Join Together, el grupo de tratamiento y prevención de la toxicomanía de la Universidad de Boston, se fusiona con el controvertido National Center on Addiction and Substance Abuse, un trabajo de equipo de años de Joseph Califano, el ex ministro de Sanidad, Educación y Asistencia Social de EE.UU., que los grupos reformadores en general han considerado una fuente de propaganda. Los dos grupos hicieron el anuncio el jueves.

“Fusionar a Join Together con CASA fortalecerá bastante la capacidad de CASA de informar al pueblo estadounidense los costos socioeconómicos de la toxicomanía y su impacto sobre sus vidas, divulgar bastante los hallazgos de investigación y recomendaciones de CASA a los que trabajan en las primeras líneas para prevenir y tratar la toxicomanía y la adicción y expandir considerablemente nuestra capacidad de militancia en todo el país”, dijo el CASA el jueves. “La combinación de CASA y Join Together resultará en un producto mucho más grande que la suma de las partes”.

Join Together se autodenomina “el destacado proveedor de informaciones, ayuda en la planificación estratégica y desarrollo de líderes para labores comunitarias a fin de hacer progresar políticas de drogas y alcohol, prevención y tratamiento eficaces”. Entre los trabajos de la organización hay un informe de 2003 preparado en conjunción con el Colegio de Abogados de EE.UU., alabado por los reformadores de las políticas de drogas, en que los autores pedían una gama de reformas para terminar con la discriminación de personas que se recuperan de la toxicomanía, incluso la revocación de la disposición de la Ley de Enseñanza Superior [Higher Education Act] que niega ayuda financiera para la universidad a aspirantes a estudiante en razón de condenaciones por delitos de drogas.

En un mensaje electrónico a su lista, el doctor David Rosenbloom, director y fundador de Join Together, dijo que estaba “emocionado con este nuevo suceso”. Ello permitiría que Join Together expandiera su contenido valiéndose del personal y de los informes de CASA. “De hecho, con frecuencia hemos considerado los informes de investigación, conferencias, proyectos de demostración y libros de CASA cimientos para nuestra propia obra”. Rosenbloom sucederá a Califano en el trabajo como presidente y gerente general de CASA.

Los reformadores de las políticas de drogas no van a lamentar la jubilación de Califano. Los reformadores – y otros – han criticado las investigaciones de CASA varias veces. Por ejemplo, Craig Reinarman, sociólogo e investigador de las drogas, diseccionó la agenda antidroga y de reforma antidroga de Califano en un artículo de 1997 publicado en el International Journal of Drug Policy. Califano había atacado las políticas holandesas de cannabis, intentó difamar a los defensores como “legalizadores” y los rebatió con lo que llamó “hechos” que pretendían mostrar que “la legalización sería un desastre para los niños y adolescentes europeos”.

Califano también es suplidor implacable de la muy desprestigiada “teoría de la droga inicial” que dice que el consumo de marihuana conduce al consumo de otra droga y ha recurrido a afirmaciones disparatadas y desacreditadas como “los usuarios de marihuana tienen 85 veces más probabilidades de consumir cocaína que los no usuarios”.

En 2002, un informe de Califano sobre el consumo de alcohol entre adolecentes fue criticado por una especie distinta de crítico: la Administración de Salud Mental y Abuso de Sustancias de EE.UU. (SAMHSA, por sus siglas en inglés). La SAMHSA refutó educadamente la afirmación sensacionalista – y bastante divulgada – de CASA que decía que los bebedores menores de edad respondían del 25% del consumo total de alcohol. La cifra verdadera era inferior a la mitad de la de CASA, reportó la SAMHSA.

Ojalá CASA bajo Rosenbloom siga los sobrios pasos de Join Together en vez de los sensacionalistas de CASA. Si eso sucede, el nuevo CASA puede convertirse en una fuerza en pro del cambio positivo.