Reportaje: DEA allana más dispensarios de marihuana medicinal en California y hace que gobierno Obama reitere promesa de terminarlos
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El martes agentes de la DEA allanaron cuatro dispensarios de marihuana medicinal en la región de Los Ãngeles, siendo dos en Venice, uno en Marina Del Rey y otro en Playa del Rey. Las redadas sucedieron dos semanas después que el presidente Obama tomó posesión y al mismo dÃa en que Eric Holder fue confirmado como jefe del Ministerio de Justicia de EE.UU., la agencia que supervisa los operativos de la DEA. Es la segunda vez que sucede este incidente en el gobierno Obama, siendo que el primero fue una redada del 22 de enero contra un dispensario de marihuana medicinal en South Lake Tahoe.
[inline:sfdispensaryraid.jpg align=left caption="redada de la DEA y de la PolicÃa de San Francisco contra dispensario en mayo de 2008 (por cortesÃa de Indymedia BahÃa de San Francisco)"]El presidente Obama repitió varias veces durante la campaña su promesa de detener las redadas contra los dispensarios que funcionan dentro de la ley de California sobre la marihuana medicinal, y, el miércoles por la noche, el vocero Nick Shapiro de la Casa Blanca le decÃa al Washington Times que las redadas terminarÃa tan pronto se nombraran a los nuevos funcionarios del Ministerio de Justicia de EE.UU.
âEl presidente cree que los recursos federales no deben ser utilizados para sortear la legislación estatal y, mientras continúa nombrando a lÃderes séniores para ocupar las filas del gobierno federal estadounidense, espera que revisen sus polÃticas con ello en cuentaâ, dijo Shapiro.
Las redadas sucedieron un dÃa antes de que la National Organization for the Reform of Marijuana Laws (NORML, por sus siglas en inglés) anunciara que habÃa encargado una encuesta de Zogby International que descubrió un apoyo abrumador al término de las redadas de la DEA. La encuesta hizo la siguiente pregunta: âDurante la campaña presidencial, Barack Obama dijo que iba a detener las redadas federales contra los proveedores de marihuana medicinal en los 13 estados en que la marihuana medicinal ha sido legalizada. ¿El presidente Obama deberÃa cumplir con su palabra y terminar con dichas redadas?â
Más de dos para uno en todos los grupos geográficos, demográficos y polÃticos contestaron que âsÃâ. Total, un 72% de los encuestados se manifestó a favor del fin de las redadas.
Nadie fue arrestado en las redadas del martes, pero, como suele ocurrir, los agentes de la DEA tiraron puertas, incautaron marihuana destinada a pacientes, dinero y computadoras. Varios dependientes de los dispensarios les dijeron a las organizaciones activistas californianas que los agentes actuaran con aún más agresividad que lo normal.
âEsas redadas no pasaron de piraterÃaâ, dijo Dale Gieringer, director de la NORML California. âLa conducta de los agentes fue poco profesional y vengativa. Las llamaron âinvestigacionesâ, pero pasan nomás, se roban remedio y dinero y rompen las cosasâ.
Gieringer aludió a informes que habÃa recibido de que agentes de la DEA destruyeron cámaras de vigilancia en por lo menos una ubicación, posiblemente destruyeron el disco duro de una computadora en otra y de aún otra se agarraron bolsas de dinero sin contarlas ni proporcionar un recibo.
â¿A qué interés sirve eso?â preguntó Gieringer. âAdemás, no contar el dinero, de verdad que eso no se hace. Hay que investigar todo esto; no sirve a ningún fin legÃtimo. Y escogieron lugares que eran modestos, bien controlados, legales según la legislación estatal y que no incomodaban a nadie. Eso es bien canallescoâ.
La Crónica de la Guerra Contra las Drogas se puso en contacto con los cuatro dispensarios atacados por la DEA el martes, pero, en cada caso, o nadie estaba o nadie estaba dispuesto a hablar de las redadas. Sarah Pullen, vocera de la DEA en Los Ãngeles, quien suele conversar con la Crónica, tampoco atendió a los repetidos pedidos de comentarios.
Pullen sà conversó con el Los Angeles Times, pero no tuvo mucho que decir. âNo puedo entrar en detalles en cuanto a la causa probable detrás de las órdenes salvo para decir que trataban con marihuana, que es ilegal conforme a la legislación federalâ, dijo.
Pero Kris Hermes, vocero de Americans for Safe Access (ASA, por sus siglas en inglés), dijo que las alegaciones de mala conducta de la DEA durante las redadas no eran ninguna novedad. âNos han informado que los agentes de la DEA no contaron el dinero ni proporcionaron recibos y también que hubo casos de agentes que rompieron cámaras de vigilancia puestas en las instalaciones para grabar lo que sucedÃa adentro y afueraâ, dijo. âHace unos cuantos meses en Long Beach, mientras los agentes federales destrozaban videocámaras, otras cámaras los filmaban haciéndolo y enviaban las imágenes al servidor fuera del sitio, entonces, en este caso, por lo menos, hay pruebas en vÃdeo de que hacen justamente aquello de que vuelven a acusarlosâ.
Hermes también indicó que, aun sin las actividades extracurriculares, las redadas de la DEA contra los dispensarios son duras y truculentas. âSi uno los ve destrozando puertas y ventanas y arrasando cualquier bien en una instalación, eso es rutinario y ha estado pasando durante los últimos añosâ, dijo. âEntran con equipos paramilitares, chalecos antibalas, armas automáticas, a veces aun con máscaras de esquÃ, destruyen lo que hay adentro, se agarran remedios, dinero, computadoras e historias clÃnicas y arrasan el lugarâ.
