Reportaje: Número de escuelas que adoptan exámenes toxicológicos aleatorios está en alza – Así como la oposición

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Envalentonado por dos fallos de la Corte Suprema de EE.UU. e incitado por el esfuerzo del gobierno Bush para expandir los exámenes toxicológicos con estudiantes, un número cada vez más grande de distritos escolares por todo EE.UU. está adoptando los exámenes toxicológicos en cuanto medida de prevención a la toxicomanía. Aunque el Gabinete de Política Nacional de Fiscalización de las Drogas (ONDCP, la sigla en inglés de la secretaría antidroga estadounidense) y activistas antidrogas aplaudan la tendencia, el recurso a los exámenes toxicológicos aleatorios con estudiantes de primer y último año de secundaria también ha originado un movimiento de oposición que intenta persuadir a los colegios a adherir a estrategias de prevención al consumo de drogas que no traten a los estudiantes como culpables hasta que se pruebe lo contrario.

[inline:alliebrody.jpg align=left caption="Allie Brody"]En Vernonia en 1995 y Earls en 2002, la Corte Suprema de EE.UU. autorizó los exámenes toxicológicos aleatorios con estudiantes atletas y escolares involucrados en actividades extracurriculares, respectivamente. A partir de 2004, el gobierno Bush y el secretario antidroga John Walters empezaron un esfuerzo para hacer que los colegios creen programas de exámenes toxicológicos al enviarles millones de dólares en subvenciones federales.

Mientras que sea difícil encontrar estadísticas anteriores sobre el número de colegios que recurren a los exámenes toxicológicos con estudiantes, la Asociación Nacional de Consejos Escolares le dijo a la Crónica en aquel año que creía que la cifra máxima era de cerca de 5%. Cálculos del gobierno federal estadounidense en esa época ubicaron el número de escuelas que hacen exámenes toxicológicos aleatorios entre 500 y 2.000, o una cifra máxima de aproximadamente 3,5%.

“No asumimos una postura específica respecto a los exámenes toxicológicos, pero escribimos alegatos en favor de los distritos en los casos de la Corte Suprema”, dijo Lisa Sawyer, directora del departamento jurídico de la Asociación Nacional de Consejos Escolares. “Es porque creemos en el control local. Nos gusta que los distritos escolares puedan hacer los exámenes toxicológicos si escogen hacerlo”.

Pero cuando los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. publicaron los resultados de su sondeo de las escuelas en octubre de 2007, informaron que el número de colegios con programas de exámenes toxicológicos aleatorios era de 4.200. Eso es casi el 7% de los 59.000 colegios secundarios para estudiantes de primer y último año de EE.UU.

La Student Drug Testing Coalition, una filial de la Drug-Free Projects Coalition que defiende más exámenes toxicológicos aleatorios con los estudiantes, puso la cifra aún más alto en un informe de mayo de 2008. De acuerdo con la coalición, el 14% de los distritos escolares más o menos contaba con políticas de exámenes toxicológicos aleatorios durante el año lectivo 2004-2005.

La coalición también reportó que el número de distritos escolares que recurren a los exámenes toxicológicos aleatorios aumenta cerca de 100 al año, o el 1% cada año. Es difícil verificar esa cifra, pero una búsqueda de “exámenes toxicológicos con estudiantes” en Google News o algo parecido muestra que los consejos escolares debaten la cuestión por todo el país cada semana.

[inline:drugtestinglab.jpg align=right caption="laboratorio de examen toxicológico"]“Cuando el gobierno Bush empezó a hacer presión por los exámenes después del fallo en Earls, los colegios no conocían esa política y el gobierno ha tenido algún éxito en convencer a algunos distritos de que es bueno intentar esta política”, dijo Jennifer Kern, gerente de políticas para la juventud de Drug Policy Alliance, que, junto con grupos como Students for Sensible Drug Policy (SSDP, por su sigla en inglés), el Proyecto de Reforma de la Legislación sobre las Drogas de la ACLU y NORML, encabeza la carga contra los exámenes toxicológicos con los estudiantes. “Pese a que no hayan tenido mucho éxito en convencer a las comunidades de la salud pública y la educación de que se debe hacer esto, han estado haciendo giras por las regiones rurales del país y algunos distritos lo han aceptado”.

