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Policial: Las historias de policías corruptos de esta semana

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Una fiscal tejana de la condicional es presa, un policía de Baltimore es pillado pegándole a un sospechoso de comprar drogas, un policía virginiano es condenado por metanfetamina, muchos guardias de prisión son presos en Florida y otro en Nuevo México. Apenas una semana más en la guerra a las drogas. Vamos a ello:

En Big Sandy, Tejas, el mes pasado una fiscal de libertad condicional juvenil de la Comarca de Upshur fue arrestada por acusaciones de tenencia de drogas después que la policía allanó el hogar que compartía con su novio. La fiscal de la condicional Jessica Hill es acusada de tenencia de marihuana, de una sustancia controlada y de una droga peligrosa. La redada sucedió después que un hombre intoxicado fue preso y dijo que compró la metanfetamina encontrada en la casa de Hill. El oficio de la policía para obtener la orden de registro decía que los policías sospechaban que se vendía marihuana, metanfetamina y pastillas en la casa. Los policías encontraron una balanza, papelinas con residuos, marihuana, polvos blancos, varias pastillas y un revólver 9 mm, entre otros artículos. De acuerdo con un informe posterior, el novio de Hill se mudó de la casa hace algunos meses, dejándola como la probable vendedora de drogas, suponiéndose que las ventas sucedieron. Hill ha sido libertada bajo fianza, pero ahora tiene que encontrar trabajo – ella fue despedida poco tiempo después de ser arrestada.

En Baltimore, un policía de Baltimore fue arrestado el viernes pasado por asaltar a un hombre que creía ser un comprador de drogas. En cambio, la víctima era un detective encubierto que fingía ser un cliente de drogas en un montaje armado por detectives que investigaban una denuncia ciudadana contra el oficial. Ahora ese policía, Jerome Hill, 35, ha sido suspendido sin remuneración y responde a proceso por acusaciones de agresión de segundo grado. Él era investigado a causa de una “alegación grave” anterior hecha por un ciudadano. Los documentos de acusación describieron como un detective encubierto se quedó en una esquina mientras otro reportó una denuncia de un sospechoso que parecía estar buscando drogas. En unos cuantos minutos, el oficial Hill llegó, salió de su auto y le dio un puñetazo al detective en la cara sin ser provocado. Luego Hill y otro policía intentaron esposar al detective encubierto, pero sus colegas llegaron al sitio y se llevaron a Hill a la jefatura para interrogatorio. Los residentes de la Calle Clinton Norte, donde Hill fue arrestado, dijeron que él tenía la reputación de policía duro y que la policía les pegaba rutinariamente a jóvenes del barrio.

En Abingdon, Virginia, un ex policía de Saltville fue condenado por dos cargos de delitos de drogas el viernes pasado. El ex investigador Gary Ray Call fue condenado por tentativa de tenencia de metanfetamina con la intención de distribuir y de ser un consumidor de droga ilegal en posesión de un arma de fuego. Call cayó después que un testigo dijo que le había vendido metanfetamina antes y luego le tendió una trampa para que comprara cuatro papelinas de metanfetamina falsa para reventa. De acuerdo con la deposición, Call había estado consumiendo metanfetamina durante tres años y había empezado a hacerlo con un segundo de la Comarca de Smith mientras trabajaba como funcionario del programa DARE. Call puede recibir pena de 18 a 24 meses en prisión federal.

En la Comarca de Sumter, Florida, nueve empleados de una prisión federal fueron incriminados el viernes pasado por cargos de pasar contrabando – en su mayoría tabaco, pero también marihuana y heroína – en la Penitenciaría Federal de Coleman. La mayoría fue acusada de recibir sobornos de hasta $20,000. Las acusaciones fueron presentadas contra siete agentes penitenciarios, un cocinero y un asesor de tratamiento de la drogodependencia que trabajaban en instalaciones de baja, media y alta seguridad en Coleman.

En Clovis, Nuevo México, el 22 de enero, un funcionario de la cárcel de la Comarca de Curry fue arrestado y acusado de contrabandear marihuana para presos. El guardia Carsten Douglas, 23, admitió contrabandear paquetes de marihuana, pero dijo que fue chantajeado por los internos. De acuerdo con Douglas, un interno robó las llaves de su esposa y estuvo de acuerdo en llevar paquetes en cambio del preso no contarles el incidente a las autoridades. Él admitió entregar cuatro paquetes en una semana. Ahora responde a proceso por cuatro cargos de llevar contrabando a una cárcel y cuatro de asociación delictuosa.

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