La Sesión Especial de la Asamblea General de la ONU (UNGASS, por sus siglas en inglés) sobre la Droga se congregó en Nueva York para discutir los rumbos futuros de las políticas de drogas mundiales en 1998. La reunión fue dominada por el eslogan “Un mundo sin drogas: ¡Podemos hacerlo!” y, como corresponde, el objetivo adoptado fue el de reducir considerablemente la demanda y la oferta de drogas ilícitas dentro de 10 años. Diez años después se puede ver que los estados miembros no han logrado alcanzar estos objetivos. Por ejemplo, pese a enormes campañas de erradicación forzosa contra granjeros, la producción de cocaína ha aumentado un 20% y la de opio un 120% en la última década; y pese a leyes restrictivas sobre la droga, el predominio del consumo de drogas ilícitas está en alza en la mayor parte de los países.

Lo peor son las consecuencias que hemos sufrido por políticas de drogas prohibitivas, por ejemplo: el tráfico ilícito genera guerras civiles en los países productores y delitos de sangre en las calles de las ciudades y ello resulta en corrupción y blanqueo de capitales; la erradicación de los cultivos de que provienen las drogas, sin proporcionar sustentos alternativos a los agricultores, resulta en crisis humanitarias y la fumigación aérea perjudica la agricultura y el medio ambiente; y leyes represivas marginan a los usuarios con millones de personas presas por la simple tenencia de drogas ilícitas y los derechos humanos de los consumidores de drogas son violados con frecuencia no solamente por la policía, sino también por las autoridades de la salud pública. Este estigma y discriminación también causan enormes problemas en la salud pública, por ejemplo, la propagación de sobredosis letales y el VIH; en verdad, fuera de África, uno de cada tres nuevos contagios de VIH está relacionado con el reparto de equipos para la inyección. Sin embargo, pese a que este modo de transmisión de VIH pudiera ser prevenido fácilmente con intervenciones eficaces de reducción de daños como el tratamiento con sucedáneos opiáceos y el cambio de jeringas, en muchos países el acceso a estos servicios es limitado por políticas de drogas represivas.

En marzo de 2009 la ONU celebrará un Segmento de Alto Nivel – una reunión de altos funcionarios en Viena – para revisar los últimos 10 años de las labores mundiales de fiscalización de la droga y adoptar una nueva declaración política para la década futura. Podemos inferir de las recientes declaraciones de la ONU que hay un espíritu de reforma en el aire – pero, sin la presión de la sociedad civil, no podemos esperar que los gobiernos hagan algo salvo felicitarse por lo que ya han hecho. En julio de 2008 más de 300 ONGs de todo el mundo se reunieron en Viena para adoptar recomendaciones a los gobiernos respecto a la reforma del sistema de fiscalización de la droga y hubo el consenso de que hay la necesidad de cambiar el enfoque de la justicia penal y la represión a la salud pública y los derechos humanos. Sin embargo, hay poquísimos conocimientos y discusión entre el gran público acerca del fracaso del régimen mundial de fiscalización de la droga – por consiguiente, necesitamos crear conciencia en la gente sobre los daños causados por este sistema y promocionar alternativas al armazón actual.

“Consecuencias involuntarias – Concurso mundial de carteles y vídeos sobre la lucha contra la droga” busca resaltar las consecuencias involuntarias de las labores de fiscalización de la droga sobre la salud pública, la delincuencia, el medio ambiente, los derechos humanos – al articular historias y tragedias personales, oportunidades y libertades perdidas y el daño irreversible que ha sido hecho a vidas y bienes.

La Unión Húngara de las Libertades Civiles (TASC, por sus siglas en húngaro; HCLU, por sus siglas en inglés) busca imágenes y vídeos creativos y conmovedores que llamen la atención y expresen gráficamente la realidad y el impacto cotidianos de la lucha mundial contra la droga sobre la salud y la seguridad públicas y los derechos humanos.

