Un miembro del Consejo Municipal de Baltimore está pidiendo el fin de la guerra contra las drogas. Frustrado con la violencia relacionada con la prohibición, el concejal Bernard “Jack” Yound (D-Distrito 12) le dijo al periódico The Examiner el miércoles que ya es hora de pensar en legalizar las drogas y que pedirá al consejo que realice audiencias sobre la idea.

[inline:bernardyoung.jpg align=right caption="Bernard ''Jack'' Young"]“Estamos perdiendo la guerra contra las drogas”, dijo Young. “Cuando adolescentes están siendo muertos en la calle a causa del negocio de las drogas, entonces tenemos que repensar nuestro abordaje. Necesitamos quitar los lucros del narcotráfico y pensar en legalizar todos tipos de drogas”, dijo. “Muchas personas están viciadas en drogas, pero otras están viciadas en el dinero de las drogas y están cometiendo toda la matanza”, dijo. “Necesitamos convertir a las drogas en un problema de salud pública, no un problema de criminalidad”.

La idea fue felicitada por el ex alcalde Kurt Schmoke, que propuso la despenalización hace dos décadas. Pero los colegas actuales de Young en el gobierno municipal discordaron. “La alcaldesa Sheila Dixon se opone a la despenalización de las drogas”, dijo el vocero Anthony McCarthy.

La presidenta del Consejo Municipal, Stephanie Rawlings-Blake, también era contraria, prefiriendo pasar la solución al gobierno federal. “Ella comprende que el narcotráfico es 99% de la causa principal de la violencia”, dijo Shaun Adamec, su vocero. “Pero es una idea que necesita ser tratada en un ámbito nacional”.

Las leyes sobre las drogas están en los ámbitos estadual y federal, no en el ámbito municipal. Pero si hablaran en serio, la ciudad de Baltimore podía aprobar ordenanzas municipales sobre las drogas e instruir la Comisaría de Policía a imponer solamente las ordenanzas y no las leyes estaduales proibicionistas. La ciudad no puede impedir al gobierno federal intentar imponer las leyes federales sobre las drogas al por menor, pero eso exigiría un gran comprometimiento de mano de obra de la DEA.