Un estudio lanzado el lunes descubre que la marihuana es ahora el cultivo lucrativo más grande del país, con el valor de la cosecha anual excediendo el del maíz, de la soja o del heno – los tres cultivos lucrativos legales más importantes del país. El estudio, conducido por el analista de políticas públicas y ex director de la National Organization for the Reform of Marijuana Laws, Jon Gettman, usó datos oficiales del gobierno para llegar a una estimativa de que la cosecha anual de marihuana vale $35 billones.

[inline:indoormarijuanagrow.jpg align=right caption="cultivo interno de marihuana"]De acuerdo con el informe, La Producción de Marihuana en los Estados Unidos (2006) [Marijuana Production in the United States (2006)], la producción doméstica de marihuana de los EE.UU. ha aumentado 10 veces en el último cuarto de siglo. Esto sucede a pesar de los programas de erradicación cada vez más intensivos en los niveles estadual y federal que han presenciado la confiscación y destrucción de más de 100 millones de plantas de marihuana desde principios de los años 1980.

Entre 1981 y 2006, la producción de marihuana de los EE.UU. aumentó 10 veces, de 1.000 toneladas métricas (2,2 millones de libras) para 10.000 toneladas métricas (22 millones de libras), de acuerdo con datos del gobierno citados por Gettman. La tremenda expansión de la producción de marihuana en vista del aumento de esfuerzos de erradicación sugestiona que “la marihuana se ha vuelto una parte generalizada e inerradicable de nuestra economía nacional” que debería ser puesta bajo un sistema de reglamentación legal, escribió Gettman.

Y está en todos los lugares. Aunque California, Tennessee, Kentucky, Hawai y Washington sean importantes estados productores, la marihuana es el cultivo lucrativo más importante en 12 estados y está entre los tres más importantes en 30 estados. “Hay mucha demanda por la marihuana en los EE.UU. y es natural que la producción aumentara aquí”, le dijo Gettman a la Crónica de la Guerra Contra las Drogas.

Pero el aumento también es una función de los esfuerzos represivos del gobierno, argumentó Gettman. “En respuesta a la fumigación gubernamental de la marihuana mexicana con paraquat en los años 1970, la gente empezó a cultivarla en California y Hawai. Entonces, el gobierno empezó a circular helicópteros y aviones en busca de marihuana desde el cielo, de ahí el cultivo se diseminó”, explicó. “Por vuelta de 1982, eso pasaba en 32 estados. Ahora, está en todos los 50 estados. Los cultivadores también pasaron a plantar menos y a maximizar la producción con el uso de fertilizantes, mejores reservas genéticas y la producción de marihuana sin semilla, y se fueron adentro. Todo lo que el gobierno ha hecho para detener la producción de marihuana ha hecho que los cultivadores respondieran y ahora estamos en un punto en que hemos difundido el cultivo y la producción en pequeña escala por todo el país”, debatió el analista.

“Este informe nos dice que nuestras políticas de marihuana no están funcionando muy bien y eso es quitar la importancia del problema”, resumió Gettman. “Estos son los datos del gobierno, no los míos y muestran que no hay absolutamente ninguna prueba de que su programa sea exitoso de cualquier manera, modo o forma”.

“El hecho de que la marihuana sea el cultivo lucrativo número uno de los Estados Unidos tras más de tres décadas de esfuerzos gubernamentales de erradicación es la ilustración más clara de que nuestras presentes leyes sobre la marihuana son un fracaso total”, dijo Rob Kampia, director ejecutivo del Marijuana Policy Project, que encabezó el contacto con los medios después de la publicación del informe. “La marihuana de los Estados Unidos vale más que la producción nacional anual de maíz y de trigo juntas. Y las leyes de nuestro país garantizan que 100% de los réditos de las ventas de marihuana vayan a criminales irreglamentados en vez de ir a negocios legítimos que pagan impuestos para sustentar las escuelas, la policía y las carreteras”.

Aunque Gettman no estimara los posibles réditos en impuestos de la venta reglamentada de marihuana, sugestionó que serían considerables. “La producción legal bajaría los precios, pero el hecho de que las personas estén comprando marihuana a precios del mercado negro demuestra que la gente aprecia la marihuana y va a pagar por ella”, dijo Gettman. “La marihuana puede ser altamente tasada y aún proveerá precios más bajos que los de ahora en tanto que proporciona réditos al gobierno”, debatió.

En California, la Campaign Against Marijuana Planting (CAMP) del estado confiscó aproximadamente 1,7 millón de plantas este año, pero con base en los índices de confiscación durante los tres últimos años, Gettman situó la producción de marihuana de California en 21 millones de plantas, estimadas en cerca de $13 billones y responsables por desconcertantes 38% de la producción total de los EE.UU.

El país debería concentrarse en reglamentar el tráfico lucrativo en vez de intentar suprimirla en vano, concluyó Gettman. “Como todos los cultivos agrícolas lucrativos, la marihuana añade recursos y valor a la economía”, escribe en el informe. “El enfoque a favor de las políticas públicas debería ser el de cómo controlar efectivamente este mercado a través de la reglamentación y de la tasación a fin de lograr metas inmediatas y realistas, como la reducción del acceso de los adolescentes”.

Ni la CAMP ni el Gabinete de Política Nacional de Control de las Drogas (ONDCP) respondieron los pedidos de comentarios sobre el estudio hechos por la Crónica, pero Tom Riley del ONDCP le dijo al Los Angeles Times que aunque no disputara los datos de Gettman, él no estaba de acuerdo con sus conclusiones. “La coca es el cultivo más lucrativo de Colombia y eso no ha funcionado con ellos y las adormideras son el cultivo más grande de Afganistán y eso les ha sido desastroso”, dijo Riley. “No sé por que se aventuraría a ir en esa dirección”.