âEs desconcertanteâ, dijo Bruce Mirken, director de comunicación del Marijuana Policy Project en San Francisco. âA estas alturas es imposible saber qué escalón lo autorizó y si fueron remanentes de Bush haciendo todavÃa lo que han estado haciendo, pero el candidato Obama hizo una promesa sobre esto y es tiempo de que la cumplaâ, declaró el miércoles, antes de que apareciera la respuesta de la Casa Blanca en los medios.
âEso debe querer decir que es tiempo de una señora barredura en la DEA y tal es lo correcto que hacer, no sólo moralmente, sino polÃticamente tambiénâ, dijo Mirken. âCalifornia votó por Obama, asà como 11 de los 13 estados con marihuana medicinal, incluso estados tradicionalmente republicanos como Colorado, Nevada y Nuevo México que pasaron a la columna Obama en las elecciones de noviembre. Además, en Michigan la marihuana medicinal se sacó más puntos que Obama en las encuestas. No hay inconveniente para que Obama haga lo correctoâ.
Mirken cambió para un tono considerablemente más contento el jueves por la mañana. âLos comentarios de la Casa Blanca anoche son importantÃsimosâ, dijo. âEs una ruptura histórica con 13 años de polÃticas federales desde la aprobación de la Propuesta 215 [Proposition 215] en 1996. La simple decisión de que no se deben utilizar recursos federales para socavar la legislación estatal sobre la marihuana medicinal es un cambio fundamental de las polÃticas llevadas a cabo no solamente por Bush, sino también por Clintonâ, dijo.
âPor supuesto que mucho va a depender del seguimientoâ, prosiguió Mirken, âpero es una clara señal a la gente de la DEA de que ha cambiado el juego. Ahora hay que ver qué pasa a continuación, tanto en relación con asegurar que realmente detengan las redadas como, en términos generales, con que el gobierno Obama adopte el tema general de respeto por la ciencia y fundamentación de las polÃticas en hechos, no en la ideologÃa. Me parece que esto es el principio del fin de una polÃtica federal trágica y burra y todo lo que puedo decir es gracias a Diosâ.
Durante la larga campaña presidencial, el entonces senador Obama declaró en agosto de 2007 que âno harÃa que el Ministerio de Justicia persiguiera y allanara a consumidores de marihuana medicinal [â¦] No es un buen uso de nuestros recursosâ. Em marzo de 2008, lo reiteró: âNo voy a valerme de los recursos del Ministerio de Justicia para intentar sortear la legislación estatal respecto a esta cuestiónâ.
Dos meses después, un vocero de Obama le dijo al San Francisco Chronicle: âLos votantes y legisladores en los estados â de California y Nevada a Maine â han decidido proveer marihuana medicinal a sus habitantes que padecen de enfermedades crónicas y dolencias graves como el sida y el cáncer para aliviar sus dolores y sufrimiento. Obama es a favor de los derechos de los estados y de los gobiernos municipales para que tomen esta decisiónâ.
Como es lógico, el ASA, el grupo más grande de militancia pro marihuana de EE.UU., interrumpió con pedidos de que el presidente Obama y el fiscal general Holder conviertan las promesas en polÃticas. âEn cuanto al nuevo fiscal general, una de las más altas prioridades de Eric Holder debe ser la de terminar con estas redadas perniciosas contra los proveedores de marihuana medicinal autorizados por el estadoâ, dijo Caren Woodson, directora de asuntos gubernamentales del ASA. âAdemás, hasta que se confirme un nuevo director de la DEA, Holder tiene la responsabilidad de parar la polÃtica existente llevada a cabo por los funcionarios del gobierno Bush. El fiscal general Holder tiene el poder de detener esta polÃtica perniciosa y anticuadaâ, dijo Woodson. âY debe hacerlo inmediatamenteâ.
Otros grupos de las polÃticas de drogas también sumaron sus voces. âCuando el presidente Bush estaba en campaña en el 2000, prometió no interferir en la legislación estatal sobre la marihuana medicinal, pero eso resultó ser una mentira ya que la DEA pasó a aterrorizar a los pacientes y proveedores de marihuana medicinal al allanar a decenas de dispensarios por toda Californiaâ, dijo Stephen Gutwillig, director de la Drug Policy Alliance (DPA, por sus siglas en inglés) en California. âEl presidente Obama dijo en campaña que estas redadas terminarÃan en su administración y millones le creyeron. Esperamos que estas recientes redadas no representen la polÃtica oficial del gobierno y que Obama ordene inequÃvocamente a las agencias federales que paren de acosar a los pacientes y proveedores de marihuana medicinal en Californiaâ.
âEl presidente Obama necesita enseñarles quién manda a las agencias federalesâ, dijo Bill Piper, director de asuntos nacionales de la DPA. âSi no le da fin a estas redadas, la DEA seguirá socavando sus promesas de campañaâ.
Hacia el jueves por la mañana, el ASA felicitaba provisoriamente a la Casa Blanca por su reiteración de aquellas promesas de campaña. âMás de 72 millones de personas viven en un estado que ha promulgado leyes que autorizan el consumo y la distribución limitados de cannabis para uso terapéuticoâ, dijo Woodson. âLos comentarios de la Casa Blanca han proporcionado a los pacientes y sus seres queridos un sentimiento de alivio y esperamos que el presidente y nuestro fiscal general tengan esta promesa en cuenta cuando piensen en nombramientos para la DEA y el Gabinete de PolÃtica Nacional de Fiscalización de Drogasâ.
Tal vez, por fin, despunte un nuevo dÃa cuando se trata de la postura del gobierno federal estadounidense respecto a la marihuana medicinal. Pero lo dirán las semanas y meses a continuación.
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