Reportaje: Se divulgan las últimas cifras para el consumo de drogas entre adolescentes â Casa Blanca afirma éxito, crÃticos recomiendan cautela
El último sondeo anual Monitoring the Future del consumo de drogas entre adolescentes fue lanzado el martes. Ello mostró una caÃda gradual continua en el consumo total de drogas entre adolescentes, gracias en gran parte a Ãndices reducidos de consumo de marihuana y metanfetamina, pero un rebote en el consumo de éxtasis y la popularidad creciente de los analgésicos recetados. Aunque la Casa Blanca y el Gabinete de PolÃtica Nacional de Control de las Drogas (ONDCP, por la sigla en inglés) alabara los hallazgos por validar su estrategia antidroga, esa opinión contó con un montón de crÃticos.
[inline:bush-walters-volkow.jpg align=right caption="George Bush con el secretario antidroga Walters y la directora del NIDA, Nora Volkow"]El sondeo MTF, ahora en su 33er año, es realizado por el Instituto de Investigación Social de la Universidad de Michigan. Ello sondeo a 50.000 estudiantes de octavo, décimo y duodécimo en todos los Estados Unidos.
De acuerdo con el sondeo, la proporción de estudiantes de octavo que consumió cualquier droga ilÃcita por lo menos una vez en el año anterior fue de 13,2%, una caÃda de los 14,8% con relación a 2006. Los alumnos de décimo y duodécimo informaron Ãndices anuales de prevalencia de 28,1% y 35,9% respectivamente, ambos en baja de menos que un punto porcentual con relación al año anterior. Apenas la disminución informada entre los de octavo era estadÃsticamente considerable.
Entre las drogas cuyo consumo cayó el año pasado estaban la marihuana, las anfetaminas, las metanfetaminas, la Ritalina [metilfenidato] y lo que el MTF llamó âmetanfetamina cristalâ o metanfetamina fumable o hielo. La marihuana sigue siendo la más popular de todas las drogas ilÃcitas, consumida dentro del último año por estudiantes de décimo y octavo, 25% de los de décimo y 32% de los de duodécimo, pero su consumo entre los de octavo cayó 1,4%, una cantidad estadÃsticamente significativa, con relación a 2006. Los de décimo mostraron una caÃda diminuta, aunque el consumo permaneciera firme entre los de duodécimo.
De acuerdo con el MTF, el consumo de anfetamina llegó al punto más alto a mediados de los años 1990 y ha caÃdo firmemente desde entonces, en tanto que la metanfetamina cristal alcanzó sus niveles más bajos de consumo desde 1992 este año. Ocho por ciento de graduandos informaron consumir anfetaminas en 2007, mientras que 1,6% informó consumir cristal. La Ritalina, una anfetamina recetada utilizada para tratar el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, ha presenciado la caÃda gradual de su consumo desde que fue medida por primera vez en 2001. Este año, entre 2% y 4% de los estudiantes sondeados informaron consumirla fuera de supervisión médica. El consumo de metanfetamina también sigue en una bajada lenta, cayendo cerca de dos tercios en todos los años desde que fue medida por primera vez en 1999. Menos de 2% de estudiantes informaron usar metanfetamina en el año anterior.
âEstamos animados por ver su popularidad decaer entre adolescentes porque esta droga tiene un potencial muy grande de abuso y dependenciaâ, dijo Johnston.
Pero aunque el consumo de marihuana y metanfetamina haya caÃdo, una serie de otras drogas se mantuvo firme, inclusive el polvo y la piedra de cocaÃna, el LSD, otros alucinógenos, la heroÃna, otros estupefacientes, el Oxycontin [oxicodona] en especÃfico, el Vicodin [acetaminofeno e hidrocodona] en particular, los sedantes y los tranquilizantes. Menos de 5% de los graduandos informaron consumir cocaÃna o psicodélicos, menos de 2% informó consumir crack o LSD y menos de 1% informó consumir heroÃna.
Unos 6% de los graduandos informaron consumir sedantes y el mismo número informó tomar tranquilizantes, en tanto que 9% consumieron estupefacientes salvo la heroÃna. Cinco por ciento consumieron Oxycontin, un ligero, pero estadÃsticamente insignificante incremento ya que fue medido por primera vez en 2002 y 10% de los graduandos informaron consumir Vicodin. Para la mayor parte de estas drogas, los niveles de consumo están en o cerca de los últimos puntos más altos.
La única droga que mostró un aumento es el éxtasis, ya que 4,5% de los graduandos informaron consumirla este año, un alza con relación a los 4,1% el año pasado. Pero eso es apenas mitad del nivel de consumo informado en 2001, el año más alto desde que las encuestas sobre la droga empezaron en 1995.