Temas destacados

• Intervenciones represivas de la fuerza pública;
• Encarcelación de usuarios de drogas;
• El impacto de la erradicación forzosa sobre las vidas de los agricultores;
• El impacto ambiental de la erradicación:
• Impedimentos al acceso a la asistencia sanitaria;
• El estigma contra el consumo de drogas;
• La pobreza y el consumo de drogas;
• El contraste de conductas para con las drogas lícitas e ilícitas;
• El tratamiento forzoso de usuarios de drogas;
• Los usuarios de drogas con HIV y sida;
• La pena de muerte:
• El impacto de la lucha contra la droga sobre las familias;
• La concienciación y prevención del consumo de drogas con base en el miedo;
• Exámenes toxicológicos obligatorios en colegios y lugares de trabajo;
• Las mejores prácticas en educación, cuidados, tratamiento y reducción de daños.

Reglas del concurso

En la Categoría Cartel:

• Este concurso está abierto solamente a individuos y/u organizaciones de cualquier país que envíen carteles originales que hayan creado personalmente;
• Los carteles pueden ilustrar escenas ficticias – pero deben fundarse en problemas existentes y reales en el marco de los regímenes mundial y nacional de fiscalización de la droga;
• Se puede enviar varios aportes, con tal de que cada uno cumpla con todos los requisitos;
• Los carteles deben ser enviados en formato de alta calidad superior a 3MB a: [email protected];
• Se debe añadir un título y una sinopsis (donde y cuando fue hecho y que ilustra) al cartel en inglés;
• Cada participante puede ganar solamente un premio.

En la Categoría Vídeo:

• Este concurso está abierto solamente a individuos y/u organizaciones de cualquier país que envíen vídeos originales que hayan creado personalmente;
• Los vídeos pueden ser filmados sobre sucesos reales o escenas ficticias basadas en sucesos reales;
• Los vídeos deben ser enviados en formato digital. Los formados preferibles son: Windows Media Video, MPEG 4, Flashvideo (.flv);
• La HCLU acepta envíos en formato DVD a su dirección postal (1084 Budapest Víg u. 28. 1/3);
• La HCLU también acepta películas publicadas en sitios que permiten compartir vídeos – se debe enviar el enlace a nuestra dirección de correo electrónico: [email protected];
• Solamente vídeos cortos (que no pasen de 10 minutos) son aceptados (tal es el límite de subida en YouTube);
• Se puede enviar varios aportes, con tal de que cada uno cumpla con todos los requisitos;
• El idioma de todos los aportes debe ser el inglés o debe haber subtítulos en inglés – los aportes en cualquier otro idioma no serán considerados;
• Cada participante puede ganar solamente un premio.

Fecha límite para el envío de carteles: 20 de febrero de 2009. Fecha límite para el envío de vídeos: 05 de marzo de 2009. (Los aportes enviados por correo después del plazo no serán considerados.)

La HCLU seleccionará a dos ganadores al término del periodo del concurso en las dos categorías: (1) Mejor Cartel; y (2) Mejor Vídeo. Cada ganador será elegido por un grupo de expertos con base en los siguientes criterios, todos de peso igual: originalidad, creatividad, atractivo a un público mundial y emisión de un mensaje claro sobre el fracaso del actual sistema de fiscalización de las drogas y/o de un mensaje positivo sobre las alternativas al actual sistema de fiscalización de las drogas.

El Mejor Cartel recibirá EUR 1.000 y el Mejor Vídeo EUR 1.500. En la Categoría Vídeo, el segundo puesto gana EUR 500 y el tercero EUR 300. En la Categoría Cartel, el segundo puesto gana EUR 400 y el tercero EUR 200.

Todos los envíos serán regidos por la licencia Creative Commons Attribution Share Alike. La selección de licencia muestra el compromiso de la HCLU con el ethos de la cultura libre.

La HCLU planea organizar una exhibición con los mejores carteles en marzo de 2009 en el Centro Internacional de Viena y también pretende mostrar los mejores vídeos en público. Asimismo, la HCLU puede utilizar todos los materiales de foto y vídeo en su campaña en las formas de anuncios públicos, carteles, volantes, pegatinas etc.