despenalización de la marihuana

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El gobierno conservador del primer ministro canadiense Stephen Harper ha introducido un paquete contra la delincuencia y la droga que esperaba hacer aprobar rápidamente en el Parlamento, pero con la oposición, los liberales paralizando los trámites y el Nuevo Partido Democrático (NDP, por sus siglas en inglés; NPD, en francés) contraponiéndose, la aprobación empieza a parecer mucho menos segura. Mientras tanto, una destacada parlamentaria liberal ha introducido un proyecto de ley para despenalizar la tenencia de marihuana.

Libby Davies
Los dos proyectos del gobierno, el C-14 y el C-15, impondrían sentencias mínimas obligatorias contra algunos delitos de sangre y de pandillas y ciertos delitos de drogas, respectivamente. El segundo impondría una sentencia mínima obligatoria de un año a alguien que tenga tan sólo una planta de marihuana, si se determinara que ella estaba destinada a la distribución.

Los conservadores esperan sacar provecho de una retahíla de delitos de violencia pandillera bastante divulgados y relacionados con la prohibición en la región de Vancouver para promover su agenda, pero parece cada vez más que los liberales y el NDP no van a seguir la corriente pese a los indicios anteriores de que no iban a combatir el paquete conservador.

Pero el viernes pasado la parlamentaria Libby Davies de Vancouver Este del NDP fustigó el C-15 durante un largo discurso parlamentario y el miércoles el Dr. Keith Martin, crítico de la Promoción de la Salud de los liberales y parlamentario de Esquimalt-Juan de Fuca en Columbia Británica, anunció que iba a introducir un proyecto de ley para despenalizar la marihuana esta semana.

“El abordaje de la ‘guerra contra las drogas’, caracterizado por la tolerancia cero, ha sido un fracaso total”, dijo Martin. “No ha reducido el índice de delitos de sangre ni el de consumo de drogas, no ha ahorrado dinero ni ha salvado vidas. Para realizar un cambio significativo en las calles de nuestras ciudades, debemos despenalizar la tenencia de pequeñas cantidades de marihuana. Esto hará que se trate de la toxicomanía en el sistema de salud pública y no a través de los tribunales. Romperá la conexión entre el crimen organizado y los usuarios de drogas. Este proyecto es una mala noticia para las pandillas criminosas porque haría colapsar la demanda del producto de la droga”, argumentó Martin.

“En la profesión médica, nuestro primero principio es ‘no hacer daño’”, prosiguió Martin. “En realidad estamos haciendo un daño terrible si seguimos haciéndonos cargo de la toxicomanía únicamente como problema criminal desde el nivel federal. Hay que sacarse las anteojeras; tenemos que partir de una perspectiva médica si queremos recuperarnos”.

Eso le parece bien a la parlamentaria Davies, quien ejerce la función de crítica de políticas de drogas de los Nuevos Demócratas. Al citar estadísticas que mostraban un gran aumento en la cifra de canadienses que informaron haber consumido drogas ilícitas en los últimos 15 años, Davies llamó las políticas prohibicionistas “totalmente ineficaces” y señaló a EE.UU. como mal ejemplo. “Basta con que miremos al sur de la frontera, donde la sedicente guerra contra las drogas ha desatado millones y millones de millones de dólares y donde hay números masivos de personas encarceladas, para ver qué fracaso es”.

Al aludir a éxitos con el abordaje de los cuatro pilares de Canadá – prevención, tratamiento, represión legal, reducción de daños -, Davies dijo que el proyecto de ley conservador sería “una divergencia radical” y que los conservadores jugaban a la política del miedo. “No hay duda de que es el núcleo de la agenda del gobierno conservador acerca de la delincuencia. Se trata de la óptica política. La he llamado la política del miedo”.

En vez de contestar con medidas condenatorias de mano dura, por qué no tomar una dirección distinta, preguntó Davies. “Tratamos del proyecto sobre la despenalización de la marihuana [cuando los liberales estaban en el poder]. Sé que hay parlamentarios en la Cámara que estaban en el comité. Oímos hablar que había 600.000 canadienses que tenían antecedentes por tenencia de marihuana. ¿Por qué por lo menos no empezamos por allí y decimos que vamos a despenalizar y luego legalizar la marihuana? Empezaríamos en un lugar en que hay bastante apoyo de la opinión pública. Deberíamos cambiar el régimen que tenemos”.

Davies también convocó a los liberales para que ayuden a derrotar el C-15. “Me intereso mucho por lo que la camarilla liberal va a hacer con el proyecto”, dijo. “Espero que podamos derrotarlo. Espero que podamos decir que no es la dirección adecuada. El NDP no cree que el proyecto de ley debería ser aprobado. No está fundado en buenas políticas públicas. Va a ser nocivo y caro. La verdad es que ya es hora de embarcarse en un abordaje de buen sentido y aceptar las pruebas abrumadoras de que la guerra contra las drogas ha causado más muerte, dolor, daño y delincuencia que podemos soportar. Ya es hora de detenerla”.

Los proyectos sobre las mínimas obligatorias están siendo considerados por el Comité de Justicia y Derechos Humanos de la Cámara. Todavía no se ha programado ninguna vista o votación.

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