âEstos Ãndices de prevalencia no son muy altos todavÃa, pero aquà hay pruebas de que esta droga está empezando a regresarâ, dijo Johnston. âLos jóvenes están empezando a creer que su consumo es menos peligroso que sus predecesores tan pronto como 2004 y eso es una advertencia de que el incremento en el consumo puede seguirâ.
El MTF y el gobierno Bush compararon varias veces los datos de este año con los de 1996, cuando el consumo de drogas entre adolescentes llegaba a un reciente punto alto. Eso fue causa de algunas afirmaciones impresionantes, como la del MTF de que la prevalencia anual entre estudiantes de octavo âera de 24% en 1996, pero habÃa caÃdo para 13% hacia 2007, una caÃda de casi la mitadâ. Pero los datos son mucho menos impresionantes cuando comparados con 1991, el primer año listado en las tablas del sondeo MTF. Para todos los tres años, los niveles de consumo de drogas fueron más altos este año que entonces.
Con todo, el MTF, el presidente y su secretario antidroga fueron todos optimistas. âLas caÃdas cumulativas desde los últimos niveles altos de envolvimiento con drogas en mediados de los años 1990 son muy considerables, especialmente entre los estudiantes más jóvenesâ, dijo Lloyd Johnston, distinguido cientÃfico investigador de la Universidad de Michigan, el principal investigador del MTF.
âLa estadÃstica más animadora está relacionada con el consumo de metanfetamina, que ha caÃdo en picado a impresionantes 64 por ciento desde 2001â, dijo el presidente Bush. âUna excepción a esta tendencia es un alza en el abuso de ciertos analgésicos recetadosâ, añadió. âEsto es preocupante y vamos a seguir haciendo frente al desafÃo y, en general, la dirección tiene esperanzasâ.
Walters y el ONDCP también les dieron la mejor apariencia a las cifras. Ahora la página web de la agencia ostenta un sitio que hacÃa alarde de los hallazgos como si justificaran la estrategia antidroga y contaba con una serie de gráficos mostrando las caÃdas en el consumo de drogas.
Pero habÃa muchos escépticos. âAunque seguramente sea una buena noticia que el consumo adolescente de drogas ilegales parezca estar cayendo, casi toda esta caÃda se debe a que menos adolescentes están consumiendo marihuanaâ, dijo Bill Piper, director de asuntos nacionales de la Drug Policy Alliance. âEl consumo adolescente de drogas duras como la cocaÃna y la heroÃna ha permanecido firme y el consumo ilegal de muchos fármacos recetados está incrementando. El gobierno Bush necesita echarle un vistazo al panorama de las conductas de los estudiantes y presentar estrategias pragmáticas que sostengan, de esencia, la sanidad, la seguridad y el bienestar de los jóvenesâ.
Aunque el consumo de drogas pueda ser problemático, dijo Piper, responder a eso con arrestos no es la solución. âPuede ser difÃcil recuperarse de la toxicomanÃa y de los problemas que acompañan la drogadicción, pero los estudiantes pueden no recuperarse jamás del arresto y del encarcelamiento por infracciones de la legislación antidroga, lo que, en general, significa la pérdida permanente de elegibilidad para ayuda financiera estudiantil del gobierno federal e impedimentos graves a conseguir empleo. El número de personas que consume drogas ilegales fluctúa de un año al otro, pese a que el gobierno dice. Lo que no cambia es la falta de acceso de muchos estadounidenses a un tratamiento eficaz de la drogodependenciaâ.
Las últimas cifras revelan âtendencias perturbadorasâ, dijo el Marijuana Policy Project. âEsta nueva encuesta documenta el fracaso completo y total de las polÃticas del gobierno actual respecto de la marihuanaâ, dijo Aaron Houston, el director de relaciones gubernamentales del grupo, citando niveles más altos de consumo para la mayor parte de las drogas con relación a los 15 años anteriores.
Quizá lo más perturbador, señaló Houston, sean los malentendidos con respecto a los peligros de las drogas mostrados en este sondeo, particularmente entre los adolescentes más jóvenes encuestados. Por ejemplo, 50,2% de los estudiantes de octavo veÃan âgran riesgoâ en fumar marihuana ocasionalmente â más que los que veÃan gran riesgo en experimentar crack o polvo de cocaÃna, LSD o tomar casi todos los dÃas. Era más probable que los de duodécimo desaprobaran el consumo ocasional de marihuana que las borracheras (tomarse cinco o más copas de una sola vez) una o dos veces todos los fines de semana.
âEl secretario antidroga John Walters hace alarde de pequeñas mejorÃas de corto plazo, pero ignora el panorama de propósitoâ, dijo Houston. âA la larga, el consumo de drogas entre adolescentes está en alza, no en bajada. Como padre, no quiero que ningún niño fume marihuana. Es muy asustador que la Casa Blanca haya convencido a millones de adolescentes que las drogas que pueden literalmente matarlos son más seguras que la marihuana. Estamos llevando a cabo polÃticas cuyas costas serán pagadas en vidasâ.
