La producción de cocaína en Bolivia está en alza, le dijo Óscar Nina, director antidroga nacional de Bolivia, a Associated Press en una entrevista la semana pasada. Los carteles colombianos y mexicanos están contratando a personas para procesar la pasta básica de cocaína en el sitio en vez de exportar la pasta para procesarla en Colombia, dijo.

[inline:cocaine-and-precursor-search.jpg align=right caption="control de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN), financiada por EE.UU., entre Cochabamba y el Chapare, requisa realizada en busca de cocaína y precursores"]La hoja de coca suele ser cosechada por familias campesinas pobres. Aunque gran parte se destine a mercados tradicionales en esta región en que se ha mascado la hoja durante siglos, la hoja de coca destinada al mercado negro es triturada y convertida en pasta básica, que luego es contrabandeada en el extranjero para ser aún más refinada a fin de transformarse en cocaína en laboratorios sofisticados en Colombia y otras partes.

Pero ahora, dijo Nina, intermediarios de Colombia, Perú, Brasil y Bolivia están siendo contratados por narcotraficantes para hacer el procesamiento final y convertirla en cocaína en Bolivia. De allí, la droga popular es contrabandeada por avión a Colombia y a los mercados insaciables de Europa y Norteamérica o contrabandeados por hombres que llevan mochilas a pie hacia el Perú o Brasil.

“Hay más interés e inversión en purificar la pasta básica de cocaína aquí y exportarla que enviarla a Colombia para purificarla” como antes, dijo Nina.

La policía ha allanado tres laboratorios sofisticados de cocaína en las llanuras orientales bolivianas este año, dijo Nina. En una captura, incautaron 300 kilogramos de cocaína y arrestaron a dos colombianos. En otras redadas, no se encontró a ningún colombiano, pero había pruebas de su presencia, dijo Nina sin proporcionar más detalles.

Bolivia es el tercer productor más grande de coca del mundo. Aunque el presidente boliviano Evo Morales, ex sindicalista cocalero, haya sido a favor del proseguimiento del cultivo de coca, ha sido contra la producción y tráfico de cocaína según una política de “cocaína cero, no coca cero”.

El año pasado la policía boliviana pilló unos 3.000 laboratorios menores e incautó un récord de 27 toneladas de cocaína. Este año ya ha incautado otras nueve toneladas y ha arrestado a 992 personas.