El lunes un juez floridano sobreseyó los cargos contra más de veinte reos en el caso de delitos de drogas, confabulación y asociación delictuosa de los Latin Kings de Tampa diciendo que el FBI y la policía tampeña emplearon a un informante confidencial con muchos antecedentes penales quien coaccionó a 23 personas a participar de la “asociación”. Aunque rechazara las asertivas de la defensa de improbidad de la acusación, el juez Daniel Sleet del Tribunal de Circuito de Hillsborough reprobó a la fuerza pública mientras sobreseía las acusaciones contra 23 de los más de 50 reos originales en el caso de alta publicidad.

Aunque algunos de los presos hayan sido encarcelados sin poder recibir fianza desde la redada de 21 de agosto de 2006 contra el Caribbean American Club en Tampa Sur, otros ya han aceptado los acuerdos de confesión de culpabilidad para conseguirse condenas de libertad vigilada o prisión. Permanecen las acusaciones apenas contra un puñado de actores clave en lo que en la época fue descrito como pandilla “unida y bien organizada”.

El juez Sleet se horrorizó particularmente por el rol desempeñado por el informante confidencial Luis “Danny” Agosto, quien hizo un trato con el FBI y la policía tampeña para “desmantelar” a los Latin Kings, pero tuvo que resucitar el "capítulo" moribundo de la ciudad para hacerlo. Se valió de amenazas e intimidación como parte de su ardid. Aparte, se robaba motocicletas, tramaba transacciones en drogas y amenazaba a mujeres mientras trabajaba como informante remunerado.

De acuerdo con un relato detallado del caso en el Tampa Tribune, Agosto, quien ya tenía muchos antecedentes por condenaciones criminales, estaba en prisión respondiendo ante justicia por acusaciones de allanamiento de morada a mano armada y hurto mayor de vehículo motorizado cuando el FBI y la policía tampeña lo contrataron para investigar la posible actividad relacionada con drogas y armas entre los Latin Kings. En cambio, el cargo por allanamiento desapareció y Agosto recibió 10 años de libertad vigilada por el robo del auto, de acuerdo con deposiciones y la orden escrita de Sleet. Él también recibió un departamento sin alquiler, un celular, $2,400 al mes para gastos de subsistencia y la promesa de una bonificación de $100,000 después de la condenación de los integrantes de Latin Kings.

Pero, como señaló la orden: “Poco más de un mes después que fue empleado por la fuerza pública, [Agosto] regresó a su vida anterior de crimen”. Tras listar muchos actos criminales de Agosto mientras era remunerado por la fuerza pública, Sleet lo llamó “un criminal condenado incontrolado que abusa de su rol como informante”. La fuerza pública debería haber arrestado a Agosto, escribió Sleet, pero, al contrario, “excusó” sus delitos.

Peor aún, Agosto empleó palizas, amenazas e intimidación para compeler a las personas a asistir a las reuniones que convocaba, que, en algunos casos, eran la única base para los cargos de confabulación y asociación delictuosa que enfrentaban. En esencia, falló Sleet, Agosto creó la asociación y la fuerza pública encubrió ese comportamiento. “Un tribunal no debería permitir esta conducta ilegal e inadmisible para atrapar a sospechosos”, escribió Sleet.

“Este tribunal falla que la conducta de la fuerza pública, por y a través del [informante confidencial], fue tan indignante hacia esos reos... como para violar la Cláusula de Debido Proceso de Florida”, escribió Sleet. “El sobreseimiento es una sanción extrema; sin embargo, se justifica una sanción extrema para castigar una conducta extrema”.

Lyann Goudie, una abogada defensora en el caso que escribió una solicitud de 114 páginas para desestimar los cargos, felicitó al juez por su decisión en su favor. “La mayoría de estos reos ni siquiera debería haber sido acusada”, dijo. “Ofendieron a todos nosotros”.