Matthew Robinson, profesor de justicia penal y criminologÃa en la Universidad Estadual Apalache y coautor de âMentiras, malditas mentiras y la estadÃstica de la guerra a las drogasâ [Lies, Damned Lies, and Drug War Statistics], una obra que critica bastante la manipulación de datos del ONDCP, también tenÃa unas cuantas palabras para el secretario antidroga. âLas recientes afirmaciones del ONDCP con respecto al estudio de 2007 del MTF son equÃvocas y no cuentan todo lo que se deberÃa saber sobre el consumo joven de drogas en los Estados Unidosâ, dijo.
âPrimero, el sumario electrónico del ONDCP del MTF cuenta con un enfoque muy limitado de 2001 a 2007â, observó Robinson. âComo en sus informes anuales de la estrategia, el ONDCP minimiza las tendencias de consumo de drogas de largo plazo. En verdad, la página web del ONDCP representa solamente cuatro datos, todos mostrando caÃdas. El ONDCP sà reconoce aumentos en algunas drogas (por ejemplo, el Oxycontin), pero no representa estos incrementos en datos. En cambio, como en sus informes de la Estrategia, el ONDCP pone de relieve drogas como la metanfetamina y los esteroidesâ, dijo.
âSegundo, algunas de las afirmaciones del ONDCP son equÃvocas. Por ejemplo, dice que el consumo de éxtasis tuvo una caÃda de 54% desde 2001, cuando en realidad es esencialmente el mismo desde 1996. Como el consumo de éxtasis aumentó de 1998 a 2001, la tendencia de largo plazo permanece igualâ.
Aun los propios materiales del ONDCP muestran que no está logrando su misión, observó Robinson. âEn su página web, el ONDCP ofrece una exposición de diapositivas que resume algunos de los principales hallazgos del MTF. Ella prueba que la guerra a las drogas no ha sido eficaz en reducir el consumo de drogas entre los jóvenes a la larga. Esto es importante pues las Medidas de Desempeño de Eficacia del ONDCP demuestran que ello pretende reducir consistentemente el consumo de drogas, algo que simplemente no ha hechoâ, señaló.
Y aunque algunas drogas, como el LSD y la marihuana, mostraran disminuciones, dijo Robinson, el consumo de drogas potencialmente nocivas está incrementando. âEl consumo de medicamentos recetados está consistentemente en alza entre los estudiantes de duodécimo desde 1991. Aunque otras drogas estén en bajada (por ejemplo, el LSD), esto plantea la posibilidad de que los jóvenes no hayan parado de consumir drogas, sino más bien, que simplemente hayan cambiado para fármacos que están tirados en las casas de sus padres. Irónicamente, estos medicamentos recetados son más adictivos y potencialmente más peligrosos para jóvenesâ.
Robinson también regañó al ONDCP por atribuirse el mérito de reducciones en el consumo de alcohol y tabaco, señalando que la secretarÃa afirma que su lucha contra las drogas ilÃcitas causa tales disminuciones. âPor supuesto, el ONDCP no ofrece ninguna prueba de que reducciones en el consumo de alcohol y tabaco entre los jóvenes tengan algo que ver con la guerra a las drogas y eso pasa porque no tiene ningunaâ, dijo Robinson. âLa verdad es que las caÃdas más consistentes en el consumo de drogas de todas las drogas representadas en la exposición de diapositivas son de tabaco, una droga contra la cual no estamos trabando guerra; en cambio, estamos empleando campañas honestas de concienciación combinadas con tentativas de restringir la venta de productos hechos de tabaco a niños de parte de negocios legÃtimos. Es deshonesto y equivocado que el ONDCP se atribuya el mérito por estas caÃdasâ.
Lo importante, dijo Robinson, es que tras cuarenta años de guerra moderna a las drogas, las tendencias del consumo de drogas ilÃcitas permanecen virtualmente las mismas. âLas drogas están tan disponibles ahora como lo estaban en 1992, a despecho del aumento en los gastos todos los años en la parte de la guerra a las drogas que trata de la oferta. En otras palabras, esto es apenas otra prueba más de que el ONDCP no cumple sus metas de lucha contra la droga de reducir el consumo y la oferta de drogasâ, acusó Robinson. âEl presidente de los Estados Unidos dice que la guerra contra las drogas es trabada en contra de un âmal inexorable que arruina familias, pone a barrios en peligro y acecha a nuestros niñosâ. Si esto es verdad, la guerra a las drogas del ONDCP no está manteniendo este mal a raya. A despecho de la tergiversación, sus propios datos lo pruebanâ.
Regrese en la misma época el año que viene para ver el próximo episodio de âTergiversando el MTFâ.
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