Hans van Duijn, director del sindicato de la policía holandesa, le dijo a la Radio Netherlands el miércoles que la lucha para arrestar a cultivadores y proveedores de marihuana no tenía sentido y que la marihuana debería ser legalizada nomás. Según la práctica holandesa, la venta y el consumo de pequeñas cantidades de marihuana son ilegales pero toleradas, en tanto que la policía sigue buscando arrestar a la gente que abastece los cafés en que la hierba está a la venta y también la que la cultiva o vende fuera del sistema de cafeterías.

Pero intentar arrestar a cultivadores y proveedores resta valor al poder policíaco de tratar con otras cuestiones más graves de criminalidad, dijo van Duijn. Desdichadamente, añadió el director del sindicato en vías de jubilación, los políticos holandeses hesitan en considerar esa posibilidad en razón de la presión internacional. Ellos “esconden sus cabezas”, dijo.

Van Duijn también pidió que drogadictos inveterados consumieran drogas bajo supervisión. Él dijo que ésa es la única manera de combatir contra la criminalidad.

Mientras tanto, el teniente de alcalde de Terneuzen, una ciudad de 60.000 habitantes cerca de la frontera con Bélgica, ha pedido un programa piloto para legalizar el cultivo de marihuana. El acceso a una oferta legal de marihuana solucionaría el “problema de la puerta trasera” de los holandeses, donde las cafeterías pueden vender la hierba, pero nadie les puede proveerla legalmente. El teniente de alcalde Co van Schaik le dijo a la fuente de noticias neerlandesa PZC que ya era hora de dicho programa.