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Marihuana medicinal: Víctima de TEPT demanda a centro de terapia del dolor de Virginia Occidental por dispensarlo porque fuma marihuana en busca de alivio

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Los pacientes consumidores de marihuana medicinal son discriminados rutinariamente en ambientes médicos. Aun en estados con marihuana medicinal, les niegan trasplantes a pacientes porque los consideran “toxicómanos”. Por todo EE.UU., los pacientes que consumen marihuana medicinal enfrentan problemas para obtener el tratamiento tradicional de los dolores, especialmente en razón de los “contratos de terapia del dolor” utilizados por médicos que o no comprenden ni creen en la marihuana medicinal o temen la mano dura de la fuerza pública federal o los dos. Ahora, en Virginia Occidental, un paciente está contraatacando.

Ronald Sprouse, residente de la Comarca de Putnam, interpuso una demanda el 03 de septiembre contra un médico y una casa de salud por afirmar que se negaron a recetarle analgésicos y lo dispensaron como paciente después de sacarse positivo para marihuana el 13 de junio. Sprouse demanda al Family Care Health Center, a la gerente Janice Amburgey y al Dr. Larry Beker por rehusarse a tratarlo porque consume marihuana medicinalmente.

En su pleito, Sprouse admitió que fuma marihuana y dijo que lo hace para aliviar los síntomas de Trastorno por Estrés Postraumático. “Además, el demandante asevera que muchas medicaciones han sido usadas en el pasado para intentar tratar su trastorno sin éxito”, decía la demanda. “Solamente el consumo de marihuana ha demostrado eficacia para controlar el trastorno del demandante”. Sin la marihuana, escribió Sprouse, se pone violento para con su familia y hesita en dejar su hogar por temor de cómo reaccionará a los demás. “A menos que sea medicado adecuadamente, el demandante no puede dormir, tiene sudores nocturnos y ataques de depresión profunda”, decía la demanda.

Sprouse admitió firmar un contrato de terapia de dolor o acuerdo que dice: “Se puede exigir exploraciones toxicológicas del orín o del plasma sanguíneo y se necesita su cooperación. La presencia de sustancias no autorizadas (legales o ilegales) resultará en el despido del consultorio”.

Pero Sprouse argumentó que la cláusula es inválida, primero porque Family Care no le dio un listado de lo que consideraba sustancias no autorizadas. “Sin dicha lista el demandante no podía saber qué Family Care consideraba sustancias no autorizadas legales o ilegales”, decía la demanda.

Puede ser que tenga más suerte con su segundo argumento en contra del contrato de terapia de dolor. Él firmó el contrato bajo coerción, argumentó, porque tenía que obtener el tratamiento. “En este caso, el demandante fue forzado a firmar el Acuerdo de Terapia del Dolor o vivir una vida con dolores constantes sin medicamento”, decía su pleito.

Sprouse también alegó que infringió el acuerdo por razones de salud, no por mala fe. “Family Care no estaba autorizada a prescribir la medicación necesaria para aliviar su enfermedad grave, así como cualquier profesional médico en el Estado de Virginia Occidental”, declara la demanda. “A fin de preservar su salud, estabilidad mental y la seguridad de su familia y los demás, el demandante fue forzado a automedicarse”.

Como remedio, Sprouse busca un juicio contra el centro que lo ordenaría a seguir tratándolo e impediría que pusiera cualquier comentario negativo en su historia clínica que inhibiera a otros médicos o consultorios de prescribirle remedios. También pide los costes judiciales.

Sprouse ha solicitado un juicio con jurado. Va a representar a sí mismo.

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