La reforma condenatoria llega a Pensilvania. Como reportamos la semana pasada, el Proyecto 4 de la Cámara [House Bill 4] sobre la reforma condenatoria había sido aprobado en el Senado y aguardaba la aprobación rutinaria en la Cámara. Ahora el proyecto, que permitiría el desvío de infractores no violentos de la legislación antidroga hacia programas de tratamiento, ha sido aprobado por la Cámara y sancionado por el gobernador Ed Rendell (D) y entrará en vigor 90 días después de la publicación oficial.

[inline:sci-chester.jpg align=right caption="Penitenciaría Estatal en Chester, Pensilvania"]Cuanto antes mejor para el desangrado Keystone State, donde el número de prisioneros ha cuadruplicado desde los años 1980 y aumentado un 21% en los últimos seis años. Los gastos con prisiones actualmente comen el 6% del presupuesto total del estado.

Algunas personas involucradas en el proceso dicen que el proyecto y la ley vinculada son la reforma condenatoria más grande en años en Pensilvania. Ella permitirá la liberación temprana de algunos presos, incluso los infractores por delitos de drogas y hurtos menores, si concluyen programas de instrucción y capacitación profesional.

“Esto representa un nuevo abordaje a la justicia penal para infractores condenados por delitos no violentos”, dijo Dennis M. O’Brien (R-Filadelfia), presidente de la Cámara y uno de los principales defensores de los proyectos de ley. “Dejará al público más seguro, asegurará que los infractores reciban servicios esenciales para interrumpir el ciclo de la criminalidad, reducirá la duplicación de labores que desperdician el dinero del contribuyente y garantizará que las víctimas de los delitos sean tratadas con justicia”, le dijo él al Philadelphia Inquirer.

“Aquí en Pensilvania tenemos un problema grave con los números de personas que reducimos a prisión”, dijo William DiMascio, cuya organización, The Prison Society, milita en nombre de los prisioneros. “Con tanta gente ingresando al sistema, con sentencias cada vez más largas y la condicional cada vez más estricta, era inevitable que llegáramos a un punto de saturación. Con las prisiones en aforo – y en exceso de aforo -, empieza a haber condiciones peligrosas, tanto para la gente detenida allá como para la gente que trabaja allá”, dijo. “No se puede dejar de hacer algo”.

Pero pese a que los dispositivos de liberación temprana y desvío que se encuentran en el proyecto no se apliquen a infractores no violentos, la política de los delitos de sangre ya se ha entremetido. En respuesta al asesinato de un policía de Filadelfia, justo cuatro días después de sancionarse el proyecto, el gobernador Rendell emitió una declaración que anunciaba la suspensión de las liberaciones para todos los presos bajo condicional en espera de una revisión de los sistemas penitenciario y de la libertad condicional.

“La semana pasada, el oficial Patrick McDonald de la Policía de Filadelfia fue asesinado por un infractor en condicional, pero es aún más trágico que éste fuera el segundo ejemplo en los últimos cuatro meses de un preso bajo condicional disparando contra un policía de Filadelfia”, escribió Rendell, refiriéndose a los tiros contra el sargento Stephen Liczbinski. “Pérdidas desconsoladoras como éstas han echado luz sobre la necesidad de revisar totalmente el proceso por el cual Pensilvania concede la libertad condicional a los infractores violentos. Por lo tanto, les pido que revisen la manera por que estos dos casos fueron tratados por la Secretaría de Administración Penitenciaria y la Junta de Libertad Vigilada y Condicional a fin de minimizar la probabilidad de que estos tipos de situaciones se repitan”.

Entonces, por lo pronto, alguien que haya recibido libertad condicional tras cumplir pena por un delito de drogas no violento va a quedarse preso porque un infractor violento bajo condicional mató a un policía, a pesar de la nueva legislación.