De costa a costa, policías, agentes penitenciarios y funcionarios de los tribunales se corrompen. Esta semana, además de la galería de pícaros de costumbre con policías corruptos, tenemos un toxicómano también. Vamos a ello:

En Jackson, Alabama, un adjunto de la Comarca de Madison dimitió el mes pasado cuando una investigación interna descubrió que o le dio estupefacientes a un interno o dejó que el recluso se los llevara. El adjunto Dustin Newman, 24, renunció el 18 de agosto después que los investigadores determinaron que “el único hecho discutido es el de si Newman se llevó él mismo las drogas de una caja de efectos o si solamente pasó informaciones que resultaron en que el fideicomisario se las llevara”.

En Knoxville, Tennessee, el 17 de septiembre arrestaron a un oficial de la Policía de la Universidad de Tennessee por vender drogas en las viviendas de los estudiantes. El policía Matthew Chambers, 35, responde ante Justicia por un cargo de venta y distribución de estupefacientes de Clase II por vender una pastilla de oxicodona a una soplona. En un giro tal vez no tan sorprendente, el abogado de Chambers afirma que la soplona era la ex novia de su cliente, quien lo delató en un intento de reducir las acusaciones que enfrenta.

En Mt. Juliet, Tennessee, un policía de Mt. Juliet responde ante Justicia por cargos de agresión con agravantes tras ser filmado aplicando una llave al cuello de un sospechoso de ocultar marihuana en su boca. William Cosby, cabo de la Policía de Mt. Juliet, se declaró inocente el 18 de septiembre. El vídeo del coche patrulla mostró a Crosby estrangulando a James Lawrence Anders Jr. hasta que se desmayó durante una batida en abril. Anders fue acusado de tenencia de marihuana, pero ahora han sobreseído los cargos y ha cursado una querella civil por el incidente.

En St. Helens, Oregón, la coordinadora del juzgado de delitos de drogas de la Comarca de Columbia fue arrestada a lo largo del fin de semana por presuntamente vender informaciones sobre investigaciones en casos relacionados con las drogas a narcotraficantes y usuarios. Inicialmente se le acusó a Emily Davis Cayton, 30, de tenencia de drogas, pero los fiscales dijeron que su caso puede ir a gran jurado y resultar en más acusaciones un día de estos. Los investigadores dijeron que recibieron una pista a través de su “sistema de informantes”, pero no están seguros de la información filtrada ni de cuánto recibió Cayton. La arrestaron después de una investigación de semanas, dijeron. Ahora Cayton está de licencia administrativa con goce de sueldo de su trabajo en el juzgado de delitos de drogas.

En Walla Walla, Washington, el lunes arrestaron a una agente penitenciaria después de ser pillada trayendo “una cantidad considerable” de drogas a la prisión. La agente penitenciaria Camren James Jones, 20, fue presa por sospecha de entregar cocaína, heroína, metadona y marihuana. Las autoridades dijeron que la cantidad de heroína era casi del tamaño de dos pelotas de golf.

En McAllen, Tejas, el 16 de septiembre un ex agente de la Patrulla Fronteriza fue sentenciado a cinco años en prisión federal por mentir sobre incautaciones de cocaína. Juan Espinoza, 31, se confesó culpable de hacer falsos testimonios o entradas en agosto de 2006. Los investigadores descubrieron que Espinoza había incautado cocaína de narcotraficantes y confabulado con ellos para distribuirla. Él había estado en libertad bajo fianza, pero ahora está entre rejas.

En Mineola, Nueva York, el lunes un ex oficial de la Policía de Nueva York fue sentenciado a cinco años de prisión robarse pistolas de un almacén de pruebas de la policía y cambiarlas por analgésicos. El ex policía Hubertus Vannes se había confesado culpable en mayo de tenencia criminosa de sustancia fiscalizada y venta criminosa de arma de fuego. Admitió canjear tres armas con un hombre a cambio de analgésicos y fue pillado con 76 pastillas cuando lo arrestaron. El tipo con quien cambió las armas también se ha confesado culpable y será sentenciado el 14 de octubre.