El lunes, la Real Policía Montada Canadiense (RCMP, por la sigla en inglés) lanzó su informe anual sobre el estado de la lucha contra la droga y ello muestra que, en gran parte, las políticas de drogas prohibicionistas de Canadá no han vuelto las drogas ilícitas ni más ni menos disponibles, sino que han fomentado el crecimiento del crimen organizado. La RCMP no lo dice de esa manera, a pesar de todo.

“El envolvimiento del crimen organizado ha expandido considerablemente el tráfico de drogas ilícitas de Canadá, lo que supone una gran amenaza tanto doméstica como internacionalmente”, señaló la RCMP. “De hecho, las organizaciones criminosas que se especializaron anteriormente en un tipo de droga ahora se han ramificado en tráfico, importación y exportación de varios artículos. Ellas son poderosas, bien relacionadas y trafican en operaciones ilícitas altamente lucrativas por todo el globo”.

El informe, La situación de las drogas ilícitas en Canadá en 2006 [Drug Situation in Canada -- 2006], proporciona un panorama del narcotráfico canadiense y pone de relieve nuevas tendencias emergentes. Ello se basa en las estadísticas sobre los arrestos e incautaciones de drogas recopiladas por la RCMP.

No importa cual droga ilícita el informe examine, es difícil encontrar éxito en la supresión. Pese a que las redadas de cultivos de marihuana hayan caído en Columbia Británica, la producción sigue estable en Ontario y Québec, Canadá abastece casi toda su marihuana, los contrabandistas por encima de la frontera estadounidense han cultivado con cada vez más sofisticación y los grupos del crimen organizado involucrados se están ramificando, descubrió el informe.

La Policía Montada informó confiscar 1.7 millón de plantas y 13.000 kilogramos de marihuana en 2006, pero señaló que el tamaño calculado del cultivo de marihuana canadiense está entre 1.400 y 3.500 toneladas métricas, lo que da a entender que las labores de represión han causado un impacto marginal. “La producción de marihuana sigue siendo un sector en evolución y muy lucrativo, lo que sigue llamando la atención de grupos del crimen organizado”, observó la Policía Montada.

En cuanto a otras drogas, “la cocaína sigue siendo de fácil acceso por todo el país”, el problema del éxtasis fue caracterizado por “la amplia oferta y el consumo firme” con “niveles elevados de producción y distribución domésticas”, en tanto que la “oferta de metanfetamina sigue expandiéndose hacia el este” con “superlaboratorios” canadienses aumentando aun cuando caían las redadas contra laboratorios de metanfetamina en general. En cuanto a la heroína: “Ha habido cambios marginales en la oferta y la demanda de heroína en Canadá a lo largo del año pasado. La oferta y la pureza de la heroína no han caído y los precios siguen estables en su mayor parte”.

En conjunto, la RCMP dijo que el valor de las drogas incautadas en 2006 fue de $2.3 billones, siendo que las aprehensiones de marihuana respondían por cerca de $2.2 billones de eso. Con todo, la RCMP estima la economía de drogas ilícitas en algo entre $11 y $45 billones al año, la imposición de la legislación antidroga ha fracasado tanto en Canadá como en los EE.UU.

El gobierno conservador del primer ministro Stephen Harper quiere tratar de este fracaso con lo que es esencialmente la misma cantaleta de siempre y ha presentado una ley que incrementaría las penas para delitos de narcotráfico e introduciría sentencias mínimas obligatorias para algunos de ellos. Pero el informe de la RCMP debería desalentar la idea de que uno puede reducir el consumo o la oferta de drogas a través de la represión.