Reportaje: ¿Será éste el año en que se revocarán las leyes Rockefeller sobre la droga de Nueva York?
Durante más de 35 años, el Estado de Nueva York se ha distinguido ambiguamente por tener una de las peores legislaciones sobre la droga de EE.UU., las leyes Rockefeller sobre la droga aprobadas en 1973. Aunque en la última década se haya acumulado la presión para revocar tales leyes durÃsimas, las reformas hechas en el 2004 y el 2005 han demostrado ser una decepción. Pero ahora puede que existan las condiciones perfectas para la reforma y parece que todo se encaja para deshacerse de las leyes Rockefeller sobre la droga.
[inline:fairness4.jpg align=right caption="mitin âCuenta Atrás para la Justiciaâ de junio de 2003 contra las leyes Rockefeller sobre la droga en la Ciudad de Nueva York (por cortesÃa de 15yearstolife.com)"]Ahora Nueva York es gobernada por un afroamericano, David Paterson, quien fue arrestado en un acto de desobediencia civil contra las leyes Rockefeller sobre la droga y quien ha prometido reformarlas. Sheldon Silver, el lÃder demócrata de la Asamblea estatal, ha adherido a reformas importantes. Además, por primera vez en años, los demócratas también controlan el Senado estatal. Añada a esa mezcla la crisis presupuestaria en que se encuentra el estado y parece que éste es el año en que la reforma o la revocación puede suceder de veras.
Pero aún no ha sucedido â los proyectos ni siquiera han sido introducidos â y hay oposición a la verdadera reforma, en su mayorÃa de fiscales, diputados cuyos distritos en el norte del estado dependen de las prisiones como programa de empleos y el establishment de la fuerza pública. Esa gente puede captar las pseudorreformas como medio de bloquear la verdadera reforma.
Su manual puede ser el informe de la Comisión de Penas del Estado publicado esta semana. Encargado por el gobernador Paterson el año pasado, ello pide reformas marginales en las condenas y la condicional y también lÃmites a la discreción judicial, pero deja demasiado poder en las manos de los fiscales, dijeron los partidarios de la reforma.
âLa propuesta de la Comisión de Penas fue positiva ya que devolverÃa un poco de discreción judicial en casos limitadosâ, dijo Caitlin Dunklee, coordinadora de Drop the Rock, la coalición de revocación de las leyes Rockefeller. âPero esperamos, y haremos presión por, una reforma más radical y significativa de las leyes Rockefeller. Este informe fue el producto de una comisión compuesta de mucha gente de la fiscalÃa y de la administración penitenciaria y no hace lo suficienteâ.
âNo puedo creer que lo publiquen en este momento en particularâ, dijo Gabriel Sayegh de la oficina de la Drug Policy Alliance (DPA, por sus siglas en inglés) en Nueva York. âNo solamente no incluye verdaderas reformas en las Leyes Rockefeller sobre la Droga, sino que es un retrocesoâ, prosiguió Sayegh. âLa comisión actuó como si el clima polÃtico en que estamos no estuviera sucediendo. Es como si lo hubieran redactado desde una cuevaâ.
La DPA quiere discreción judicial y programas de tratamiento, que se encuentran incluidos en el informe de la Comisión de Penas, dijo Sayegh. âEl problema es que cuando uno se profundiza en los detalles de las recomendaciones, lo que dicen en verdad es que su versión de la discreción judicial, de la expansión del tratamiento y de la expansión de las oportunidades de desviación están todas redactadas desde la perspectiva de la fiscalÃa. Los fiscales mantendrÃan sus roles de liderazgo y sus criterios para la desviación impedirÃan que mitad de la gente siquiera fuera considerada. Ãsa es la esencia de nuestras objeciones al informeâ, dijo Sayegh.
Aunque Sayegh criticara al gobernador Paterson por permitir que la comisión âsiga trastabillandoâ, también se animó con la no respuesta de Paterson a la publicación del informe. âPaterson iba a celebrar un evento público en torno a la publicación, pero lo cambiaron para una rueda de prensa y aun ello fue canceladoâ, observó. âLo entendemos como una buena señal, un indicio de que no va a prestar su respaldo a este informeâ.
