Más de 120 expertos en medicina, departamentos de salud pública y defensores de la salud de los usuarios de drogas han pedido al gobierno federal que dé pasos más agresivos para tratar de una onda de muertes por sobredosis causada por heroína mezclada con fentanil, un analgésico opiáceo 50 a 80 veces más fuerte que la heroína. El llamado ocurrió en una carta abierta al Secretario de Salud y Servicios Humanos de los EE.UU., Mark Leavitt, redactada por la Harm Reduction Coalition, un grupo nacional de salud y derechos humanos que trabaja para reducir el daño relacionado con las drogas.

[inline:fentanyl.jpg align=right caption="fentanil"]La epidemia corriente -- la Crónica de la Guerra Contra las Drogas ha dado informaciones sobre ella en junio - ha matado a más de 750 usuarios de drogas inyectables este año desde Chicago a la Costa Este. Chicago, Detroit y Filadelfia tienen en torno de 200 muertos.

El número real de muertes puede ser mucho más alto porque muchas jurisdicciones cerca de estas grandes ciudades no tienen los recursos y la pericia para monitorear las tendencias de las sobredosis. “Esta onda de muertes por sobredosis presenta una emergencia aguda de salud pública y una amenaza inmediata a las vidas de los usuarios de opiáceos, en tanto que destaca la debilidad persistente en la respuesta de los funcionarios de la salud a la epidemia creciente tanto de sobredosis legales como ilegales con opiáceos”, dijo la Dr. Sharon Stancliff, directora de medicina de la Harm Reduction Coalition.

La carta hace cinco recomendaciones, pidiéndole al Secretario Leavitt que asegure que:

1. Los Centros de Control de Enfermedades (CDC) creen sistemas de vigilancia para monitorear las tendencias y amenazas de las sobredosis;
2. El Instituto Nacional de Abuso Químico (NIDA) provea fondos de emergencia para proyectos de pesquisa a fin de responder preguntas urgentes que permitirán a las jurisdicciones tratar inmediata y efectivamente de la epidemia de sobredosis;
3. La Administración de Servicios de Abuso Químico y Salud Mental (SAMHSA) haga réplicas rápidamente de los programas existentes de prevención a las sobredosis, y los financie completamente;
4. La Administración de Represión a las Drogas (DEA) informe al CDC sobre los niveles de pureza y la presencia de fentanil u otros contaminantes peligrosos en ofertas de drogas locales para que el CDC pueda notificar al público;
5. El Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) prepare un informe de emergencia de la epidemia actual de sobredosis para el Congreso. Este informe debería hacer recomendaciones de emergencia para medidas de prevención que incluyan: Apoyar las respuestas comunitarias a las sobredosis, incluso el uso de naloxona, un remedio legal que reverte las sobredosis con opiáceos, de parte de usuarios y de sus entes queridos; mejorar las respuestas de la policía y de los servicios médicos de emergencia a las sobredosis; e incrementar la disponibilidad del tratamiento químico.

“Una cliente nos dijo que ella vio a su amigo morirse delante de ella y que no pudo hacer nada”, dijo Corey Davis, coordinador de servicios legales en el Prevention Point Philadelphia. “Si tuviera naloxona y estuviera entrenada para usarla, podía haber salvado la vida de su amigo. Hemos perdido muchas de nuestras personas debido al fentanil. Esto tiene que parar”.