El viernes pasado, una tentativa de traer a Kansas a las filas de los estados con marihuana medicinal dio un gran paso adelante mientras una de las figuras políticas más conocidas del estado apareció en una rueda de prensa en el capitolio estadual para anunciar su apoyo a tal acción. El ex fiscal general Robert Stephan, un republicano que estuvo en el cargo de 1979 a 1995, le dijo en la conferencia de prensa que el estado tiene la obligación de tomar providencias para permitir que sus ciudadanos consuman los medicamentos que alivien el sufrimiento.

[inline:robertstephan.jpg align=left caption="Robert Stephan, rueda de prensa de la KSCCC"]"Permítanme aclarar que de ninguna forma estoy defendiendo la legalización de las drogas”, dijo Stephan, quien se ha pronunciado partidario de la marihuana medicinal desde 1983. “Pero también no creo que el estado deba reemplazar el rol del médico cuando se trata de decidir lo mejor para los ciudadanos enfermos de Kansas. Por eso apoyo cambiar la ley estadual para asegurar que los individuos puedan obtener y consumir una cantidad limitada de marihuana si es recomendada por su médico – sin temor de proceso”.

Stephan citó su propia experiencia en cuanto paciente de cáncer y también el sufrimiento de otros pacientes para pedir una ley sobre la marihuana medicinal en Kansas. Rechazando la oposición al consumo medicinal de marihuana como “remedio mágico” y recontando los llantos de infortunio que escuchaba en la sala de oncología, Stephan dijo: “Me parecía incomprensible que existiera tal sufrimiento y cualquier droga, incluso la marihuana, debería estar a la venta para asistir al paciente”. Stephan dijo que el acceso a la marihuana medicinal no debería estar limitado a los pacientes de cáncer. Ella ha probado ser útil para glaucoma, SIDA, Esclerosis Múltiple y otras enfermedades, dijo.

Stephan se negó a dar una entrevista a la Crónica de la Guerra Contra las Drogas. Él dijo que temía que conversar con una publicación que defiende la legalización de las drogas perjudicara su causa.

El evento del viernes pasado marcó el debut de la Kansas Compassionate Care Coalition, que ha estado ocupada sentando las bases para una campaña que espera que resulte en legislación el próximo año. Seguramente llamó atención en el Jayhawk State. Esta semana, una búsqueda en Google produjo docenas de menciones de la rueda de prensa en los medios locales.

Y eso está bien para la directora de la KSCCC, Laura Green. “Nuestra meta es proponer un proyecto en la legislatura de Kansas para proteger a los ciudadanos gravemente enfermos de Kansas contra el arresto y el procesamiento por consumir la marihuana como remedio”, dijo Green, “y esto iniciará la conversación”.

Un estímulo le caería bien a la conversación en el Territorio Central. Doce estados con unos 50 millones de habitantes tienen leyes sobre la marihuana medicinal actualmente, pero ninguno de ellos queda en el Medio Oeste. Las labores en las legislaturas en estados como Illinois y Minnesota no han alcanzado la fruición, en tanto que los votantes en Dakota del Sur derrotaron por poco una iniciativa pro marihuana medicinal el año pasado – el primer estado a rechazar la marihuana medicinal en las urnas.

La KSCCC no va a llevar un proyecto prerredactado para presentar a la legislatura, dijo Green. “Aún estamos a cinco meses de la sesión legislativa, entonces aún no tenemos un proyecto”, dijo. “Estamos trabajando con legisladores individuales e intentando construir apoyo y consenso. Hay muchos modelos distintos para la marihuana medicinal y buscamos uno con que nuestros legisladores puedan estar a gusto”, dijo Green.

Algunos políticos de Kansas fueron rápidos en rechazar la marihuana medicinal después de la rueda de prensa del viernes pasado, pero Green no está preocupada. “No tenemos mucho apoyo político ahorita, pero eso se debe esperar”, argumentó. “Algunos políticos dicen que no han tenido la oportunidad de saber de sus bases, aunque algunos de los que dicen públicamente que son contra ella nos cuenten algo diferente en privado”.

No son solamente los legisladores, dijo Green, quien añadió que ella y la KSCCC harán todo lo posible para garantizar que los servidores electos sí escuchen a sus electores que son a favor de un proyecto de marihuana medicinal. La coalición tiene cerca de un año de edad y es formada por unos 400 integrantes en el momento. “Vamos a recurrir al estado reclutando a miembros – pacientes, médicos, enfermeras, religiosos – para intentar fortalecer nuestros números”, dijo.

La Asociación Estadual de las Enfermeras de Kansas es un blanco fundamental. El influyente grupo realizará una votación sobre la marihuana medicinal en octubre, dijo Green, señalando que el apoyo de las enfermeras será una herramienta poderosa.

El grupo también está intentando convencer el clero de Kansas. “Estamos recibiendo mucho apoyo religioso”, dijo Green, quien, como directora del Drug Policy Forum de Kansas, pasó largas horas trazando un mapa de los cientos de congregaciones del estado como parte de la preparación del terreno para las labores reformadoras de las políticas de drogas. “Enviamos correspondencia a los miembros del clero el viernes pasado y ya hemos recibido 30 respuestas. La respuesta del clero ha sido estupenda de veras”, dijo Green.

Si el historial legislativo en otros estados con marihuana medicinal sirve de indicio, la KSCCC y sus partidarios tienen un camino largo y tortuoso delante de ellos. La aprobación de una ley sobre la marihuana medicinal parece ser un asunto de tres años o más, casi universalmente. Pero en Kansas, los defensores de los pacientes han estado sentando las bases durante un año o más y ahora han surgido con una figura política fundamental en el estado a su lado. Si logran adentrar la sesión legislativa en enero con algún ímpetu, es bien posible que provoquen un cortocircuito en el proceso legislativo normal y glacial.