Policial: Las historias de policÃas corruptos de esta semana
Esta semana, hay los guardias gananciosos de rigor y otro caso un poquito más complicado. ¿Las personas en nuestro primer artÃculo son policÃas corruptos o pacientes desesperados de los dolores o adictos o revendedores de pastillas o alguna combinación de los susodichos? Juzgue usted. Vamos a ello:
En Dickson City, Pensilvania, una ex policÃa municipal que presuntamente se robó 6.000 analgésicos recetados en junio fue re-arrestada el lunes por llenar una denuncia falsa para obtener más drogas. Angela Novack, 23, se metió en problemas inicialmente a principios de este año cuando fue acusada de robo, tenencia de sustancia controlada y otros cargos por robarse pastillas de la Farmacia de Olyphant. Ella fue arrestada junto con su novio, Robert Santarelli, otro ex policÃa, quien fue acusado de obtener drogas mediante fraude, falsificación o embuste por supuestamente consultar a nueve médicos de sala de urgencias diferentes para que le prescribieran parches de oxicodona y fentanil. Después, se llevó esas recetas a cinco farmacias de regiones distintas, de acuerdo con la fiscalÃa general. En abril, Santarelli ya se habÃa confesado culpable de robar un rifle, marihuana y jeringas hipodérmicas del almacén de pruebas de la PolicÃa de Jessup. En febrero de 2006, él fue suspenso, luego despedido en mayo. Novack habÃa sido una oficial a tiempo parcial en la ComisarÃa de Dickson City hasta que dimitió por acuerdo mutuo por motivos indeterminados.
En Belén, Nuevo México, el martes por la tarde un agente penitenciario fue preso mientras se encontraba con un hombre que él creÃa estar entregándole heroÃna para que fuera pasada a un recluso en el Centro Metropolitano de Detención, donde estaba empleado. Ãl estuvo de acuerdo en cometer el acto por $1,000. Resulta que el entregador era un policÃa encubierto y el guardia Jeremy Redbear, 22, ahora es acusado de narcotráfico. Según las últimas informaciones, él estaba entre rejas en la cercana Cárcel de la Comarca de Valencia.
En Lisboa, OhÃo, el viernes pasado un ex guardia fue condenado a 18 meses de prisión por contrabandear marihuana a la ubicación de la Cárcel de la Comarca de Columbiana. El ex guardia Gary Ludt, 37, fue pillado el septiembre último mientras traÃa marihuana y tabaco a la cárcel para venderlos a los presos. En agosto, él se confesó culpable de un cargo criminal de tercer grado de tentativa de transporte ilegal de artÃculos prohibidos al terreno de una casa de detención y de un cargo criminal de cuarto grado de transporte ilegal de artÃculos prohibidos al terreno de una casa de detención.
Add new comment