Hace diez años el martes, Jacki Rickert, la paciente de marihuana medicinal de Wisconsin, lideraba una caminata de pacientes en silla de ruedas de 336Km al capitolio estadual en Madison en una “Jornada por la Justicia” que buscaba el acceso legal al remedio que decían volver sus vidas soportables. Este martes, Rickert conmemoró ese aniversario con una rueda de prensa en el capitolio, en la cual ella fue sumada por dos diputados estaduales que anunciaron que iban a presentar un proyecto de ley sobre la marihuana medicinal en esta sesión. Van a llamarlo la “Ley Jacki Rickert de Marihuana Medicinal”.

Con antecedentes negativos en proyectos de marihuana medicinal en el estado y una legislatura que tiene una de sus cámaras controlada por los republicanos, los defensores no predicen una victoria segura en esta sesión, pero sí dicen que harán lo mejor posible.

[inline:barroffice.jpg align=left caption="Jacki Rickert y Gary Storck, con Jim y la finada Cheryl Miller, fuera de la oficina del ex diputado Bob Barr (immly.org)"]Aunque la marihuana medicinal sea legal en 12 estados, una victoria en Wisconsin sería la primera en el Medio Oeste. Pero Wisconsin tendrá que darse prisa para ser el primero; las labores legislativas ya han progresado en Illinois y Minnesota y parece que Michigan está listo para una iniciativa estadual en noviembre de 2008.

Si los diputados Frank Boyle (D-Superior) y Mark Pocan (D-Madison) se salen con la suya, Wisconsin quedará en el pelotón de frente. “Queremos asegurar que este año Wisconsin lo consiga”, dijo Boyle en la rueda de prensa del martes. “Doce estados ya han legalizado la marihuana medicinal y estoy harto de la más regresista de las muertes del estado de Wisconsin en lo que solía ser una tradición progresista”.

Aunque la medida aún esté en el estadio de redacción, de acuerdo con un memorando ponente que está siendo circulado por Boyle y Pocan, los dispositivos clave de la Ley Jacki Rickert de Marihuana Medicinal incluyen los siguientes:

• Proporcionar una defensa de necesidad médica a los procesos relacionados con la marihuana y a las acciones de confiscación de bienes. Una persona puede evocar esta defensa si está padeciendo de una enfermedad o tratamiento debilitante y tiene el consentimiento de su médico por escrito o si ha obtenido un carné de registro válido de la Secretaría de Sanidad y Servicios Familiares (DHFS, sigla en inglés). Las dolencias incluyen el cáncer, el glaucoma, el SIDA o el VIH, enfermedades que causen emaciación, dolores intensos o náusea, ataques o espasmos musculares intensos y persistentes y cualquier otra afección o terapia en reglas promulgadas por la DHFS;
• Crear una cantidad máxima de marihuana autorizada que un paciente puede tener, estableciendo así límites claros tanto para pacientes como para oficiales de la ley;
• Prohibir el arresto de un médico que provea una certificación por escrito de buena fe. Además, el principal cuidador está protegido por las mismas excepciones conforme a la ley;
• La defensa no es aplicable si el paciente desempeña una acción ilegal mientras consume marihuana. Esto incluye manejar o operar un vehículo automotor, operar maquinaria pesada, fumar cerca de un colegio, parque o centro joven, en el trabajo de alguien, etc.;
• Solicitar que la DHFS instaure un registro de usuarios medicinales de marihuana y un carné de identificación para un paciente en proceso eliminatorio;
• Este proyecto cambia solamente la ley estadual respecto de la marihuana. La ley federal sobre ella no cambia. Sin embargo, 99% de los arrestos por marihuana son hechos por funcionarios estaduales y municipales, no federales.

“Si alguien tiene el consentimiento de su médico por escrito o ha obtenido un carné de registro válido de la DHFS, tendría permiso para tener o poder cultivar una cierta cantidad de marihuana medicinal”, explicó Pocan.

“Por favor, tenemos que legalizarlo”, dijo Rickert en la rueda de prensa. “Se los ruego. Sabemos que funciona. Sabemos que no va a matarnos”, dijo Rickert. “Nunca he tenido ninguna reacción alérgica a una hierba dada por Dios”.

Rickert no fue la única paciente que discursó el martes. Una veinteañera que se llamó apenas Lynn dijo que había sido diagnosticada con esclerosis múltiple hacía dos años y que había perdido su visión, su movilidad y su independencia a causa de la enfermedad. Lynn le dijo a la muchedumbre que fumar marihuana funcionó con relación a sus síntomas cuando más nada lo hizo, permitiéndole por fin que se sintiera suficientemente bien como para vivir sola.

“Si tuvieran una hija de 19 años que sintiera dolores todos los días, ¿qué harían para ayudar?” preguntó Lynn. “que tendría que tomar cinco drogas distintas tres veces al día todos los días, como yo. O se puede fumar marihuana, y ahora tomo dos fármacos al día”.

Otro paciente, J.F. Oschwald de Colorado, se dirigió a la rueda de prensa desde su silla de ruedas. “La medicina es la medicina y si pueden regularizar la morfina, entonces pueden regularizar la marihuana”, dijo.

“Fue un buen comienzo”, dijo Gary Storck, paciente de marihuana medicinal, quien, junto con Rickert, es un cofundador del grupo de defensa de la marihuana medicinal de Wisconsin, la Is My Medicine Legal Yet?. “Hicimos que una serie de pacientes hablara, así como Boyle y Pocan, y tuvimos una buena cobertura de los medios”, le dijo él a la Crónica.

Las respuestas en el capitolio han sido menos glaciales que una década atrás, dijo Storck. “Cuando voy allí para hace presión con los pacientes, estoy viendo cambios de postura. Estamos siendo bien recibidos y se puede percibir que algunos de los empleados están realmente conmovidos. Por fin, parece que esto está ganando ímpetu”, dijo.

Parte del cambio en las posturas se debe a las labores de concienciación de los activistas y defensores de la marihuana medicinal, dijo Storck. “Los pacientes están más dispuestos a salir y dejar que sus historias sean contadas, y eso sólo ayuda”, dijo. “El hecho de que otros estados estén aprobándola o llegando cerca de aprobarla ayuda también. Estamos rodeados por estados en que ya están un poquito más cerca”.

Pero, como los republicanos controlan la Asamblea estadual, esta sesión de dos años será una batalla difícil, dijo. “Tenemos un acuerdo con un senador para realizar una audiencia informativa en noviembre, pero temo que se enrede con la política en esta sesión, como siempre. Espero que los demócratas recuperen la Asamblea el próximo año – eso realmente mejoraría nuestra suerte. El gobernador Doyle ya ha dicho que sancionaría un proyecto de marihuana medicinal”, añadió Storck.

Con todo, Storck, Rickert, la IMMLY y demás partidarios de la marihuana medicinal no van a esperar el año que viene. “Siempre se espera que la legislatura entre en razón”, dijo. “Los legisladores tienen hasta el 04 de octubre para inscribirse como ponentes y esperamos que uno o dos senadores adhieran para que pueda tramitar. Aunque creamos que tendremos más suerte con una legislatura controlada por los demócratas, vamos a seguir haciendo presión ahora”.