El viernes pasado, Bryan Epis, el primer proveedor de marihuana medicinal de California a ser juzgado en tribunal federal por cultivar marihuana, fue condenado a 10 años en prisión federal – otra vez. Epis fue condenado en 2002 por cultivar más de 1.000 plantas de marihuana y cumplió 25 meses de su sentencia inicial de 10 años antes de ser puesto en libertad bajo fianza tras un recurso.

[inline:bordenepis.jpg align=left caption="David Borden y Bryan Epis en la conferencia de 2005 de la NORML"]El Tribunal de Apelaciones del 9º Circuito de los EE.UU. ha ordenado que el tribunal de primera instancia reconsidere la condena de Epis, pero ello lo declaró culpable otra vez.

Epis siempre argumentó que él era un paciente de marihuana medicinal quien trabajaba con otros pacientes conforme a la ley californiana en un cultivo de marihuana medicinal en Chico. Pero, los fiscales lo retrataron como un cerebro emprendedor que planea distribuir marihuana por todo el estado.

En una medida atípica, Frank Damrell, el juez del Juzgado de Circuito, rechazó las solicitudes de la acusación de llevar a Epis bajo custodia, observando que el 9º Circuito había ordenado antes su puesta en libertad “sin comentarios”, una acción que Damrell describió como algo “sin precedentes en mi experiencia. La ley exige que dicha acción sea sustentada por circunstancias excepcionales, entonces apenas puedo suponer que encontraron circunstancias excepcionales”, dijo Damrell. “Sospecho que el 9º Circuito iba a concederle fianza de nuevo”, agregó el juez.

El 22 de octubre, Damrell programó una fecha de audiencia para una futura solicitud de fianza hasta el recurso.

La abogada de Epis, Brenda Grantland, ha discutido que el fiscal Samuel Wong y los agentes de la DEA malinterpretaron intencionalmente los documentos aprehendidos en la casa de Epis cuando ella fue revistada en junio de 1997. Wong describió los papeles como si fueran un plan de mercadotecnia para todo el estado, diciendo que “la meta de Epis era alcanzar el estado entero y valerse de la Proposición 215 como escudo para producir y traficar marihuana”.

Grantland le dijo a Damrell que el 9º Circuito estaba “muy interesado” en sus alegaciones de mala conducta de la acusación y de perjurio de parte de agentes antidrogas en el caso. Damrell estuvo de acuerdo que el tribunal de apelaciones “puede tener algún interés” en las cuestiones que Grantland planteó.

A su vez, Epis le dijo al tribunal que era un mártir por la marihuana medicinal. “Si la Proposición 215 no hubiera sido aprobada, no estaría aquí hoy día”, le dijo Epis a Damrell. “Estoy siendo procesado porque tengo un corazón. He visto a muchas personas sufriendo y muriendo de cáncer y SIDA para no intentar ayudarlas. No tengo vergüenza de lo que hice, pero siento por mi familia”.