Oriente Medio: Guerra Vuelve IraquÃes Hacia las Drogas
Gracias a los horrores de la guerra, el abuso quÃmico está en alza en Irak, le dijeron los funcionarios y habitantes iraquÃes a la Associated Press el lunes. Con la morgue de Bagdad informando que unos 6.000 cuerpos, la mayorÃa de ellos portando señales de violencia, han aparecido apenas este año, la necesidad de escapar de todo eso es comprensible.
Seguramente lo era para Tamam Abdul-Kadhim, que le dijo a la AP que él empezó a usar sedativos después de atestar un ataque sangriento a bombas. Pronto, él estaba adicto. "Vi por primera vez en mi vida meollos y partes del cuerpo esparcidas tras un ataque a bomba en el centro de Bagdad", dijo. "Yo no podÃa ni pensar ni dormir adecuadamente porque las imágenes de esa masacre quedaron grabadas en mi cabeza de tal forma que confié en esta medicina".
Abdul-Kadhim buscó ayuda en el hospital psiquiátrico Ibn Rushid. Ãl no es el único, dijeron los médicos, y él representa a una nueva tendencia: el abuso de drogas prescriptibles e ilegales en vez de alcohol. Bajo el régimen secular de Saddam Hussein, habÃa alcohol, pero hay cada vez menos ahora. "Los narcóticos ilegales existen por todas partes en Irak y cualquier persona puede comprar productos que contengan anfetaminas y codeÃna en cualquier farmacia o vereda por todo Irak", dijo el director del Ibn Rushid, el Dr. Shaalan Joda Al Abod. "Conseguir alcohol se ha vuelto más difÃcil debido a un asedio creciente y amenazas de extremistas contra las tiendas de bebidas alcohólicas y destilerÃas en tanto que todos los bares y salones de fiestas están cerrados", añadió.
Desde la guerra, los números han subido vertiginosamente, dijo Abod. En los dÃas de Saddam, 80% de los pacientes eran tratados por alcoholismo; ahora, más de 70% están siendo tratados por drogas. El hospital Ibn Rushid está recibiendo cerca de un paciente por dÃa, dijo Abod, con 90% de ellos siendo adultos jóvenes.
Los funcionarios iraquÃes están trabajando en el desarrollo de campañas de concienciación pública, pero eso es difÃcil cuando salir a la calle puede significar muerte. "No podemos mandar nuestros equipos a todas partes de Irak, particularmente las afueras de áreas urbanas en que la adicción es alta", le dijo el vocero del ministerio de la salud, Qassim Allawi, a la AP. "Nuestro trabajo es limitado a realizar una o dos conferencias por año, publicar carteles y a veces anuncios televisivos".
Ahmed Abdul-Jabar, 28, le dijo a la AP que él es diplomado en literatura árabe, pero ahora vende cigarrillos en una calle de Bagdad. Las drogas lo ayudan a soportar la situación, dijo. "Apenas puedo seguir viviendo con estas pastillas".
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