Tres infractores de la legislación antidroga están entre los cinco ejecutados en Arabia Saudita el viernes pasado, uno de los días más ocupados del carrasco en algún tiempo. De acuerdo con el Ministerio del Interior saudita, el número total de ejecuciones hasta este momento del año totaliza 117, cuatro más que el número ejecutado en el año entero de 2000, el año plusmarquista anterior.

[inline:saudi-arabia-map.jpg align=right]En Riad, el paquistaní Omar Sardar fue ejecutado por “contrabandear heroína escondida en su estómago”. Su compatriota, Jahangir Zarin Bin Adam Khan Mhanid fue ejecutado en Jedda por el mismo delito. El nigeriano Nureddin Mohammed también fue ejecutado en Jedda, por tráfico de cocaína.

Las otras dos personas ejecutadas el viernes pasado eran paquistaníes condenados por robar taxis.

En un informe sobre las ejecuciones por delitos de drogas de la Asociación Internacional de Reducción de Daños (IHRA, sigla en inglés) lanzado el mes pasado, el autor citó a Amnistía Internacional que descubrió que 26 de las 50 ejecuciones sauditas en 2004 fueron por delitos de drogas y “por lo menos” 33 más ocurrieron en 2005. Todavía no hay datos disponibles para el año pasado.

De acuerdo con el informe de la IHRA, el número de países que tienen dispositivos de pena de muerte para delitos de drogas ha aumentado de 22 en 1985 para 34 este año. Aunque cerca de tres docenas de países, inclusive los EE.UU., prevean la pena de muerte para algunos delitos de drogas, las ejecuciones sólo han sido llevadas a cabo de veras en China, Egipto, Indonesia, Kuwait, Malasia, Arabia Saudita, Singapur, Tailandia y Vietnam.