En la Ciudad de Nueva York, la Brigada Antidroga de Brooklyn Sur está siendo investigada de nuevo, de esta vez después que dos policías encubiertos fueron filmados refiriéndose a negros como “niggers” y un tercero generó grandes números de quejas civiles. Los agentes malhablados, que fingían ser consumidores de drogas para operativos de compra y aprehensión en Coney Island, estaban conversando el uno con el otro y no asumían personajes encubiertos cuando hicieron los comentarios. Ahora hacen trabajo de oficina hasta que se realicen más investigaciones. El tercer policía, un detective de paisano que también trabajaba para la brigada antidroga, fue obligado a hacer trabajo de oficina también el mes pasado por recibir un alto número de denuncias de la Junta Revisora de Quejas Civiles. Éste es apenas el último problema para Brooklyn Sur. El año pasado, 40 sargentos y tenientes en la brigada antivicio fueron transferidos después que un puñado de policías robó aparatos electrónicos de alta calidad durante redadas contra garitos y clubes y los puso en la comisaría. Tres policías más de Brooklyn Sur son acusados de irrumpir en una casa de masajes que habían allanado para robar cintas del sistema de seguridad que pueden haber declarado inocentes a sospechosos. Hace cuatro años, 26 detectives de la Brigada Antidroga fueron rebajados a policías después de ser pillados en una estafa en horas extras, y, al mismo año, una teniente les metió un juicio a sus supervisores por asedio sexual. Sigue la batida.

En Santa Fe, Nuevo México, la brigada antidroga de la policía de Santa Fe está de vuelta después que los operativos habían sido suspensos durante un año mientras que investigadores federales examinaban la división de estupefacientes y robos con allanamiento de morada de la comisaría. Eric Johnson, el jefe de policía, paralizó todas las investigaciones de estupefacientes de la ciudad en noviembre de 2006, cuando el FBI le informó de su investigación. Hasta el momento, eso ha resultado en los arrestos del sargento Steve Altonji y del detective Danny Ramírez, que son acusados de robarse dinero de narcotraficantes. Ahora, el jefe Johnson dice que dos policías santafesinos han sido asignados al Destacamento Antidroga de la Región Tres y ya han realizado su primer montaje encubierto en un parque de la ciudad.

En Boston, un ex policía bostoniano fue condenado a 13 años en prisión federal el 12 de diciembre por darle protección a un cargamento de cocaína para lo que él creía ser traficantes miamenses, pero quienes resultaron ser agentes federales encubiertos. El ex oficial Carlos Pizarro, 37, fue uno de tres policías bostonianos arrestados el año pasado tras irse a Miami para recolectar $35,000 de los “traficantes” para escoltar un camión que creían estar llevando 100 kilogramos de cocaína. Pizarro y los otros dos policías, Roberto Pulido y Nelson Carrasquillo, se habían declarado culpables de asociación delictuosa y tentativa de tenencia con la intención de distribuir cocaína. Pizarro es el primero a ser sentenciado.

En Daytona Beach, Florida, el sábado un policía de Daytona Beach fue arrestado tras ser atrapado robando dinero y pertrechos para consumo de drogas dejados como anzuelo por investigadores. Robert Rush, 29, integrante del Equipo de Supresión de la Criminalidad, es acusado de improbidad oficial. La Policía de Daytona Beach dijo que tomó providencias después de varias quejas de ciudadanos respecto a Rush. El 13 de diciembre, pusieron $90 y una pipa de crack en una furgoneta e hicieron que Rush y su compañero investigaran la actividad de venta de drogas. Mientras los investigadores observaban, Rush regresó a la comisaría y presentó la pipa como prueba, pero no admitió ni ver ni tomar el dinero. Cuando salió del servicio, otros policías lo hicieron parar y descubrieron los $90, que él afirmó que se olvidó de etiquetar. Él fue suspenso el sábado y despedido este miércoles.

En Austin, Minnesota, el lunes un capitán de la Policía de Austin fue arrestado por robarse dos envases de pastillas recetadas de Oxycontin [oxicodona] presentados como prueba. El capitán Curt Rude ha admitido agarrarse los envases de pastillas y ahora responde por acusaciones de robo criminoso, delito de drogas criminoso en el 5º grado e interferencia contraventora grosera en propiedad bajo custodia oficial. Él recibió licencia administrativa el mes pasado tanto que el robo fue informado. Actualmente, está de licencia administrativa remunerada. Rude puede recibir hasta 10 años de prisión por el cargo de robo y cinco años por el cargo de delito de drogas. [Ed.: ¿Corrupción o desesperación?]

En Zanesville, Ohío, un policía de Zanesville estaba entre las cinco personas arrestadas por acusaciones de delitos de drogas el 12 de diciembre. El oficial Donald Peterson, 53, es acusado de concertar transacciones en cocaína y vender medicamentos recetados, algunos de los cuales él confiscaba durante batidas de tráfico mientras llevaba el uniforme. De acuerdo con una denuncia criminal no confirmada al día siguiente, Peterson dijo que había otros en la comisaría que podían darle los medicamentos recetados. Él cayó gracias a un “informante cooperativo” quien dijo que Peterson organizó la compra de ocho bolsas de $20 de crack en una ocasión, le vendió seis pastillas de morfina y dos analgésicos en otra y se ofreció a pagarle en drogas si cuidara del hijo de Peterson en otra más. La esposa de Peterson, Serritha, 29, también fue arrestada por acusaciones de venta de pastillas de morfina y otros analgésicos al informante. Los cinco arrestados son acusados de distribución de sustancia controlada y asociación delictuosa para distribuir sustancia controlada y cada uno puede recibir hasta 40 años de prisión si son condenados. La caída de Peterson empezó tras la estela del arresto de los policías Sean Beck y Trevor Fusner de Zanesville en octubre, quienes estaban tramando una falsa redada policíaca para robar un cargamento de cocaína. Durante la investigación de los dos, el nombre de Peterson salió a luz.

En Longview, Tejas, el lunes un carcelero de la Comarca de Gregg fue arrestado por traer drogas ilegales a la instalación carcelaria del Norte. Eric Sanders, 21, es acusado de entregar contrabando a reclusos y ahora él mismo se ha vuelto uno en la Cárcel de la Comarca de Gregg. Él es acusado de tener una sustancia prohibida en una penitenciaria, un crimen en el tercer grado. Él también ha sido despedido. Aún no se sabe cual era la droga.

En La Grange, Kentucky, el 15 de diciembre un guardia de la Secretaría de Administración Penitenciaria de Tejas fue arrestado y acusado de llevar marihuana, alcohol, un DVD pornográfico y tabaco a la Penitenciaria de Roederer en La Grange. El guardia Joshua Bertholf, 26, responde a juicio por dos cargos de promoción del contrabando en el primer grado por la marihuana y el alcohol y dos cargos de promoción del contrabando en el segundo grado por la pornografía y los cigarrillos. Ahora ha sido rebajado del trabajo en la prisión estadual a vivir en la Casa de Detención de la Comarca de Oldham.