Policial: Las historias de policÃas corruptos de esta semana
Otra semana de agentes de la ley arruinados por las tentaciones creadas por la prohibición de las drogas, incluso un sheriff que será preso por hacerse el de la vista gorda, un fiscal cuyo vicio en cocaÃna lo metió en problemas, un policÃa ganancioso de Boston y dos policÃas revendedores de pastillas. Vamos a ello:
En Richmond, Virginia, el martes el ex sheriff de la Comarca de Henry, Frank Cassell, fue condenado a ocho meses de prisión federal por encubrir la corrupción generalizada en su jefatura del campo. Doce ayudantes del sheriff de la Comarca de Henry estaban entre las 20 personas incriminadas por un gran jurado federal por acusaciones de reventa de drogas confiscadas, inclusive ketamina, esteroides, cocaÃna, marihuana, y armas y de tomar parte en el lavado de dinero. Cassell no fue acusado de participar en las actividades corruptas, sino de encubrirlas para sus segundos. Ãl se confesó culpable de mentir a los agentes federales que investigaban el caso. Ahora, diecisiete de los 20 arrestados se han confesado culpables, dos están en programas de desviación y uno va a juicio el próximo mes.
En Council Bluffs, Iowa, un ex fiscal de la Comarca de Pottawattamie ha sido condenado por robarse drogas del almacén de pruebas. Después que la cocaÃna desapareció, el ex subfiscal Jeff TeKippe argumentó que él la habÃa puesto en el váter y dado la descarga legalmente, pero los fiscales presentaron pruebas de residuos de cocaÃna encontrados en la casa de TeKippe. Los jurados lo condenaron por nueve cargos de robo, dos de improbidad en el cargo y uno de tenencia de cocaÃna. Ãl puede recibir hasta 10 años de prisión cuando sea sentenciado el 24 de octubre.
En Boston, el lunes un ex policÃa de Boston se declaró culpable de acusaciones de haberse contratado como guardaespaldas para narcotraficantes. El ex oficial Carlos Pizarro es uno de los tres policÃas de Boston atrapados en un montaje del FBI en que agentes fingÃan ser traficantes que intentaban mandar cargamentos de cocaÃna a Massachusetts. Los federales lo filmaron celebrando una entrega considerada exitosa. Ãl se confesó culpable de dos cargos, inclusive asociación delictuosa para tener cocaÃna con la intención de distribuir y puede recibir hasta 24 años de prisión federal. Los policÃas Robert Pulido y Nelson Carranquillo, quienes fueron arrestados junto con Pizarro, van a juicio en noviembre.
En Cleveland, OhÃo, el 05 de septiembre un ex policÃa de Parma fue condenado a tres años de prisión por revender remedios recetados. Donald McNea, Jr., 54, fue arrestado en diciembre de 2005 por agentes estaduales y federales tras vender Oxycontin y otras drogas varias veces a un informante y un agente federal. Ãl lo habÃa estado haciendo desde 2003 por lo menos, antes de jubilarse por invalidez con una pensión de $63,000 al año. McNea y sus abogados le echaron la culpa de su tráfico a una mente confundida por la adicción ocasionada por los dolores fÃsicos y psicológicos que sufrió luchando contra la criminalidad, pero sus ex colegas contaron un cuento de un policÃa que tenÃa muchos antecedentes de problemas disciplinares. Además de los tres años de prisión, McNea debe pagar $27,000 en multas y devolverle a la ciudad $2,000 que él recibió de agentes encubiertos a cambio de drogas.
En Clarksville, Tennessee, un policÃa de Clarksville que ya estaba de licencia remunerada por enfrentar acusaciones de reventa de drogas está en apuros de nuevo. En abril, el oficial Franklin Mikel fue acusado de tres cargos de delitos de drogas después que la PolicÃa Estadual de Indiana lo arrestó el 04 de abril por haber vendido presuntamente 30 pastillas de morfina a un informante. El lunes por la mañana, Mikel fue arrestado otra vez por manejar embriagado, embriaguez en público y dos cargos de invasión de privacidad después de haber infringido una orden de alejamiento hecha en su contra por su mujer separada.
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