Desde 2004, la secretaría antidroga estadunidense ha organizado “cumbres” sobre los exámenes toxicológicos con estudiantes alrededor del país para presionar más distritos a que adopten los exámenes y hacer más atractiva la oferta al auxiliarlos a postular a subvenciones federales para los exámenes toxicológicos. Habían estado ocurriendo a un ritmo de cerca de cuatro al año, pero este año ese número ha saltado para ocho, siendo que dos están programadas para el mes que viene en Omaha, Nebraska y Albany, Nueva York.

Como en las cumbres pasadas, la oposición va a estar en Omaha y Albany, dijo Kern. “Vamos a hacer lo que hicimos antes, hacer que la gente salga, proporcionar materiales, platicar con los pedagogos, quienes nos han parecido bien abiertos a nuestro mensaje”, dijo. “Ojalá sea el último hurra del secretario antidroga”, dijo, con miras a las elecciones de noviembre.

“En cumbres anteriores, la mayoría de los asistentes estaba indecisa sobre los exámenes toxicológicos en las escuelas”, dijo Kris Krane, director ejecutivo del SSDP. “Querían escuchar la oferta del gobierno y descubrir cómo postular a las subvenciones, pero por lo general nos parecieron muy abiertos a nuestros puntos de vista. Nos ceñimos a nuestras inquietudes específicas respecto a los exámenes toxicológicos y, en general, se recibió bien nuestro mensaje”.

Los opositores de los exámenes toxicológicos con estudiantes no están limitados a las organizaciones reformadoras. Como es lógico, los mismos estudiantes de secundaria y sus padres forman otro bloc en que la oposición puede surgir y sí surge. Kern informó ser contactada por varios estudiantes y padres al paso que los exámenes toxicológicos se convierten en un problema en sus comunidades.

Cuando la Escuela Secundaria de Allentown en Allentown, Nueva Yérsey, instituyó un programa de exámenes toxicológicos, lo hizo frente a la oposición de estudiantes y padres y ella no se ha terminado. Allie Brody, una estudiante de último año en la Escuela Secundaria de Allentown, asume una postura contra los exámenes toxicológicos con estudiantes – y ello le está costando. Con una calificación media de 3.96, Brody integra la Sociedad Nacional de Honor de EE.UU. El año pasado, estaba en el club de viajes de la escuela, fundó el club de filosofía de la escuela y ayudó en el musical escolar, entre otras actividades extracurriculares. Este año no puede hacer nada de eso porque se negó a firmar un formulario de consentimiento para el examen toxicológico.

“Los exámenes toxicológicos van totalmente en contra de mis principios. Es quitarles la opción respecto a lo que pasa con mi cuerpo de las manos de mis padres. Ésa no es la responsabilidad de la escuela y no estoy dispuesta a dársela a ellos”, dijo el miércoles.

“Ahora no puedo participar de actividades extracurriculares. Me han destituido como vicepresidenta de la Sociedad de Francés y mi filiación a la Sociedad Nacional de Honor está en cuestión”, dijo, con serenidad. “Tengo que estacionar fuera del campus. Es posible que esto afecte aun donde puedo asistir a la universidad”, dijo la estudiante destacada. “Estoy haciendo una declaración personal respecto a los exámenes toxicológicos y espero que las universidades lo comprendan. Si no lo hacen, no me parece que ése sea el tipo de lugar a que quisiera asistir de todos modos”.

Brody y otros estudiantes trabajaron para impedir que el consejo instaure la política de exámenes toxicológicos, en vano, dijo ella. “Mi amigo Brendan Benedict [cofundador, junto con Brody, de Students Morally Against Drug Testing (SMART, por su sigla en inglés)] y yo hicimos que muchos estudiantes se manifestaran y mis padres nos han apoyado bastante y hemos recibido mucho apoyo de la comunidad. Intenté pararlo asistiendo a las reuniones del consejo, pero era como si el consejo hubiera decidido antes que oyéramos hablar de ello, y yo no tenía voto en el consejo”.

Kern y otros reformadores están determinados a proporcionar cualquier ayuda posible a estudiantes, padres y pedagogos contrarios a los exámenes toxicológicos con estudiantes. Han alistado un equipo para preparar a la gente que asiste a las cumbres del secretario antidroga, han creado el sitio web Safety 1st con abordajes alternativos a los exámenes toxicológicos y aun una página “Exámenes toxicológicos invaden mi privacidad” [Drug Testing Invades My Privacy] en Facebook. (Hay que entrar a Facebook para verla.)

También pueden señalar a las partes interesadas a Nuevo México, donde la Drug Policy Alliance ha recibido una subvención para concienciar a los jóvenes sobre la toxicomanía. La oficina neomexicana justo ha producido un nuevo vídeo sobre la metanfetamina y materiales para entrenar a pedagogos.

