Mascando y moliendo: Un relato de la guerra a las drogas de Dakota del Sur
especial para la Crónica de la Guerra Contra las Drogas de Bob Newland
[Nota del editor: La Crónica de la Guerra Contra las Drogas está empezando una nueva serie ocasional de informes sobre el funcionamiento cotidiano de la guerra contra las drogas. Pasamos bastante tiempo informando sobre audiencias en comités, campañas electorales, iniciativas electorales, discursos, declaraciones, hallazgos y aun informando sobre informes. Pero aunque hagamos la crónica del progreso (o de su falta) de las labores de reforma de las polÃticas de drogas, la guerra a las drogas sigue su curso. El año pasado, cerca de 1.8 millón de personas fueron presas por cargos de delitos de drogas. Tenemos la intención de empezar a contar algunas de sus historias â o dejar que ellos mismos las cuenten. Ellas retratan muchas pequeñas injusticias acurrucadas dentro de la injusticia general que es la prohibición de las drogas, pero eso es apenas lo de siempre. Y lo de siempre es el problema, como estas historias van a indicar.
Nuestro primero relato viene de Dakota del Sur. Famoso entre los entusiastas de la motocicleta por el Rally Motociclista de Sturgis, el estado también sale ganando con los frecuentadores del evento. Mientras el rally se avecina cada vez más todos los meses de agosto, los autos de la PolicÃa de Tráfico de Dakota del Sur merodean al costado de las autopistas interestaduales como buitres aguardando la llegada de su presa, y la caza es buena. La publicación electrónica de la PolicÃa, The Newsroom, muestra una cifra desconcertante de 38 arrestos por crÃmenes y 192 por contravenciones relacionadas con las drogas para la semana de Sturgis, comparados con un número normalmente bajo de prisiones por delitos de drogas todas las semanas y arrestos por contravenciones relacionadas con las drogas en las bajas docenas.
Hay un viejo dicho entre los frecuentadores de Sturgis a propósito de las actividades de la ley de Dakota del Sur: âVenga de vacaciones, váyase en libertad vigiladaâ [Come on vacation, leave on probation]. (Una versión alterna: âVenga a paseo, váyase en condicionalâ [Come on a stroll, leave on parole]. Pero, como muestra la historia de esta semana, aun cuando no te pillan, te pillan.]
[inline:sturgisrally.jpg align=right caption="la Calle Principal durante el Rally de Sturgis (por cortesÃa de Wikimedia)"]DÃa tras dÃa, ello masca y muele. Su único propósito es mascar y moler. El mascar y el moler no lo satisfacen, apenas le da otro dÃa de existencia. Otro dÃa de mascar y moler. La Guerra Contra Algunas Drogas tiene un hambre interminable. Eric Sage ha sentido esa hambre de cara a él.
Sage, 31, trabaja en una empresa de manufactura de propiedad familiar en SÃdney, Nebraska. Sage regresaba a casa en su moto el 07 de agosto, tras pasar dos dÃas en el Rally Motociclista de Sturgis, acompañado por Jorge, quien manejaba la camioneta de Sage con las pasajeras Kalie y Barb.
Sage fue parado por Dave Trautman, un guardia de tráfico de Dakota del Sur, 16 kilómetros a este de Rapid City en la Interestadual 90 por âzigzaguearâ en su propio carril. Jorge se hizo a un lado también y paró delante de la moto de Sage, que estaba delante del patrullero. La cámara del salpicadero del patrullero captura imágenes de lo que sucede enfrente y sonidos de lo que es dicho en el auto.
Trautman multó a Sage por una infracción de tráfico de menor entidad, luego le pidió que esperara en el guardarraÃl mientras conversaba con Jorge. Trautman trajo a Jorge al patrullero, reprendiéndolo por conducir pegado al coche de delante, después le pidió permiso para buscar la camioneta. Jorge le dijo que ella pertenecÃa a Sage, pero le dio permiso para buscarla cuando Trautman le dijo que el conductor tenÃa ese derecho. Trautman dejó a Jorge en el patrullero, después salió e hizo una pausa para conversar con Sage.
Sage dice que Trautman pidió permiso para hacer una búsqueda, y, habiéndola recibido, preguntó: â¿Voy a encontrar algo ilegal allà adentro?â Sage dice que contestó algo sarcásticamente: âNo sé. ¿Guantera?â
Entonces, Trautman procedió a la camioneta y ordenó que las dos pasajeras se sentaran en el césped al borde de la carretera. Después de pasar 16 minutos revistando el vehÃculo, apareció, vertió una cerveza y es visto en la cámara del salpicadero regresando al patrullero con una de las mujeres y un bolso.
