Gobierno Obama: Gupta, candidato a inspector general de sanidad de EE.UU., odia la marihuana y es más o menos a favor del consumo medicinal
[inline:sanjaygupta.jpg align=left caption="Sanjay Gupta (loc.gov)"]Los reformadores de las polÃticas de drogas inclinados sobre las hojas de té en un intento de discernir las intenciones del entrante gobierno Obama en las polÃticas de drogas han encontrado poco consuelo en el anuncio de que va a nombrar al Dr. Sanjay Gupta para el puesto de inspector general de sanidad de EE.UU. Como uno de los médicos más famosos de EE.UU., Gupta es un neurocirujano que también trabaja como corresponsal para CNN y CBS News.
La oferta del gobierno Obama sucedió después de una reunión de dos horas entre Gupta y Obama en Chicago en noviembre. En aquella reunión, Obama le dijo a Gupta que se expandirÃa su rol de dar consejos sobre polÃticas sanitarias y que él serÃa el inspector general de sanidad de mayor visibilidad en la historia.
Gupta ya ha trabajado con polÃticas sanitarias. Fue miembro de la Casa Blanca en los años 1990 al redactar discursos y aconsejar a Hillary Clinton en materia de polÃticas sanitarias. Ãl también es un comunicador telegénico de éxito.
Aunque haya recibido crÃticas de algunas partes por ser demasiado amistoso para con las grandes empresas farmacéuticas y de otros por acusar equivocadamente al cineasta Michael Moore de comunicar falsedades en su documental Sicko, sus puntos de vista anticuados respecto a la marihuana son lo que están causando furor en los cÃrculos favorables a la reforma de las polÃticas de drogas. Como es público y notorio, en un editorial de noviembre de 2006 en la revista Time, Gupta, mientras reconocÃa los beneficios de la marihuana medicinal para algunos pacientes, pasó a repetir una sarta de mitos antimarihuana hace mucho desacreditados como razones para ser contrario a las iniciativas de reforma en la legislación sobre la marihuana que se encontraban en las urnas en Nevada y Colorado aquella semana. En las palabras de Gupta:
âTal vez sea porque nacà un par de meses después de Woodstock y no estaba cuando la marihuana era tan común como los iPods lo son hoy dÃa, pero constantemente me asombro porque, después de todos estos años â y todas las guerras contra las drogas y todos los anuncios de interés público -, casi 15 millones de estadounidenses todavÃa consuman marihuana por lo menos una vez al mes. California y 10 otros estados ya han despenalizado la marihuana para el consumo medicinal. Dos estados â Colorado y Nevada â están considerando iniciativas electorales que legalizarÃan hasta 28 g de marihuana para consumo personal de parte de personas con 21 años o más, ya exista o no una necesidad médica.
â¿Qué necesitan saber los votantes antes de acudir a las urnas?
âLo primero es que, en realidad, la marihuana no hace bien. Es verdad que hay beneficios a la salud de algunos pacientes. Varios estudios recientes, incluso uno nuevo del Scripps Research Institute, muestran que el THC, el quÃmico responsable por el colocón en la marihuana, puede ayudar a disminuir la progresión del mal de Alzheimer. (De hecho, parece bloquear la formación de placas causadoras de enfermedades mejor que varios fármacos de consumo común.) Otros estudios han mostrado que el THC es un tratamiento muy eficaz para la náusea para personas â pacientes de cáncer que pasan por quimioterapia, por ejemplo â que no han tenido éxito con los medicamentos convencionales. Y el cannabis medicinal ha mostrado ser una promesa en el alivio de los dolores de pacientes con esclerosis múltiple y en la reducción de la presión intraocular en pacientes de glaucoma.
âPero sospecho que la mayorÃa de la gente ansiosa por votar sà en las nuevas medidas electorales no sufra de glaucoma, Alzheimer o náusea inducida por la quimioterapia. Muchas de esas personas simplemente quieren colocarse legalmente. Por eso, yo, como muchos otros médicos, no estoy sorprendido por la propuesta de ley, que legalizarÃa la marihuana independientemente de cualquier enfermedad.
â¿Por qué a mà me importa? Como dice la Dr.ª Nora Volkow, directora del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas de EE.UU.: âNumerosas consecuencias deletéreas para la salud están vinculadas con el consumo de corto y medio plazo [de marihuana], incluso la posibilidad de viciarseâ.
â¿Cuáles son las otras consecuencias para la salud? El consumo frecuente de marihuana puede afectar gravemente su memoria a corto plazo. Puede perjudicar su capacidad cognitiva (¿por qué cree que la llaman dope?) y conducir a una duradera depresión o ansiedad. Aunque muchas personas fumen marihuana para relajar, ella puede surtir el efecto contrario en los usuarios frecuentes. Además, fumar cualquier cosa, ya tabaco, ya marihuana, puede perjudicar gravemente su tejido pulmonar.
âLas iniciativas pro marihuana de Nevada y Colorado han conseguido el apoyo de lugares improbables. Más de 33 lÃderes religiosos en Nevada han sido a favor de la medida al argumentar que la legalización permisiva, acompañada de regulaciones y penas rigurosas, pueden disminuir el narcotráfico ilegal y dejar las comunidades más seguras.
âQuizá. Pero aquà estoy para decirle, como médico, que pese a toda la habladurÃa sobre los beneficios medicinales de la marihuana, fumar la droga no va a hacer bien a su salud. Y si usted se coloca antes de ponerse al volante de un automóvil, va a poner a sà mismo y a los que están alrededor suyo en peligroâ.
Hay que ver si Gupta va a apoyar la marihuana medicinal â a diferencia de meros fármacos a base de THC como el Marinol â o hacer algo bueno para la reforma de las polÃticas de drogas si lo confirman. Y sà demostró la disposición de reconocer algunos de los argumentos presentados por el otro lado. Pero su aparente ceguera respecto al daño infligido a los usuarios de marihuana por el arresto y la prisión no es una buena primera señal. ¿Un cambio en que podemos creer para las polÃticas de drogas? Sólo el tiempo lo dirá.
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