Aunque parte de la oposición a los exámenes toxicológicos con estudiantes sea a causa de problemas morales o filosóficos, los opositores también citan varios estudios que muestran que los exámenes toxicológicos no causan impacto sobre los índices de consumo de drogas entre estudiantes o aun que causa un impacto negativo. Un estudio de 2003 dirigido por el investigador Lloyd Johnston de la Universidad de Michigan, famoso por los sondeos de Monitoring the Future, dijo lo siguiente:

“Todavía se encuentra que los exámenes toxicológicos no están vinculados con el consumo de drogas ilícitas reportado de los estudiantes – aun exámenes aleatorios que posiblemente sometan a todo el cuerpo discente. Se ha descubierto que los exámenes no tienen relación considerable con la predominancia del consumo de drogas entre el cuerpo discente entero ni con la predominancia del consumo entre usuarios de marihuana experimentados. Los análisis de los atletas varones de la escuela secundaria descubrieron que los exámenes toxicológicos con atletas en el colegio no estaban vinculados con ningún nivel perceptiblemente distinto de marihuana ni con otro consumo de drogas ilícitas”.

Por el otro lado, el sitio web sobre exámenes toxicológicos con estudiantes del secretario antidroga y la página web acerca de la eficacia de los exámenes toxicológicos de la Student Drug Testing Coalition ofrecen más estudios que intentan rebatir o refutar los hallazgos de Johnston y otros parecidos.

Pero no se trata solamente de la eficacia contestadísima de los exámenes toxicológicos con estudiantes; se trata asimismo de cómo las escuelas ven a sus estudiantes y viceversa, dijo Krane del SSDP.

“Los exámenes toxicológicos con estudiantes realmente estropean la confianza entre estudiantes y profesores, orientadores y administradores”, dijo. “Si tienen un problema con la toxicomanía, necesitan ver a las autoridades como personas en que pueden confiar, no como personas que las ven constantemente como sospechosos. Los exámenes toxicológicos les dicen a estos chicos que son culpables hasta que se pruebe lo contrario”, prosiguió Krane.

“Si solamente examinamos a estudiantes que hacen atletismo o actividades extracurriculares y pueden estar experimentando o fumando un poco de marihuana, la verdad es que los apartamos de la participación en esas actividades. ¿Eso es lo que queremos?” preguntó Krane retóricamente. “Creo que, en realidad, estas especies de políticas crean más toxicomanía entre los jóvenes”.

Mientras se traba la lucha distrito por distrito por todo el país, las organizaciones reformadoras también están atentas al premio en Washington, donde el Congreso debe decidir si va a continuar financiando el programa de subvenciones para los exámenes toxicológicos del gobierno Bush o no. Aunque no se esperen más providencias este año, los activistas hacen planes para el futuro.

La política de los exámenes toxicológicos en las escuelas en el Capitolio ha concluido los trabajos este año, dijo Krane, cuya organización ha luchado contra los exámenes toxicológicos con estudiantes hace años. “No hay nada que hacer legislativamente durante el resto del año”, dijo. “Parecía que las subvenciones del ONDCP iban a ser cortadas, la versión del Senado no las cortó, pero, al fin, el Congreso fusionó todo en una ley general de presupuestos y acaban de aumentarlas en los niveles de gastos del año pasado”.

“Lo que nos gustaría ver es una prohibición de valerse de dinero federal para financiar estos programas de exámenes toxicológicos con estudiantes porque los fondos regidos por la Ley de Escuelas Seguras y Sin Drogas [Safe and Drug-Free Schools Act] deben ser invertidos en programas comprobados y los exámenes toxicológicos con estudiantes no son comprobados”, dijo Kern. “Pero, realistamente, podemos intentar cortar la financiación del programa y los viajes del secretario antidroga para promoverlo”.

Mucha cosa depende de cómo resultan las elecciones de noviembre, dijo Kern. “Si nos conseguimos un nuevo secretario antidroga que haga un abordaje de salud pública a estas cuestiones, es muy probable restringir este esfuerzo federal fundado en ideología. Ya hay mucha resistencia en los ámbitos estatal y municipal porque los exámenes toxicológicos aleatorios y sin necesidad de sospechar de estudiantes, lo que va en contra de las mejores prácticas en prevención, ambiente escolar, relaciones y confianza entre estudiantes y profesores”.

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