En cambio, dijo Sayegh, un punto de partida mucho mejor serÃa el informe publicado hace dos semanas por Sheldon Silver, lÃder en la Asamblea, Breaking New York's Addiction to Prison: Reforming New York's Rockefeller Drug Laws [Rompiendo la adicción de Nueva York a la prisión: Reformando las Leyes Rockefeller sobre la Droga de Nueva York]. En ese informe, Silver trazó los âprincipiosâ de la reforma:
- Las drogas ilegales deben seguir ilegales. Los adultos que vendan drogas a niños, los individuos que utilizan drogas en transacciones con drogas y los capos narcotraficantes merecen un castigo severo;
- Las sentencias mÃnimas obligatorias para infractores de menor entidad deben desaparecer. Ordenar que los jueces sentencien a usuarios de drogas y vendedores callejeros de mÃnima entidad a la penitenciarÃa no ha impactado la delincuencia ni ha reducido la adicción, pero, en cambio, ha llevado a un tremendo incremento en la población penitenciaria de Nueva York con un número desproporcionado de hispanos y afroamericanos apresados;
- La verdadera discreción judicial significa un fin a las condenas mÃnimas obligatorias de prisión para delitos de drogas de Clase B e infractores no violentos reincidentes de la legislación antidroga y la puesta de un énfasis igual sobre las alternativas a la encarcelación y al tratamiento. Con la excepción de los crÃmenes más graves, los jueces en Nueva York ya tienen la discreción de crear sentencias adecuadas para actos delictivos. Los jueces deberÃan poder tomar una decisión esciente para saber si las circunstancias justifican la imposición de una sentencia de prisión en los delitos de drogas tal cual en casos de muchos delitos de agresión, hurto, daños materiales y una serie de otros;
- Los fiscales deben seguir desempeñando un rol fundamental en el proceso, pero no deberÃan poder vetar la discreción de un juez. De hecho, en la medida en que hay iniciativas patrocinadas por fiscales, como programas Alternativa del Tratamiento de la ToxicomanÃa a la Prisión (DTAP, por sus siglas en inglés) que cuentan con Ãndices de éxito comprobados con las poblaciones limitadas a que sirven, los jueces tendrán la discreción de continuarlos;
- Las sentencias determinadas máximas existentes para infractores primerizos y reincidentes por delitos de nivel B y categorÃas inferiores deberÃan ser mantenidas de modo que, si un juez decidiera que las circunstancias lo justifican, los que cometen el delito cumplan una larga sentencia.
Reformas parciales como las alcanzadas en el 2004 y el 2005 no bastarán, dijo Caitlin Dunklee. âLas reformas en el 2004 y en el 2005 fracasaron por lo general⦠lo único que tuvieron de positivo fue que algunos cientos de personas pudieron regresar a casa para sus familias, pero no lograron tratar de las iniquidades subyacentes de las leyes Rockefeller sobre la droga. EspecÃficamente, no les devolvieron ninguna discreción a los jueces, lo que perpetuó la justicia comodÃn que ha resultado en niveles enormes de apresamiento en Nueva Yorkâ.
Las reformas de 2004 y 2005 pueden ser juzgadas por sus frutos. De acuerdo con la hoja informativa del 2008 de Drop the Rock, 5.657 fueron reducidas a prisión en el 2004 por delitos de drogas no violentos. Esa cifra aumentó para 5.835 en el 2005, 6.039 en el 2006 y 6.148 en el 2007. Cerca del 40% de los infractores de la legislación antidroga entre rejas en Nueva York, unas 5.300 personas, cumple pena simplemente por tenencia de drogas. Además, más de la mitad de todos los infractores de la legislación antidroga entre rejas cumple pena por delitos de la menor entidad, que involucran solamente cantidades diminutas de drogas. Por ejemplo, sólo es necesario medio gramo de cocaÃna para ser acusado de un delito de tenencia de Clase D. Actualmente más de 1.200 personas están encerradas por eso.
Entonces, ¿será que el 2009 es el año en que sucederá la verdadera reforma (o la revocación categórica) de las leyes Rockefeller sobre la droga? La DPA cree que sà y celebró una conferencia hace dos semanas para ayudar a posibilitarlo. New Directions for New York: A Public Health and Safety Approach to Drug Policy [Nuevas direcciones para Nueva York: Un abordaje de salud pública y seguridad a las polÃticas de drogas] reunió a numerosos interesados en las polÃticas de drogas en un intento de romper el agarre de la plantilla de la justicia penal a las polÃticas de drogas.
âFue la primera vez en la historia del estado en que recibimos a partes interesadas que van de la Sociedad de Medicina de Nueva York y los proveedores de cambio de jeringas a las personas que consumen drogas inyectables activamente y se ponen en contacto con la gente para reducir el VIH, académicos, fiscales y funcionarios electosâ, dijo Sayegh. Pese a que Nueva York tenga buenos programas de polÃticas de drogas â oficinas de reducción de daños, estrategias de prevención de la sobredosis en vigor -, la discusión general todavÃa es demasiado cuadrada por la perspectiva de la justicia penal, manifestó Sayegh.
