La diputada Elsa Conde del Partido Alternativa Socialdemócrata, o Alternativo nomás, introducirá un proyecto de ley para legalizar el consumo medicinal de marihuana en México la próxima semana. Se ha programado para el lunes una rueda de prensa para anunciar la medida y el proyecto debe ser presentado el martes, un día antes que el Congreso mexicano se vaya de vacaciones.

El proyecto dejaría la marihuana medicinal a la venta para pacientes en estado grave. Propone un sistema de dispensarios autorizados para tratar con la oferta. El texto del proyecto no estuvo disponible hasta el jueves por la tarde.

“Vamos a presentar el proyecto el martes”, dijo la diputada Conde. “Si la marihuana ayuda a los enfermos, no deberíamos castigarlos por consumirla”, dijo ella el jueves.

[inline:elsaconde.jpg align=left caption="Elsa Conde"]El Alternativo es un pequeño partido con cuatro escaños apenas en la Cámara de Diputados integrada por 500, pero los ponentes dijeron que la medida también cuenta con el apoyo de algunos miembros del Partido de la Revolución Democrática (PRD), por lo menos uno del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y puede conseguirse algún apoyo de un integrante fundamental del Partido Acción Nacional (PAN). (Los tres grandes partidos en México son el PRD, el PAN y el PRI.)

Aunque el número de partidarios de grandes partidos sea pequeño actualmente, es un grupo prestigioso. Los tres diputados perredistas quienes han adherido son todos médicos y el panista que expresa su apoyo es el presidente de la comisión ordinaria de salud en la Cámara de Diputados, donde el proyecto tendrá su primera vista.

La diputada Conde ha estado trabajando con un grupito de activistas, académicos, abogados y celebridades conocido como Grupo Cáñamo. El semestre pasado, Conde introdujo un proyecto de ley que iba a despenalizar la tenencia de marihuana en México. Se prepara el proyecto final en la ofensiva tripartita pro marihuana de Conde y del Grupo Cáñamo que legalizaría la producción de cáñamo.

El Grupo Cáñamo se reunió para hacer presión en favor de reformas legislativas, dijo el activista Ricardo Sala de México, D.F., cuya propia organización, Convivencia, ha sido una destacada voz por un abordaje más racional a la droga. “La diputada Elsa quiso presentar algunas leyes sobre la marihuana y dijo que necesitábamos mostrar apoyo general, entonces organizamos el grupo para ayudar a promocionar ese esfuerzo”, dijo. El grupo espera expandir y ampliar su mandato, pero ahorita se concentra en las cuestiones de la marihuana, dijo.

Aunque el proyecto de despenalización de Conde no haya resultado en nada en el Congreso, el de marihuana medicinal debe tener perspectivas mejores, dijo Jorge Hernández Tinajero, miembro de AMECA (Asociación Mexicana de Estudios sobre Cannabis) y asesor de Conde. “Esta medida es muy atrayente médica y científicamente”, dijo en una sesión de estrategia del Grupo Cáñamo el jueves por la mañana. “Será más fácil de lograr que la despenalización”.

Tinajero dijo que se sumó al Grupo Cáñamo en un intento de pasar de la militancia callejera a las salas del poder. “Realizamos las marchas del día mundial de la marihuana”, observó, “pero tenemos que hacer política si queremos cambiar la ley”.

Para el Dr. Humberto Brocca, un destacado proveedor mexiquense de tratamiento para la toxicomanía que se especializa en acupuntura y lidia con los jóvenes de las calles de la ciudad, ofrecer marihuana medicinal a los que la necesitan es de suma importancia. “Es una cuestión de derechos humanos”, dijo en la reunión del jueves. “El derecho a la salud es fundamental”.

Hay desafíos, dijo Brocca. “El gobierno aquí es muy moralista y lo que necesitamos y queremos hacer es mover la marihuana medicinal de la esfera moral a la científica. Actualmente se clasifica la marihuana como droga de Clase I sin consumo médico y necesitamos abrir el espacio científico y político para moverla a la Clase II. Necesitamos ir más allá de las políticas basadas en el moralismo para las que estén fundadas en pruebas”.

“Los consumidores de cannabis no deberían ser perseguidos, ya por la marihuana medicinal, ya por el consumo personal”, dijo la antropóloga Sandra Tovar, mujer de Brocca y coautora de varios libros junto con él.

“Creo que esto puede ser aprobado”, dijo Tinajero. “El PAN necesita tener un rostro humano y asumir una postura atrevida respecto a una cuestión de salud puede ayudarlos a hacerlo”.

No importa si el proyecto de ley es aprobado, su consideración va a hacer progresar la causa, dijo Brocca. “Necesitamos hacer de esto una discusión pública para que podamos concienciar no solamente al público, sino a la comunidad médica y a los políticos. Este esfuerzo sólo puede ayudar”, dijo.