âHay marihuana en tu bolsoâ, dijo Trautman en el primer comentario audible en la cinta.
âSipâ, respondió la mujer, Bárbara.
â¿Dónde está la marihuana que estaba en la guantera?â indagó Trautman entonces. Barb quedó desconcertada con la pregunta. Luego ella admitió haber fumado marihuana aquella mañana, habiendo casi terminado la bolsa en su bolso, con la pipa también en ello.
â¿Con estos tipos?â preguntó Trautman.
âSipâ, dijo.
El policÃa Trautman regresó a la camioneta, miró alrededor del costado del pasajero y volvió al patrullero. âEsto es lo que voy a hacerâ, prosiguió. âTodos han admitido fumar marihuanaâ¦â
[inline:ericsage.jpg align=left caption="Eric Sage"]La cinta de la cámara del salpicadero termina en este momento. En un oficio escrito después sobre el incidente, Sage dijo que le habÃan dicho que la cámara âparóâ.
Trautman le dio una multa a una de las pasajeras, Kalie, por el envase abierto. Pero también notificó a todos los cuatro viajeros por âtenencia de pertrechosâ, lo que no parece ser sostenido por las pruebas, ya que apenas una de ellos â Barb â fue atrapada en posesión de pertrechos. Pero la cosa se pone más rara.
Barb pagó su multa por los pertrechos, cerca de $250. Kalie pagó su multa por tener un envase abierto. Jorge está pensando en qué hacer. Eric regresó a Rapid City el 21 de agosto y declaró su inocencia, creyendo que es un absurdo que alguien en una moto pudiera ser acusado por algo que alguien en una camioneta cercana tenÃa en su bolso.
[Nota del editor: Los protagonistas incautos de este cuento hicieron cosas que no deberÃan haber hecho y no hicieron otras que deberÃan haber hecho para evitar meterse en este lÃo en primer lugar. La regla básica es nunca consentir con una búsqueda y coserse la boca. Como señaló Scott Morgan, vicedirector de la Flex Your Rights, la organización de las libertades civiles: âTodo este incidente proviene de la decisión inicial del conductor de consentir con una búsqueda policÃaca. Las pruebas fueron descubiertas y en ese momento los sospechosos implicaron los unos a los otros en actividad criminosa al admitir consumir marihuana. Rehusar la búsqueda y negarse a contestar preguntas comprometedoras probablemente podÃa haber impedido el fiasco legal subsiguiente que resultó de esta batida de tráficoâ.]
Cuando interrogado por qué cuestionó las acusaciones, visto que, para empezar, sabÃa que le costarÃa más que pagar la multa por pertrechos nomás, Sage dijo: âNo era culpable. No tenÃa antecedentes. ¿Por qué deberÃa decir que hice algo que no hice?â
Le programaron una vista âdisposicionalâ para el 15 de octubre. Es cuando el fiscal hace su última oferta de acuerdo. El 12 de octubre, Gina Nelson de la fiscalÃa estadual de la Comarca de Pennington dejó un mensaje en el teléfono de Eric: âSi no confiesas [el delito de] âpertrechosâ, vamos a acusarte de âingestiónââ â un delito que sólo lo es en Dakota del Sur.
La ley codificada 22-42-15 de Dakota del Sur prohÃbe ingerir cualquier cosa excepto alcohol para el fin de intoxicación y te reducen a prisión por hasta un año y te multan en hasta $1,000 por querer âfliparteâ en vez de emborracharte. Tampoco importa si se estaba en Dakota del Sur cuando se ingirió la droga: âEl local para la infracción de esta sección existe ya sea en la jurisdicción en que la sustancia fue ingerida, inhalada u consumida de cualquier otra forma por el cuerpo ya sea en la jurisdicción en que la sustancia fue detectada en el cuerpo del acusadoâ.
Sage se rehusó a ceder. En la vista, Nelson hizo como prometido, retractó el cargo de pertrechos e instituyó uno de ingestión. Una vista preliminar fue programada para el 21 de noviembre, para que un juez decida si hay pruebas suficientes para llevar el caso a juicio.
Para Eric Sage, quien no tiene antecedentes penales, las apuestas justo habÃan sido multiplicadas por cuatro por lo menos. Mascando y moliendo.