âHay un aparato listo para conducir la carga en pro de polÃticas de drogas más progresistas, pero la discusión se cuadra por las leyes Rockefellerâ, dijo. âEn esta conferencia, los interesados centrados en las leyes Rockefeller se encontraron con grupos centrados en el tratamiento, la reducción de daños y la investigación médica. Nos valimos del abordaje de los cuatro pilares iniciado por Vancouver, que para mucha gente fue un concepto nuevo. Esto les permitió examinar las polÃticas de drogas y la reforma desde una nueva perspectiva conceptual y eso hace parte de lo que suscitará el cambioâ.
Sayegh es cautelosamente optimista respecto a las perspectivas de la reforma este año. âEn el pasado, no hubiéramos podido progresar porque los fiscales controlaban el lenguaje y la lógica del debateâ, indicó. âPero ahora podemos proporcionar un nuevo lenguaje y un nuevo armazón a la Asamblea, la lógica de la salud pública, no la de la justicia penal. Esto dejará a la legislatura mucho más dispuesta a tomar providencias respecto a propuestas de reforma. ¿A quién no le gusta la salud pública?â
âEstoy muy optimistaâ, dijo Dunklee de Drop the Rock. âMe parece que presenciaremos la aprobación de una ley progresista este año que incluirá la restauración significativa de la discreción judicial en los casos de delitos de drogas. Ojalá también incluya la expansión de los fondos para programas de alternativa a la encarcelación como la capacitación profesional o el tratamiento de la toxicomanÃaâ.
Pero no todos estaban tan optimistas. âEstoy optimista en cuanto a que vaya a suceder algo, pero no creo que vaya a ser tan profundo como a todos les gustarÃaâ, dijo Randy Credico del William Moses Kunstler Fund for Racial Justice, que ha formado parte de la labor de revocación de las Rockefeller hace años. âLa razón es que ya no hay agitación popular, no hay mucha presión de baseâ.
Mientras que en el 2004 y el 2005 las movilizaciones pusieron a decenas de miles de personas en la calle para pedir la reforma, las reformas menores alcanzadas en aquel momento le quitaron la energÃa al movimiento de masas, argumentó Credico. âAlgunas personas pensaron que el cambio gradual funcionarÃa entoncesâ, dijo, âpero dijimos que era mejor no recibir ninguna barra que media barra. De ese modo, la presión permanecerÃa e incrementarÃa. Pero recibimos media barra y, cuatro años después, todos estos tipos todavÃa están en prisión y el movimiento se ha desinfladoâ.
âAdemás, no son solamente las leyes Rockefeller sobre la droga â hay que revisar totalmente el sistema de justicia penal, de la condenación y nombramiento de jueces a la elección de jueces de parte de los pacientes, el perfilamiento racial y los cacheos. La gente necesita centrarse en el sistema general de justicia penal o tantas personas como tenemos ahora serán reducidas a prisiónâ.
Dunklee de Drop the Rock discrepó de Credico con relación a la situación del movimiento de masas por la reforma. âDrop the Rock es la campaña estatal por la revocación y no nos hemos marchadoâ, dijo. âHay un movimiento. Las 25.000 firmas que hemos recolectado en nuestra petición por la reforma son una señal de eso. El año pasado llevamos a más de 300 personas a Albany y lo volveremos a hacer este añoâ.
Con todo, reconoció Dunklee, las reformas parciales del 2004 y del 2005 sà desinflaron el movimiento. âLos medios lo tergiversaron como si fueran verdaderas reformas y eso sà debilitó el movimientoâ, dijo. âPero en términos de construcción del movimiento, aún nos parece fácil organizarnos alrededor de esta cuestión porque la gente está muy descontenta. Creo que todavÃa hay mucha energÃa allÃâ.
Tal energÃa será necesaria en los próximos meses. Aunque el lÃo presupuestario de Nueva York vaya a ocupar a los legisladores durante las próximas semanas, un dÃa se volverán hacia las reformas en las leyes Rockefeller. TodavÃa no se ha introducido ningún proyecto, pero son esperados dentro de poco. Además, hay vistas programadas para mayo. La lucha de este año para revocar las leyes Rockefeller sobre la droga justo se pone en marcha.
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