Como el senador Barack Obama ya es el presunto presidenciable demócrata, el Partido Republicano busca posibles puntos flacos y cree que ha encontrado uno en su postura relativamente progresista respecto a la marihuana medicinal. El miércoles, el Directorio Nacional Republicano emitió un comunicado de prensa que decía que la opinión de Obama sobre la marihuana medicinal y las redadas de la DEA contra pacientes y proveedores “plantea dudas importantes” acerca de la candidatura de Obama.

El ataque sucedió después que el San Francisco Chronicle publicó el lunes un artículo que detallaba la postura de Obama con relación a la marihuana medicinal, de comentarios hechos en noviembre a una respuesta que le dio más recientemente al cuestionario del periódico para los candidatos. Al contestar la pregunta del Chronicle sobre la marihuana medicinal, la campaña de Obama dijo que respaldaba una política federal de no intervención:

“Los votantes y legisladores en los estados – desde California hasta Nevada y Maine – han decidido proporcionar la marihuana medicinal a sus habitantes que padecen de enfermedades crónicas y dolencias graves como el sida y el cáncer para que alivien su dolor y sufrimiento”, dijo Ben LaBolt, vocero de la campaña. “Obama apoya los derechos de los gobiernos estadual y municipal a hacer esta opción – pese a que él crea que la marihuana medicinal debe estar sujeta a la regulación (de parte de la Administración de Drogas y Alimentos de EE.UU.) como las demás drogas”, dijo LaBolt. Él añadió que Obama terminaría con los allanamientos de la DEA contra proveedores de marihuana medicinal.

La senadora Hillary Clinton también indicó que iba a acabar con las redadas, de acuerdo con el Granite Staters for Medical Marijuana, un grupo sedeado en Nuevo Hampshire y especializado en intentar hacer que los candidatos hablen oficialmente sobre la marihuana medicinal. El senador John McCain, el candidato republicano, ha hablado sin decir mucha cosa respecto a la cuestión, de acuerdo con el Granite Staters, que lo ha hecho decir que iba a terminar con las redadas en un momento, pero el contrario unas cuantas semanas después.

Pero Obama fue quien estuvo en el blanco del Partido Republicano por la marihuana medicinal esta semana. “La promesa de Barack Obama de impedir que agencias del Ejecutivo implementen leyes aprobadas por el Congreso plantea dudas importantes sobre su comprensión de lo que realmente es el trabajo de presidente de Estados Unidos”, dijo Danny Díaz, director de comunicación del RNC, en el comunicado de prensa. “Su rechazo a imponer la ley revela que Barack Obama no tiene la experiencia necesaria para hacer el trabajo de presidente o que a él le falta fundamentalmente el juicio para llevar a cabo las funciones más básicas del Poder Ejecutivo. ¿Qué otras leyes Barack Obama mandaría que agentes federales no impusieran?” preguntó Díaz.

La negación de Obama a tolerar el proseguimiento de las redadas de la DEA significaría que iría a infringir su juramento de toma de posesión al no proteger y defender la Constitución, acusó el RNC. La Corte Suprema ha sostenido la autoridad del Congreso para reglamentar el consumo de marihuana, observó.

Falta ver si el Partido Republicano puede lograr ventaja atacando a Obama por la cuestión de la marihuana medicinal. En encuesta tras encuesta, los votantes estadounidenses han dicho que son a favor del acceso a la marihuana medicinal para enfermos. Actualmente, ella es legal en 12 estados y se la pondera bastante en varios más este año.