La búsqueda habÃa rendido 0,02g de marihuana, de acuerdo con el informe del arresto de Trautman, que probablemente incluye el peso de la bolsita (2/10g en un pesacartas) y una pipa, ambos los cuales fueron encontrados en el bolso de Barb. Sage dijo que ni siquiera estaba enterado de que algo además de una pipa estaba en las pruebas hasta que vio el informe a principios de noviembre.
La ley de Dakota del Sur exige el informe del arresto por una contravención de Clase 1 (ingestión), pero no por una de Clase 2 (pertrechos), entonces el policÃa Trautman se sentó debidamente nueve meses después del dÃa en que multó a Eric Sage y escribió un informe en el cual alega que Sage confesó fumar aquel dÃa la marihuana del bolso en cuestión. La supuesta confesión sucedió después que la cámara del salpicadero de Trautman âparóâ. Pero Sage sostiene que Trautman sólo le informó que le estaba âhaciendo un favorâ al acusarlo apenas de un delito de pertrechos y no llevarlo a la cárcel.
El informe de Trautman contiene diversas declaraciones que no condicen con el relato de la cámara y él admitió no acordarse de algunos detalles más de dos meses después del hecho. Con todo, el informe contenÃa afirmaciones suficientes de parte del policÃa para darle sustentación a la acusación. En otras palabras, Trautman intentó hacer el trabajo que la fiscal estadual querÃa que hiciera.
Una vista preliminar fue programada para el 21 de noviembre. Sage constituyó una abogada, Rena Hymans de Sturgis, quien llamó varias veces a la subfiscal estadual Nelson para preguntar si realmente iba a llevar el caso adelante. Ella dejó mensajes detalladas en el buzón de voz de Nelson: â¿Usted realmente va a realizar una preliminar sobre esto?â Las llamadas no fueron contestadas.
El 21 de noviembre, Sage manejó los 401 kilómetros desde su hogar en Nebraska al Palacio de Justicia de la Comarca de Pennington en Rapid City. Tras encontrarse con Hymans, los dos se dirigieron al Escribano de Cortes, quien les entregó un pedazo de papel que decÃa que los cargos habÃan sido sobreseÃdos por Nelson cinco dÃas antes.
Al sobreseer los cargos, Nelson citó una âcuestión jurisdiccional (los cargos involucran a la Comarca de Meade)â. En otras palabras, viéndose frente a frente con tener que procesar el caso realmente, Nelson y su jefe, el fiscal estadual de la Comarca de Pennington, Glenn Brenner, desistieron. Ya que ahora argumentaron que el delito de âingestiónâ por el cual Sage fue acusado supuestamente sucedió en Sturgis en la Comarca de Meade, Nelson descargó el caso en el fiscal estadual de la Comarca de Meade, Jesse Sondreal, quien se ha negado a enjuiciarlo. Al fin, ¿quién quiere realmente procesar un caso en que no hay pruebas para sostener la acusación?
A pesar de perder una escaramuza en la guerra contra las drogas, Brenner y Nelson pudieron afrentar a Sage una última vez al hacerlo seguir la larga jornada a Rapid City para nada. Las costas de Sage que pueden ser atribuidas a ser acusado de un crimen que no presentó ninguna prueba han llegado a por lo menos $3,000. Asà masca y muele la guerra contra las drogas.
âParan haciéndolo en el rally de Sturgisâ, dijo Sage después que los cargos fueron sobreseÃdos. âParan a la gente, después descubren el porqué. Son ingresos para ellos. HabrÃa sido parte de eso si hubiera pagado la multa. Resulta que fui parte de todos modos. Fui asaltado. Fui asaltado por tipos de traje con diplomas en derecho que sabÃan que yo no era culpable. Apenas querÃan verme pagar. Fui como un deporte para ellosâ.
Mascando y moliendo, culpable o inocente, a la bestia no le importa. Másquelos y trágueselos o másquelos y escúpalos. Aún son mascados. Acúselos de un crimen y si lo contestan, castÃguelos. Hágalos pagar. Aumente las apuestas. Hágalos pagar otra vez. Y si después de tener el descaro de exigir su dÃa en el tribunal pierden, déles duro por tomar el tiempo valioso de la corte. Y asà están las cosas. Otro dÃa más en la guerra a las drogas. De esta vez fue en Dakota del Sur, pero podÃa ser en Dondequiera, Estados Unidos.
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