La oleada de muertes del año pasado por sobredosis con heroína mezclada con fentanilo, un poderoso analgésico opiáceo, mató a más de mil personas, de acuerdo con la Administración de Represión a Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) de EE.UU. Las muertes empezaron a principios del año en los estados del Atlántico Central antes de diseminarse hacia el Medio Oeste, con grupos considerables en Chicago y Detroit.

[inline:fentanyl-packet.jpg align=left caption="paquete de fentanilo"]Las primeras respuestas oficiales a la oleada de muertes fueron lentas e inconstantes, pero la preocupación se difundió mientras aumentaba el número de muertos. Hacia diciembre, más de 120 expertos en salud pública firmaron un remitido al ministro de Salud y Servicios Humanos, Mike Leavitt, para pedir una respuesta más agresiva. Las muertes han seguido, pero no al paso acelerado del otoño y verano pasados.

La estimativa de la DEA de la mortandad ocurrió en una regla interina que reglamentaba un precursor químico del fentanilo, la N-fenetil-4-piperidona (NPP), publicada en el diario oficial del lunes. “La distribución reciente de fentanilo elaborado ilícitamente ha causado una irrupción inédita de cientos de sospechas de sobredosis relacionadas con el fentanilo, por lo menos 972 muertes relacionadas con el fentanilo confirmadas y 162 sospechas de muertes relacionadas con el fentanilo que sucedieron en gran parte en Delaware, Illinois, Maryland, Michigan, Misurí, Nueva Yérsey y Pensilvania”, informó la agencia.

Al señalar que el fentanilo es 30 a 50 veces más potente que la heroína, la DEA prosiguió haciendo advertencias de sus peligros. “El consumo médico legítimo de fentanilo sirve para anestesia y analgesia, pero los efectos eufóricos del fentanilo son altamente buscados por los adictos a estupefacientes”, explicó la agencia. “El fentanilo puede servir como sucedáneo farmacológico directo para la heroína en los individuos dependientes de opiáceos. Sin embargo, el fentanilo es un sucedáneo muy peligroso para la heroína porque la cantidad que produce un efecto eufórico también induce la depresión respiratoria. Además, debido a la potencia incrementada del fentanilo sobre la heroína, los traficantes de drogas ilícitas tienen problemas en ajustar (“cutting”) el fentanilo puro a concentraciones adecuadas de las dosis. Consecuentemente, usuarios inadvertidos de heroína o consumidores de heroína que saben que la sustancia contiene fentanilo tienen dificultades en determinar cuánto consumir para colocarse y toman equivocadamente una cantidad letal de fentanilo. Desdichadamente, sólo un ligero exceso en la cantidad del fentanilo consumido puede ser y frecuentemente es letal porque el nivel resultante de depresión respiratoria es suficiente para hacer que el usuario pare de respirar”.

La mortandad indica que la DEA no está exagerando en este caso. Tengamos cuidado por ahí, críos.